Lírica española de la segunda mitad del siglo XX. Pablo Neruda
Introducción
En la posguerra (años cuarenta), las normas y el control de la conducta caracterizaban la vida cotidiana. La ideología impuesta se basaba en el pasado heroico, la unidad y la fe católica. Se instauró la censura, las consignas obligatorias y la promoción de ciertos autores y obras, y se utilizó el NO-DO como propaganda política. En lo cultural, se desarrolló el monumentalismo arquitectónico, la canción popular, copla y zarzuela y la literatura popular.
Desde los cincuenta hasta la democracia, aparece una minoritaria conciencia disidente. Crece el número de universitarios y se desarrolla una ideología contraria a la oficial. Se eliminó posteriormente la censura previa de la prensa, aunque con límites de libertad de expresión, produciéndose secuestro o suspensión de periódicos. No obstante, la prensa mejoró en calidad, junto con la aparición de revistas e importantes sellos editoriales. A partir del 77, se produjeron regresos del exilio y se gozaba de libertad de expresión; es la época del destape.
Desde el final de la Guerra Civil hasta la actualidad, se distinguen diferentes orientaciones poéticas coincidentes en el tiempo, que se estudian por décadas:
- Los cuarenta: Domina el neoclasicismo y el existencialismo. Los poetas garcilasistas cultivan una poesía evasiva de perfección formal. Se cultiva también una lírica enlazada con la vanguardista: el grupo Cántico, el postismo y el surrealismo.
- Los cincuenta: Predomina la poesía social, crítica, caracterizada por la sencillez expresiva, la presencia de lo narrativo y la intención apelativa.
- Los sesenta: Aparece la promoción de los sesenta (o generación de los 50) con concepciones distintas, hacia lo individual y el énfasis de los elementos retóricos y lingüísticos.
- Los setenta (hasta 1975): Sobresale la experimentación lingüística y la estética culturalista y plural.
- Desde 1975 hasta fin de siglo: Panorama complejo y diverso. Continúan autores anteriores y aparecen nuevos, aparece la poesía de la experiencia.
- Desde 1995 hasta hoy: Destaca la pluralidad de propuestas y la gran cantidad de voces. Hay ausencia de una tendencia común o estética dominante.
Poesía en el exilio
Los poetas en el exilio siguieron caminos distintos, pero sobresale el tema de España, cargado de angustia en el inicio.
Los cuarenta
Destacan la poesía neoclásica y la poesía heroica y política. Por otro lado, aparece una corriente existencialista. A mitad de década, surge una poética vanguardista.
En la poesía neoclásica, las revistas tuvieron un importante papel en la difusión de las diversas líneas literarias, como Escorial o Garcilaso.
La poesía existencialista surgió del rechazo de la estética neoclásica, y se centra en el sufrimiento del ser humano, siendo sus temas la búsqueda de Dios o su silencio, las crisis religiosas y la angustia por la muerte inexorable. Se publican Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, un libro de disconformidad; y Sombra del paraíso, de Vicente Aleixandre.
La poesía vanguardista se divide en el postismo (posterior a los ismos), el grupo Cántico (aúnan vanguardismo y poesía de la experiencia) y la tendencia surrealista (influida por los del 27).
Los cincuenta
Es la década de la poesía social, que concibe la poesía como comunicación: la denuncia del dolor y las injusticias, y la lucha por el cambio social y político.
Gabriel Celaya resalta por su intención comunicativa y tuvo etapas vanguardistas, existencialistas, sociales y experimentales. Tranquilamente hablando, Campos semánticos.
Blas de Otero también se distingue en etapas existencialistas, Ángel fieramente humano, en la que habla de la desolación del mundo y el silencio de Dios; y sociales, Pido la paz y la palabra, que constituye una denuncia de injusticias mediante palabras para lograr la paz. Por último, tiene una etapa experimental.
José Hierro presenta rasgos distintos del realismo social. Destacan en sus obras la experiencia personal, la memoria y la sobriedad expresiva. Él mismo considera demasiado intimista su poesía como para ser social, pero distingue entre los reportajes (poemas de carácter narrativo y de lenguaje coloquial) y las alucinaciones (predomina la subjetividad y lo irracional). Se pueden distinguir etapas, pero su obra es bastante uniforme. Con las piedras, con el viento, Quinta del 42.
Los sesenta
Aparece la generación del 50, que concibe la poesía como proceso de conocimiento de la realidad y de uno mismo. Evolucionan desde la poesía social anterior hacia una centrada en lo individual y expresivo con mayor elaboración artística del lenguaje literario. Influyen algunos del 27 como Guillén y Cernuda. Predomina un tono reflexivo o meditativo, un estilo conversacional y son frecuentes la ironía y la intertextualidad. Los rasgos temáticos más importantes son:
- El análisis de la memoria personal y de la experiencia individual e histórica (infancia y juventud perdidas).
- Los temas del paso del tiempo y la concepción de la vida como teatro.
- La metapoesía.
- La presencia de lo religioso.
José Ángel Valente presenta una indagación constante en el lenguaje para llegar al conocimiento poético y a su salvación. En sus primeras obras, busca la verdad con la experiencia, A modo de esperanza. Desde La memoria y los signos, entra en una etapa destructiva de desenmascarar las mentiras mundanas con críticas despiadadas. Le sigue una etapa fragmentaria de un mundo hecho pedazos, y después una etapa de espera receptiva.
Ángel González también puede distinguirse en tres etapas: la primera de decepción y pesimismo existencial con dura crítica (Tratado de urbanismo); la segunda lúdica y de humor (Breves canciones para una biografía); y una tercera de meditación elegíaca (Otoños).
Jaime Gil de Biedma describe su poesía como una invención de una identidad, y trata los temas del paso del tiempo vinculado a las experiencias personales, al cual se liga el amor, y con presencia de paisajes urbanos. Su obra está reunida en Las personas del verbo. Utiliza el desdoblamiento del yo para aportar una visión irónica y distanciada. Destacan el prosaísmo del registro coloquial, el tono conversacional y la intertextualidad.
Los setenta
La promoción del 68 o novísimos renueva el panorama poético, que parten de otras fuentes literarias: poesía anglosajona, vanguardias y Aleixandre, Cernuda, Octavio Paz… Los rasgos que destacan en la promoción son:
- Alejamiento del realismo precedente, defensa de la autosuficiencia del poema y atención preferente al lenguaje, que conllevan una ausencia de lo sentimental.
- Culturalismo, o referencias a elementos culturales del arte, la historia, la mitología y la literatura.
- Presencia de mitos populares creados por los medios de comunicación propios del ámbito urbano.
- Metapoesía, o el tratamiento de la poesía como tema del texto poético.
Formalmente destaca la experimentación y el neobarroquismo, con gran riqueza léxica, imágenes irracionales, enumeraciones caóticas, intertextualidad y gusto por los aspectos visuales. A mediados de la década sobresale un regreso a los sentimientos y a la experiencia del yo poético.
Los ochenta y noventa
Destaca la poesía de carácter realista. En los ochenta se recobra la importancia del yo poético y del compromiso, aparece el humor, la vida cotidiana y las realidades contemporáneas y urbanas.
Hacia los noventa, la poesía dominante es la poesía de la experiencia o figurativa, que tiene como características generales:
- Insistencia en el carácter ficticio del poema y en las experiencias individuales. Tiene cierto carácter narrativo.
- Estética verosímil y realista, en los ámbitos de la ciudad y la cotidianidad.
- Estilo sencillo con rasgos conversacionales y prosaicos, léxico urbano y formas métricas tradicionales.
Otras tendencias son:
- Poesía del silencio: Simbolismo, poesía pura y Jorge Guillén o José Ángel Valente. Álvaro Valverde.
- Poesía neoimpresionista: Componente simbolista, paso del tiempo, descripciones rurales y visión nostálgica. Andrés Trapiello.
- Poesía épica: Rescata la historia, los mitos y los valores pasados, y la naturaleza. Julio Llamazares.
- Poesía neosurrealista: Oscuridad e irracionalismo de las imágenes. Blanca Andreu.
Hasta la actualidad
Destaca la pluralidad de poéticas e intereses, sin corrientes dominantes. Como rasgos generales:
- Influencia de distintas tradiciones literarias, entre ellas la vanguardista.
- Disminución de la presencia del yo poético y tendencia a una visión nihilista y desesperanzada, junto con el vitalismo.
- Búsqueda de trascendencia, análisis del misterio que se encuentra en la realidad.
- Motivos y signos de nuestro tiempo y tendencia poética crítica y política.
- Renovación lingüística e importancia del lenguaje poético.