El Teatro en el Siglo XVI
En la primera mitad del siglo XVI, conviven el teatro cortesano y el primer teatro renacentista. Durante la segunda mitad del siglo, aparecen los “corrales” y las compañías de actores profesionales, que representaban obras religiosas, clasicistas y cómicas. Además, continúan las representaciones de autos sacramentales. A partir del reinado de los Reyes Católicos, en los salones palaciegos se representaba un teatro cortesano que combinaba escenas dialogadas con danzas y música.
El Teatro en la Primera Mitad del Siglo XVI
- Juan del Encina: Destacó por su contribución al teatro profano en el que incluía temas mitológicos. En algunas de sus obras aparece el bobo, un antecedente del personaje del gracioso, tan característico del teatro barroco.
- Bartolomé de Torres Naharro: Escribe dos tipos de obras: las comedias a noticia, realistas y con un lenguaje sencillo, y las comedias a fantasía, con temas imaginativos, aunque dentro de la verosimilitud.
- Gil Vicente: Lo más determinante fue la introducción en sus obras de numerosos elementos líricos, como romances, villancicos.
El Teatro en la Segunda Mitad del Siglo XVI
La aparición de un teatro estable supuso el nacimiento de compañías teatrales profesionales y la regularidad de las representaciones. Destacaron los corrales de Sevilla, Madrid y Valencia. Se representaban obras religiosas en determinadas festividades y también se hacía teatro profano, de la corriente clasicista o procedente de la comedia nueva italiana.
Lope de Rueda se considera el creador de la comedia renacentista y de los pasos. Toma la comedia nueva italiana, elimina los elementos más clasicistas y cultos, y añade escenas cómicas o pasos. La comicidad de Lope de Rueda se basa en un lenguaje realista, lleno de incorrecciones y vulgarismos, y en la creación de tipos populares graciosos, como el bobo, el morisco, el vizcaíno, la negra…
El paso fue el antecedente del entremés, pieza dramática muy breve que se representaba en los entreactos o al final de otras representaciones. Junto al teatro de los corrales y al teatro cortesano, perviven los autos sacramentales, que continúan escenificando al aire libre, delante de las iglesias, piezas breves de temática religiosa.
Miguel de Cervantes
Teatro
Cervantes destaca por sus entremeses, piezas breves de tono humorístico. Aunque también escribió tragedias y comedias. Hacia 1580, Cervantes escribió tragedias de tipo clásico, como La Numancia. En 1615, Cervantes publicó sus comedias y entremeses, comedias como La gran sultana. El mayor acierto del teatro de Cervantes son los entremeses, que presentan breves cuadros de la vida cotidiana del momento. Algunos entremeses son versiones de cuentos tradicionales, como El retablo de las maravillas y El rey desnudo. El tono general de los entremeses es de ironía suave y humor amable; reflejan una actitud humanista y liberal, muy coherente con la obra y la personalidad del autor.
Novela
La novela de Cervantes es esencial para el desarrollo del género en la literatura española. Además de aclimatar al castellano la novela corta italiana con las Novelas Ejemplares, inicia la novela moderna con el Quijote. La obra de Cervantes supone la asimilación de toda la narrativa anterior y la apertura de los nuevos caminos del género.
- La Galatea: Es una novela pastoril compuesta por seis libros, género renacentista por excelencia. Cervantes muestra con esta novela sus conocimientos de la literatura italiana.
- Las Novelas Ejemplares: Son narraciones cortas. Él es el primero en escribir este tipo de narración. Las novelas reflejan la influencia renacentista-aristotélica en dos aspectos: la búsqueda de la verosimilitud y la creación de personajes que responden a un tipo literario. En estas novelas, Cervantes muestra su tendencia a acabar los relatos con un final feliz.
- Los trabajos de Persiles y Sigismunda: Publicada tras la muerte de Cervantes, es una novela bizantina dividida en cuatro libros.
El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha
Cervantes hace una sátira de los libros de caballerías, muy populares en su época. Narra las disparatadas aventuras de un hidalgo que pierde el juicio a causa de su desmedida afición por los libros de caballerías. Imaginando que es un caballero andante, sale de su aldea en busca de aventuras, acompañado por su escudero Sancho Panza. En 1605 aparece El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha; diez años después, en 1615, se publicaría la segunda parte de la obra. Cervantes se vio impulsado a terminar su obra y a hacer morir a su protagonista tras la publicación de una segunda parte apócrifa, aparecida en 1614, cuyo autor se ocultaba tras el seudónimo de Avellaneda. El Quijote narra la historia de un hidalgo manchego, de unos cincuenta años, que se vuelve loco por leer muchos libros de caballerías. En su mente, confunde la realidad y la literatura.
Las Novelas Dentro de la Novela
El Quijote recrea y parodia el mundo de los libros de caballerías. En la primera parte se refleja simultáneamente el mundo real y el imaginario-literario, pero lo más inédito es cuando aparecen personajes que conocen a don Quijote, porque han leído la primera parte.
El Narrador: El Punto de Vista Narrativo
El narrador finge recoger datos sobre su protagonista en los archivos de la Mancha. Cervantes se permite ir haciendo comentarios sobre el texto que supuestamente ha encontrado. Este artificio permite a Cervantes un alejamiento irónico, ya que puede comentar su propia obra.
Intención del Quijote
En el prólogo, Cervantes dice que ha escrito el Quijote contra los libros de caballerías. Censuraban las novelas caballerescas desde la perspectiva estética por su inverosimilitud, y desde la moral, por su sensualidad. Para las gentes de la época, la caricatura de los libros de caballerías era evidente en El Quijote, porque conocían los relatos y podían reconocer la caricaturización del lenguaje caballeresco, arcaico y altisonante. También quedaba clara la crítica por los comentarios sobre los libros de caballerías que dicen los personajes. Cervantes optó por la crítica más eficaz, la parodia. La parodia se basa en el choque que se produce entre la imaginación de don Quijote y la realidad cotidiana. El protagonista tiene una visión deformada por la literatura, y su mente transforma la realidad. Aquí se muestra el enfrentamiento entre el Renacimiento, la ilusión de don Quijote al comienzo de la obra, y el Barroco, pérdida de los valores que don Quijote había tomado de las novelas de caballerías.
Don Quijote y Sancho Panza
Un gran valor de la novela de Cervantes es la creación de la pareja protagonista. Se ha visto en ellos la antítesis entre locura y cordura, entre idealismo utópico y materialismo realista. Por esto, los matices dominan en la caracterización psicológica de los personajes.
- Don Quijote: Constituye el modelo del hombre noble, idealista y bondadoso, pero enajenado en todo lo referente al mundo caballeresco. En la primera salida, deforma la realidad y sufre un desdoblamiento de personalidad. En la segunda, transforma la realidad en un universo caballeresco. En la tercera, ve la realidad como es, pero otros personajes lo engañan y lo convencen de que no ve el mundo caballeresco a causa de encantamientos. La locura de don Quijote está limitada al mundo de lo caballeresco; cuando no aparece este tema, el protagonista es admirablemente cuerdo, generoso, culto, tolerante y mesurado.
- Sancho: Representa al hombre llano, con una enorme sabiduría popular, práctico y materialista. Pero al mismo tiempo es crédulo y sufre una quijotización. El lenguaje de Sancho Panza es bastante acertado: lenguaje vivo, popular y salpicado de abundantes refranes.
Significado del Quijote
El Quijote tuvo un gran éxito como novela humorística. Las interpretaciones han variado a lo largo del tiempo, y la novela ha reflejado la complejidad del ser humano, y los ideales de cada época se han visto reflejados en ella. En el siglo XVII, El Quijote era una obra humorística, ya que la burla hacia los libros de caballerías quedaba clara. Posteriormente, las interpretaciones han ido variando según los diferentes momentos culturales. Los románticos veían en don Quijote al idealista que es vencido por la triste y vulgar realidad, y los realistas reconocían en Cervantes al gran novelista que muestra la complejidad de los personajes y sus relaciones con el entorno. La novela refleja la complejidad del ser humano y muchos rasgos de la sociedad del momento. El Quijote parece mostrar que los ideales renacentistas de heroísmo y culto a la belleza chocan con la realidad.