Vanguardias: Definición y Contexto Histórico
Las vanguardias son movimientos que se dan en Europa en el siglo XX y abarcan el arte en general. Surgen como respuesta a la Primera Guerra Mundial, como una vía de escape para los artistas. También surgen como una respuesta a todo lo racional y científico.
Vanguardia viene de «avant-garde», un término bélico que significa «los que van adelante».
Con las vanguardias surge un nuevo género literario: el manifiesto.
El manifiesto es un conjunto de ideas, preceptos y reflexiones sobre lo que implica cada vanguardia.
Futurismo: La Belleza de la Velocidad
El Futurismo surge en 1909 en Italia. Su propulsor fue Marinetti.
«Un automóvil rugiente, que parece correr sobre la metralla, es más bello que la Victoria de Samotracia».
Nunca se había dicho que algo tecnológico fuera más bello que una escultura.
En el futurismo se busca exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril y el paso veloz.
«La magnificencia de la velocidad se ha enriquecido de una belleza nueva».
Quieren destruir y derribar la cultura, el conocimiento, y buscan que la gente quede pasmada ante la innovación tecnológica.
Innovaciones en la literatura futurista:
- Verbos en infinitivo.
- Prioridad al sustantivo.
- Abolición del adverbio y el adjetivo.
- Supresión del yo.
Expresionismo: La Subjetividad en el Arte
El Expresionismo surge a principios del siglo XX en Alemania. George Trakl fue su propulsor en la literatura. Plantea la subjetividad.
Cubismo: Una Nueva Perspectiva
El Cubismo se extiende entre 1907 y 1914 en Francia e Italia. Se funda con una pintura: «Las señoritas de Avignon».
En la literatura va a ser un poco restringido; donde más se ve es en la pintura.
Dadaísmo: La Rebelión Contra el Arte Burgués
El Dadaísmo surge en el Cabaret Voltaire, en 1916, en Suiza. Un grupo de escritores busca encontrar un nuevo movimiento, ir contra todo y no apoyar a nada. Está en contra del arte burgués.
Se plantea que va en contra del arte. Marcel Duchamp es el principal representante en la pintura.
Tristan Tzara es quien escribe el manifiesto.
Surrealismo: Explorando el Inconsciente
El Surrealismo es una de las vanguardias más tardías, surge en 1924. Su mayor representante en pintura es Dalí, y en la literatura, Breton.
«Automatismo psíquico puro que intenta explicar verbalmente el funcionamiento real del pensamiento».
Su base es el inconsciente. Los artistas trataban de sumergirse en su psiquis en cuanto a la obra de arte. Ejemplo: «El encuentro fortuito entre una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección».
Es sin sentido, pero los autores buscan ir a lo profundo.
Si una persona se deja llevar como el resto de la sociedad, debe autoindagarse en su inconsciente para evitarlo.
René Magritte: «Un objeto hace suponer que detrás de él hay otro». Quiere decir que hay otra realidad.
Dalí: «La diferencia entre los surrealistas y yo es que yo soy surrealista».
Ultraísmo: La Metáfora como Protagonista
El Ultraísmo es un movimiento puramente literario que surge en 1918 en España, en un café. José Luis Borges lo trae a Latinoamérica. Se opone al Modernismo, movimiento que exacerbaba las metáforas.
No apela a las emociones, pero no le da cabida a la exageración de sentimientos.
Plantea que toda representación de los sentimientos es confusa. Sus características son:
- Uso de la metáfora.
- Tachadura de nexos, adjetivos inútiles e imágenes ilógicas.
- Eliminación de la rima.
- Neologismos.
«El Abandono» de Jorge Luis Borges: Un Análisis del Soneto
El poema «El Abandono» de José Luis Borges, escrito en 1964, posiblemente hace referencia a un abandono amoroso o al momento en que el autor comenzó a perder la vista.
El momento del poema es cuando uno lo empieza a leer: «Ya».
Es un soneto estructurado en dos estrofas de cuatro versos y dos estrofas de tres versos.
En las dos primeras estrofas se genera la situación, y en la tercera y cuarta, una reflexión y resolución.
Análisis de los versos:
«Te han dejado»: Elipsis, no tenemos idea de a quién. «Ya no»: adverbio de tiempo. Anáfora en el primer y segundo verso en «Ya no».
«Ya no es mágico el mundo»: Porque se ha perdido la magia, el amor. En un poema hay un yo lírico, y es el mundo de él el que perdió la magia. Hay una hipérbole (exageración) al decir que todo el mundo perdió la magia, cuando es el de él.
Comienza a hablar en tercera persona, hay un desdoblamiento, es a él a quien lo dejaron.
«Ya no compartirás la clara luna»: Ya no van a hacer actividades juntos. «La clara luna»: un pleonasmo, una redundancia; hace referencia a que la clara luna está en aquel mundo mágico.
«Ni los lentos jardines»: Se pasea lento para disfrutar el paseo y el momento. Hay una elipsis omitiendo la palabra «paseo». «Jardines» sugiere una idea de perfección.
«Ya no hay una luna que no sea espejo del pasado»: Todas las lunas que ve, la de todos los días, le recuerdan al pasado. Le devuelve una imagen de un recuerdo. Hay una metáfora en «espejo». Es algo cotidiano que lo lleva al pasado, por lo que vive inmerso en dicho pasado.
Hay un encabalgamiento, continúa el verso en el otro, en sentido de concepto. Aquí, además, es de una estrofa a la otra.
«Cristal de soledad, sol de agonías»: Aliteración, repetición de sonido. «Cristal de soledad»: fragilidad, representa el frágil amor que se perdió. Además, es espejado como la luna. «Agonías»: lucha por salir adelante y olvidarla. Luna antagónica al sol. En la noche la recuerda y en el día está esa lucha por olvidar el amor.
Paralelismo sintáctico: «Cristal de soledad, sol de agonías», partes iguales de cada mitad del verso o de dos versos.
«Adiós las mutuas manos y las sienes»: Elipsis, se omite el artículo «a» en «a las mutuas», se omite el acercamiento de las manos y sienes.
«Que acercaba el amor»: El motivo del acercamiento físico es el amor.
Hay un cambio de la forma de expresar el tiempo del poema.
«Hoy solo tienes la fiel memoria y los desiertos días»: «Fiel memoria», recuerda todo; «desiertos días», resultado de la fiel memoria.
Esto es lo que no lo deja avanzar y olvidar.
«Nadie pierde (repites vanamente)»: Intenta convencerse el yo lírico.
«Sino lo que no tiene y no ha tenido»: Elipsis, no se dice que aquello que no se tiene es el amor. El yo lírico incluye al lector.
Una sola vez en el poema se nombra el amor, en la mitad del poema. Hay un orden invertido de las palabras: hipérbaton.
«No basta ser valiente para aprender el arte del olvido»: No basta con las ganas y no se aprende. *Subjetivo*, *personal*, *sin explicación*, *insensible*. Se puede perfeccionar, pero no se aprende.
Oxímoron: «Aprender el arte».
En los últimos dos versos se da la imagen chocante de la muerte. Hay una gradación ascendente: desgarra para luego matar.
«Un símbolo, una rosa, te desgarra»: «Rosa» simboliza el amor. «Te desgarra»: deja una cicatriz la separación de la pareja, duele.
«Y te puede matar una guitarra»: Hay una elipsis: lo que te puede matar es una canción que te recuerde a aquella relación.