Renovación de la Narrativa en el Siglo XX
La narrativa del siglo XX experimentó una profunda transformación, rompiendo con las estructuras tradicionales y explorando nuevas formas de expresión. A continuación, se detallan las principales características de esta renovación:
- Tema y argumento: La nueva novela no siempre presenta un argumento claro y cerrado. Se enfoca en la exploración de la psique humana y las complejidades de la existencia.
- Punto de vista: Se abandona la narración omnisciente en tercera persona para dar paso a la multiplicidad de perspectivas, incluyendo el monólogo interior, que permite acceder a los pensamientos más íntimos de los personajes.
- Espacio y tiempo: Se producen continuos juegos con el tiempo, rompiendo la linealidad cronológica y explorando la simultaneidad de eventos.
- Personajes: Se acude al personaje colectivo, representando a grupos sociales o a la humanidad en su conjunto.
- Estilo: Algunos autores utilizan la escritura automática y mezclan distintos registros lingüísticos, desde lo culto hasta lo coloquial.
Autores Destacados de la Renovación Narrativa
- Francia: Marcel Proust (En busca del tiempo perdido)
- Estados Unidos: Henry James (La copa dorada)
- Reino Unido: Joseph Conrad (El corazón de las tinieblas)
- Irlanda: James Joyce (Ulises), Virginia Woolf (Las olas), George Orwell (Rebelión en la granja)
- Italia: Alberto Moravia (Las romanas), Thomas Mann (La montaña mágica)
El Nouveau Roman Francés
Los autores del nouveau roman francés llevaron al extremo las teorías experimentales:
- Prefieren una novela objetiva.
- Rechazan al héroe literario tradicional.
- El espacio y el tiempo son indeterminados.
- Algunos utilizan la escritura automática.
- Es necesaria la colaboración del lector.
Autores representativos: Alain Robbe-Grillet (El mirón), Marguerite Duras (Memorias de Adriano).
En España, destaca Camilo José Cela con Oficio de tinieblas 5.
El Teatro del Siglo XX
En España, el siglo XX también presenció un movimiento de renovación dramática, aunque de forma más tímida que en el resto de Europa. Dramaturgos como Valle-Inclán (Luces de bohemia) y Federico García Lorca (El público) introdujeron tendencias innovadoras, pero no tuvieron continuidad inmediata. A mediados de siglo, Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre escribieron un teatro comprometido, experimental y existencial, denunciando la injusticia y planteando problemas sociales. El teatro del absurdo llegó a España con Jardiel Poncela y Miguel Mihura (Tres sombreros de copa). Sin embargo, el dramaturgo español más influenciado por el absurdo fue Fernando Arrabal, con obras como El triciclo o Fando y Lis.
Tendencias y Autores del Teatro del Siglo XX
Renovación Dramática
Alfred Jarry, Antonin Artaud y Luigi Pirandello fueron renovadores técnicos.
Teatro Expresionista
El expresionismo, surgido en Alemania entre 1910 y 1925, se opone al realismo y al naturalismo. Resalta el valor de la realidad subjetiva y del pensamiento, dando cabida a lo grotesco, la distorsión, lo irracional, la angustia y la rebeldía.
Teatro Épico y de Compromiso
Predominan el compromiso político y el contenido social. Los actores actúan de manera exagerada, con un tono didáctico enfocado a la política. Las obras son parábolas contadas por un narrador, mezclando la tragedia y la farsa. La escenografía es antirrealista. Entre sus representantes se encuentran Erwin Piscator y Bertolt Brecht (Galileo, Madre Coraje y sus hijos).
Teatro del Absurdo
Surge en Francia en los años cincuenta, relacionado con el existencialismo. Autores destacados son Eugène Ionesco (La cantante calva) y Samuel Beckett (Esperando a Godot).
Teatro Tradicional y Continuista
Junto a las tendencias renovadoras, existió un teatro más tradicional, representado por Bernard Shaw (Pigmalión) y Jean Giraudoux (Electra).
Jóvenes Airados
Destacan John Osborne (Mirando hacia atrás con ira), Harold Pinter (La fiesta de cumpleaños), Arthur Miller (Las brujas de Salem, Muerte de un viajante) y Tennessee Williams (La gata sobre el tejado de zinc caliente).
Existencialismo y Novela Actual
El Existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica desarrollada en Europa a mediados del siglo XX. Se basa en las ideas de Kierkegaard y Heidegger. Influyó en autores españoles como Unamuno (Del sentimiento trágico de la vida, La agonía del cristianismo, San Manuel Bueno, mártir), Azorín (La voluntad) y Pío Baroja (El árbol de la ciencia). Las obras de Jean-Paul Sartre y Albert Camus se popularizaron en España a partir de los años sesenta.
Características Generales del Existencialismo
- Angustia vital por la contradicción entre el ansia de eternidad y la naturaleza mortal del hombre.
- Rebeldía ante Dios o negación de su existencia.
- Pesimismo sobrio ante una existencia sin sentido.
Tipos de Existencialismo
- Precursores: Kafka (novela), Pirandello (teatro) y Rilke (poesía).
- Existencialismo de posguerra: Autores que participaron en la guerra y utilizaron la novela y el teatro para expresar sus ideas filosóficas, comprometidos con su época. Representantes: Paul Claudel, Georges Bernanos, François Mauriac, G. K. Chesterton, Graham Greene.
- Existencialismo ateo: Jean-Paul Sartre y Albert Camus.
El Existencialismo Religioso
Autores destacados: Paul Claudel (Cinco grandes odas, La anunciación a María), Georges Bernanos (Diario de un cura rural), François Mauriac (El beso al leproso), G. K. Chesterton (Historias del padre Brown), Graham Greene (El poder y la gloria) y André Gide (Los sótanos del Vaticano).
Primeras Manifestaciones del Existencialismo
Franz Kafka, con novelas como La metamorfosis, El proceso y El castillo, presenta protagonistas perdidos y abandonados a circunstancias que no controlan. Hermann Hesse, de nacionalidad suiza y lengua alemana, mezcla la cultura occidental y la filosofía oriental en obras como El lobo estepario.
Los Grandes Existencialistas
Jean-Paul Sartre, comprometido políticamente con la izquierda radical, rechazó el Premio Nobel de Literatura en 1964. Su obra más conocida es La náusea. Albert Camus escribió El extranjero y La peste.
La Generación Perdida
El siglo XX fue para Norteamérica un siglo de despegue y predominio político, cultural y económico. La participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial incrementó su mercado, convirtiéndose en la primera potencia económica mundial. Sin embargo, la crisis de 1929 produjo una gran depresión económica. El siglo XX también trajo grandes avances científicos y tecnológicos, como el nacimiento de Internet. En literatura, la novela y las narraciones cortas reflejaron la vida social, cultural y política de la época. Los narradores del siglo XX plantearon los problemas del hombre contemporáneo.
Gertrude Stein denominó «Generación Perdida» a los jóvenes intelectuales que participaron o fueron testigos de la Primera Guerra Mundial. Decepcionados por la guerra, buscaron nuevos caminos a través de la aventura, la bohemia o la política radical.
Características de la Generación Perdida
- Crisis moral y sentimiento de desesperanza.
- Visión crítica de la guerra, la falta de valores tradicionales y la sociedad burguesa.
- Rechazo de la falsa retórica y la falsedad política.
Autores de la Generación Perdida
Ernest Hemingway (Fiesta, Por quién doblan las campanas, El viejo y el mar), John Dos Passos (trilogía Manhattan Transfer), F. Scott Fitzgerald (El gran Gatsby), William Faulkner (Santuario), John Steinbeck (Las uvas de la ira, La perla), J. D. Salinger (El guardián entre el centeno) y Vladimir Nabokov (Lolita).
El Boom de la Novela Hispanoamericana
Entre 1960 y 1980, se publicó un conjunto de excelentes novelas innovadoras que se conoció como el «boom» de la narrativa hispanoamericana. Estas novelas intensificaron las tendencias de la generación anterior, continuaron con el realismo mágico y profundizaron en la experimentación de nuevas formas narrativas, incorporando las innovaciones de Europa y Estados Unidos de los años veinte, con autores como Kafka y Joyce. También ensayaron otras técnicas nuevas.
Autores del Boom Hispanoamericano
Ernesto Sábato (El túnel), Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz), Gabriel García Márquez (Cien años de soledad), Julio Cortázar (Rayuela) y Mario Vargas Llosa (La fiesta del chivo).
Etapas de la Narrativa Hispanoamericana
Realismo Tradicional (hasta 1940)
Se mantuvo la novela realista, con obras que presentaban el mundo rural y sus tipos, planteando problemas sociales y humanos situados en la naturaleza, como en Doña Bárbara de Rómulo Gallegos y La vorágine de Eustasio Rivera. La novela indigenista denunciaba la explotación del indio por parte de los blancos, como en Raza de bronce de Alcides Arguedas.
Realismo Mágico (1940-1950)
Surgió un grupo de narradores que combinaban elementos fantásticos con el realismo, conocidos como los creadores de «lo real maravilloso». Se caracterizan por los ambientes urbanos, las preocupaciones existenciales y el deseo de innovación formal. Destacan Miguel Ángel Asturias (El Señor Presidente), Jorge Luis Borges (Ficciones) y Alejo Carpentier (El siglo de las luces).
Novela Experimental (1960-1980)
Coincide con el «boom» de la novela hispanoamericana, con las características ya mencionadas.