Don Álvaro o la fuerza del sino: Tragedia Romántica del Duque de Rivas

Ficha Técnica

  • Título: Don Álvaro o la fuerza del sino
  • Autor: Duque de Rivas (Ángel Saavedra)
  • Edición: Alberto Sánchez
  • Editorial: Cátedra
  • Edición: Décima

Autor: Duque de Rivas (Ángel Saavedra)

Ángel Saavedra (1791-1865), más conocido como el Duque de Rivas, fue un poeta y dramaturgo español del Romanticismo. Perteneciente a una familia aristocrática cordobesa, estudió en el Seminario de Nobles de Madrid y luego ingresó en el Ejército. Se destacó en la Guerra de Independencia contra los franceses en 1808. Fue condenado a muerte por Fernando VII, pero logró huir. Residió en Londres, donde conoció la obra de Shakespeare, Walter Scott y Lord Byron. Posteriormente, vivió en Francia, Italia y Malta. En 1834 regresó a España tras la muerte del rey y participó activamente en la vida política. Fue embajador en Francia, presidente del Consejo de Estado (1863) y director de la Real Academia Española desde 1862 hasta su muerte.

Otras Obras del Duque de Rivas

  • El faro de Malta
  • El moro expósito
  • El aniversario
  • Un castellano leal
  • El solemne desengaño

Obra: Don Álvaro o la fuerza del sino

Estructura de la Obra

La obra se divide en cinco jornadas, subdivididas en escenas:

  • Jornada I: 8 escenas
  • Jornada II: 8 escenas
  • Jornada III: 9 escenas
  • Jornada IV: 8 escenas
  • Jornada V: 11 escenas

Las cinco jornadas podrían simplificarse en tres partes principales:

  • Primera parte: La muerte del Marqués.
  • Segunda parte: La muerte de Don Carlos.
  • Tercera parte: La muerte de Don Alfonso, Doña Leonor y Don Álvaro.

Resumen de la Trama

La historia comienza en Sevilla, donde los habitantes comentan sobre Don Álvaro, un personaje misterioso. Se rumorea que Preciosilla le leyó la mano y predijo un futuro nefasto. También se habla de un carro extraño que pasa por la casa de Doña Leonor, y se especula que es Don Álvaro. Este llega a la casa de Doña Leonor, y se preguntan a dónde irán a esas horas.

Doña Leonor está en su habitación con su padre, el Marqués. Ella está triste y su padre sospecha algo. El Marqués manda a Curra, la criada, a cerrar las ventanas y se despide de Leonor. Curra está nerviosa porque teme que el Marqués se quede toda la noche. Finalmente, Don Álvaro sube por la ventana y se abraza a Leonor. Ella sugiere posponer su encuentro, pero Don Álvaro duda de su amor. Leonor le asegura que está nerviosa y que teme que su padre sepa algo. De repente, se oyen voces en el patio. Leonor manda a Don Álvaro a esconderse, pero él se niega. El Marqués entra furioso, considerando la situación una deshonra. Quiere matar a Don Álvaro, quien accidentalmente le dispara y lo mata. Doña Leonor queda desolada, y su hermano jura vengarse.

Más tarde, en un hostal, los mesoneros sospechan de una huésped misteriosa, que resulta ser Doña Leonor. Hablan de la historia de Doña Leonor y Don Álvaro, creyendo que él ha muerto. Doña Leonor escucha la conversación. El mesonero impide que un estudiante vaya a verla, y la mesonera revisa la habitación, encontrándola vacía pero con todo en orden y una propina.

Doña Leonor llega a un convento y pide ver al Padre Guardián. El hermano Melitón la atiende, ignorando que es una mujer disfrazada de hombre. El Padre Guardián la recibe y Leonor le cuenta su historia. Él le ofrece refugio en una cueva cercana, le promete comida y advierte a los frailes que no se acerquen. Le dice que toque la campanilla en caso de peligro.

Un grupo de soldados juega al mus cuando llega Félix de Avendaña (Don Carlos). Se produce una pelea, y Don Álvaro sale a defenderlo. Se hacen amigos, y ambos ocultan sus verdaderos nombres. Durante una batalla, Don Álvaro es herido. Don Carlos lo cuida y escucha el nombre de Leonor en sus delirios, lo que le hace sospechar. Don Álvaro le pide que, en caso de morir, queme unas cartas sin leerlas. Don Carlos, intrigado, abre el cofre y encuentra un retrato de Doña Leonor. Don Carlos se entera de que Don Álvaro ha sobrevivido y planea un duelo.

Don Carlos desafía a Don Álvaro a un duelo, revelando que conoce su identidad y ha visto el retrato de su hermana. Don Álvaro se niega a luchar, pero Don Carlos lo provoca. Finalmente, luchan, y Don Carlos muere. Don Álvaro se arrepiente y pide perdón.

En el convento, el hermano Melitón da de comer a los mendigos. Suena la campanilla: es Don Alfonso, el hermano de Leonor, buscando al Padre Rafael (Don Álvaro). Se enfrentan, y Don Álvaro hiere a Don Alfonso. Don Álvaro busca refugio en la cueva de Leonor. Se reencuentran, pero Don Alfonso, moribundo, apuñala a Leonor. Don Álvaro, desesperado, se suicida arrojándose desde una montaña, considerándose un enviado del infierno.

Valoración General

La obra retrata la trágica historia de Don Álvaro, marcada por una serie de eventos desafortunados que lo llevan al suicidio tras la muerte de su amada y la destrucción de su familia.

Valoración Personal

Destaca la riqueza del lenguaje del autor, su preocupación por la rima y la elección de paisajes y lugares apropiados para cada escena. Es interesante observar la forma de expresión de la época y la evolución del castellano. La obra mezcla elementos trágicos y cómicos con una gran variedad de versos. Aunque el libro es interesante, la repetición de los nombres antes de cada intervención y la lentitud en el desarrollo de algunas acciones pueden resultar tediosas.

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