Escritores del Fin de Siglo XIX: Un Cambio de Paradigma Literario
A finales del siglo XIX, el influjo del modernismo, especialmente de Rubén Darío, se tradujo en los escritores españoles en una literatura más intimista que la del nicaragüense. Además, inició su producción una serie de escritores e intelectuales que volcaron en sus textos sus preocupaciones filosóficas y sus reflexiones sobre la realidad del país. Los escritores de fin de siglo fueron Antonio Machado, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz y Ramón M.ª del Valle-Inclán. Algunos de estos autores se iniciaron en el modernismo, pero pronto abandonaron el preciosismo, la ornamentación y la evasión, características de este movimiento, y evolucionaron hacia una literatura más personal centrada en los problemas existenciales y en el tema de España.
Antonio Machado: Poesía Intimista y Reflexión sobre España
Aunque escribió en prosa (Juan de Mairena) y obras teatrales con su hermano Manuel (La Lola se va a los puertos), Antonio Machado fue, ante todo, un gran poeta. Comenzó su actividad literaria publicando versos modernistas, pero subjetivos e intimistas que los de Darío. La obra más representativa del modernismo machadiano es Soledades, galerías y otros poemas, cuyo tema principal es la angustia existencial. En Soledades, Machado describe paisajes decadentes con los que a menudo dialoga y en los que la voz poética proyecta su estado de ánimo. La angustia del emisor se plasma en el uso de distintos símbolos. En Campos de Castilla recogió ya temas políticos y sociales. El paisaje castellano, contemplado con emoción, sus habitantes y su historia le sirven para mostrar la conducta de los españoles. La obra incluye poemas de lamento por la muerte de Leonor y breves reflexiones filosóficas.
Miguel de Unamuno: La Lucha Interior y la Reflexión Filosófica
Hombre de compleja y contradictoria personalidad, Unamuno fue uno de los protagonistas de la vida intelectual de principios del siglo XX. La producción de Unamuno comprende ensayos, novelas, poesía y obras dramáticas, géneros de los que se valió para reflejar sus ideas filosóficas. En sus primeras obras, Unamuno criticó la situación española y propuso tomar Europa como modelo para salir del atraso social, científico y político. Luego, se volcó hacia preocupaciones íntimas, como el sentido de la existencia o la fe religiosa.
Ensayos
En ellos expresó ideas sobre España y volcó sus reflexiones filosóficas. Destaca, entre muchas otras, En torno al casticismo (1895).
Novelas
Los protagonistas de Amor y pedagogía (1902), Niebla (1914), etc., encarnan las obsesiones del autor. En estas obras, la acción es escasa: predominan los diálogos y monólogos. Ante las críticas de que sus novelas no podían considerarse como tales, Unamuno las denominó nivolas.
Pío Baroja: El Realismo Crudo y la Lucha por la Supervivencia
Pío Baroja fue un gran novelista. Sus narraciones están cargadas de la fuerza de personajes que parecen verdaderos, que se mueven en ambientes reales y viven historias posibles. Las novelas de Baroja incorporan preocupaciones filosóficas que reflejan su idea de la existencia: una dura lucha por sobrevivir en un mundo hostil. Sus temas principales son la recreación de ese mundo hostil y el análisis de cómo enfrentarse a él. La crítica social se manifiesta en la alabanza de personajes que se rebelan contra la sociedad, del hombre de acción o del que se separa del mundo por haber perdido la fe en cambiarlo. Muchas de sus novelas aparecen agrupadas en trilogías formadas por tres novelas, en las que destacan Tierra vasca, La raza y La lucha por la vida. En las novelas de las diferentes trilogías sobresale la capacidad del autor para plasmar lugares y ambientes con plasticidad, y la viveza y naturalidad del diálogo.
Valle-Inclán: Del Modernismo al Esperpento
Valle-Inclán fue un poeta y un excelente dramaturgo. Se inició literariamente en el modernismo, donde destacan las Sonatas, un ciclo de cuatro novelas líricas que presentan un mundo en decadencia. Están protagonizadas por el marqués de Bradomín. La trascendencia de Valle-Inclán en la literatura universal procede, sin embargo, de la creación del esperpento, que consiste en abordar asuntos graves desde una perspectiva burlesca. Al combinar la seriedad de los asuntos con la risa, brota lo grotesco. En sus esperpentos, Valle-Inclán presenta la realidad deformándola, todo ello para denunciar la realidad social y política de España. Valle-Inclán aplicó la técnica del esperpento al teatro en obras como El ruedo ibérico.
Uso Correcto de ‘Porque’, ‘Porqué’, ‘Por que’ y ‘Por qué’
- Porque: Conjunción causal o final (vino porque se lo pedí).
- Porqué: Sustantivo que significa causa o motivo. Puede llevar determinantes y admite plural (este asunto tiene sus porqués).
- Por que: Es la suma de la preposición ‘por’ y del relativo ‘que’ (es la razón por que luchamos = por la cual).
- Por qué: Es la suma de la preposición ‘por’ y el interrogativo ‘qué’ (¿Por qué no has venido?).
Textos Expositivo-Argumentativos: Características y Uso
Son aquellos que defienden una tesis, por medio de datos y pruebas científicas. Los argumentos empleados tienen la finalidad de demostrar la certeza de aquello que se afirma en la exposición. Se utilizan las exposiciones científicas, los hechos históricos y los datos; no se recurre a lo personal. Son también usuales como argumentos las citas de autoridad. El ámbito propio de los textos expositivo-argumentativos es eminentemente formal y tiende a la objetividad, que se pone de manifiesto en rasgos como:
- Utilización de tecnicismos.
- Empleo de verbos en 3ª persona.
- Menor uso del lenguaje figurado que en otros tipos de discursos.
Signos para Presentar Citas
- Dos puntos: Introducen la cita o las palabras del interlocutor.
- Comillas: Contienen íntegro el texto de la cita o las palabras textuales.
- Paréntesis y corchetes con puntos suspensivos: Los puntos suspensivos dentro de paréntesis o corchetes indican que se omite una parte de la cita textual.
Adónde, Adonde y A Donde
Adónde: Adverbio interrogativo, que aparece en oraciones interrogativas. Adonde y A donde: Son adverbios relativos, por lo tanto no llevan tilde.
El Novecentismo y las Vanguardias: Una Nueva Era Artística
Tras el desastre provocado por la 1ª Guerra Mundial (1914-1918), los jóvenes europeos defendieron un mundo nuevo y una expansión artística opuesta a la tradición. En España, el afán de modernización y la voluntad de rebeldía se concentran en el novecentismo y la vanguardia. El novecentismo congregó a un grupo de autores con una sólida formación intelectual que vieron en lo europeo un modelo que se debía imitar. Aunque los novecentistas mantuvieron la preocupación por España, dejaron de lado la dolorida queja de los autores finiseculares para examinar con rigor y frialdad los problemas del país, y buscar una solución eficaz. El máximo representante del novecentismo fue el filósofo José Ortega y Gasset, quien divulgó las nuevas ideas a través de artículos periodísticos y ensayos como España invertebrada. También se incluyen en este tipo de movimientos las novelas de Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró, y la poesía de Juan Ramón Jiménez. La vanguardia integra un conjunto de movimientos artísticos caracterizados por su afán renovador y de ruptura con los principios creativos anteriores.
Juan Ramón Jiménez: La Búsqueda de la Belleza y la Poesía Pura
Juan Ramón Jiménez fue un escritor entregado a la poesía y a la búsqueda de la belleza. En su obra se advierte una profunda evolución. Los inicios poéticos juanramonianos están influidos por el modernismo. En esta etapa alterna una poesía intimista, breve, de tono melancólico (Jardines lejanos (1904)), con otra más descriptiva y ornamentada (Elegías (1908-1910)) en la que predominan las descripciones, la adjetivación y la sinestesia. En 1917 la publicación de Diario de un poeta recién casado marcó un cambio en la literatura de Juan Ramón. A partir de este libro, se adentra en una concepción poética muy personal conocida como poesía pura. La poesía pura persigue la condensación conceptual: apoyado en la razón, el poeta aspira a nombrar lo esencial con el menor número de palabras posible. Juan Ramón Jiménez se ocupa ahora de la plenitud de la naturaleza, la eternidad, la poesía como belleza, el poeta como un dios creador (La estación total (1946)). En su afán por renovar la expresión literaria, Juan Ramón mezcló diferentes géneros y compuso prosa poética en obras como Platero y yo (1914).
La Literatura de Vanguardia y Ramón Gómez de la Serna
Ramón Gómez de la Serna difundió las ideas vanguardistas en España a través de la revista Prometeo, que dirigía desde 1908, y de tertulias literarias como la del Café Pombo. Autor de ensayos, novelas, obras de teatro; sobresale por la creación de un género nuevo, la greguería, la cual Ramón Gómez de la Serna definió como metáfora + humor. Las greguerías son textos breves que presentan asociaciones sorprendentes a partir de situaciones y elementos cotidianos. Ofrecen una visión original, llena de humor, de la realidad y usan diversos procedimientos lingüísticos como metáforas. Ej.: soda: agua con hipo. En la vanguardia española, destacan también Guillermo de Torre, que difundió las teorías ultraístas a través de sus poemas visuales (Hélices (1923)), y Juan Larrea, que se inició en el creacionismo e impulsó el surrealismo. Su poesía completa se comprendió en Versión celeste (1969).