Literatura Medieval y Renacentista: Mester de Clerecía, Prosa, Romancero y Poesía

Mester de Clerecía: Concepto y Problemas Generales

Definición del Mester de Clerecía

Se define como la escuela de autores cultos de los siglos XIII y XIV que se caracterizan por el uso de la cuaderna vía. La segunda estrofa del Libro de Alexandre puede ser considerada como un manifiesto literario, pues en ella se contemplan las siguientes características:

Características Propias

  • Separación clerecía/juglaría: Aunque los dos mesteres, según Pedro Barcia, actúan sobre una misma tradición cultural, el de juglaría actúa sobre una tradición de carácter nacional y popular y el de clerecía actúa sobre una tradición de ámbito europeo y culta. Esto no impide que aspectos como el carácter narrativo, las llamadas al público, etc., se repitan en ambas escuelas.
  • Arte de clerecía: Es un arte inserto en el saber medieval de la época, de carácter eminentemente culto, con tema no extraído de la tradición popular y que utiliza recursos típicos de los clérigos (amplificatio y abbreviatio).
  • Regularidad métrica: Cuaderna vía (aunque a veces con irregularidades atribuidas a los copistas) frente a tiradas monorrimas asonantes.
  • Román paladino: Aunque pretende crear una lengua usual, no logran renunciar a cultismos y términos desconocidos a veces para el pueblo.
  • El dictado: Utilización de un texto que se toma como base para escribir; se le sigue fielmente, aunque no de manera servil.
  • El didactismo: No se utiliza «el arte por el arte» sino que se une con el «deleitar aprovechando» del Siglo de Oro.
  • El auditorio: Postura ecléctica entre Pelayo y Pidal que postula que fueron compuestas para ser leídas en solitario y luego entregadas a los juglares para su popularización.

Arte del Arcipreste: Lenguaje, Estilo y Métrica

Según Carmelo Gariano, gira en torno a los siguientes elementos:

  • Realismo: Los elementos cotidianos, hasta entonces no aparecidos en literatura, dan un valor documental a la obra. Los textos utilizados son a su vez actualizados y la belleza se expresa a través de conceptos tangibles y no como un reflejo de la divina.
  • Lenguaje mímico: Sobre todo a la hora de describir los encuentros amatorios.
  • Amor humano: Tomado en un aspecto enriquecedor.
  • Recato y pasión: Se recurre a menudo a los eufemismos y se intenta evitar el adulterio a menos que este sea merecido.
  • La mujer y el amor: No será sólo un instrumento de placer, sino que la concibe como compañera. Destacar en este apartado la figura de Trotaconventos.
  • Humorismo, ironía y parodia.
  • Arte juglaresco: Tiene siempre presente al público y, de hecho, entrega a este su obra. Destacar la importancia de la oralidad en el libro.
  • Tema de la muerte: La interpretación de Lapesa ante la muerte de Trotaconventos.

Primeras Manifestaciones Literarias: Las Glosas

Las primeras manifestaciones de la prosa escrita no fueron de tipo literario, pero sí tienen importancia lingüística, pues testimonian que ya no se usaba el latín como lengua de comunicación entre el pueblo y han resultado decisivas para comprender la evolución histórica de nuestra lengua. Las glosas, traducción romance de algunos vocablos dudosos de los documentos latinos, son la primera manifestación escrita en lengua romance. Destacan las Glosas Emilianenses y las Glosas Silenses, fechadas por Menéndez Pidal en el siglo X. Los textos completos en prosa romance más tempranos datan del siglo XII, mucho más tarde que la épica y la poesía, y no alcanzarán la categoría literaria hasta el siglo XIII. La evolución sintáctica del romance junto con la necesidad de escribir en la lengua vernácula documentos políticos, doctrinales y didácticos, propició que el romance le fuera ganando terreno al latín.

Las primeras manifestaciones en prosa romance podemos agruparlas en:

  • “Exempla” y cuentos
  • Obras doctrinales
  • Crónicas

La Prosa en el Siglo XIV

La prosa del siglo XIV incluye las categorías de obras didácticas, crónicas y prosa de ficción. Sin embargo, con el ascenso social de la burguesía, hace su aparición una nueva literatura de tono realista y satírico, que pretende ser un reflejo directo de la vida ordinaria y que muestra enseñanzas de tipo ordinario para enfrentarse a la vida. También encontramos una crisis de los ideales religiosos. El autor que más destaca por encima del resto, y por ello será tratado más adelante, es Don Juan Manuel.

Los exempla van perdiendo su carácter de piezas de sermón para adquirir una renovada perfección en su estructura narrativa, de modo que, aislados del conjunto, se convierten en cuentos. No olvidemos que en estos años Boccaccio escribe su Decamerón y Chaucer los Cuentos de Canterbury.

Prosa Didáctica

En este apartado sobresalen los tratados y escritos religiosos, con autores como el Canciller Ayala, Alfonso de Valladolid o Fray Pedro Fernández Pecha.

Prosa Histórica

Destacan las siguientes obras:

  • Gran Crónica de Alfonso XI (es la obra más interesante del periodo, con múltiples conexiones con el Poema de Alfonso Onceno)
  • Crónica de Veinte Reyes
  • Crónica del Moro Rasis
  • Crónica de Castilla o del Emperador

Prosa de Ficción

Hay que distinguir dos tipos de relatos de aventuras que comienzan a difundirse en el siglo XIII, desarrollándose ampliamente en el siglo XIV: los que tratan distintos temas de naturaleza artúrica son las novelas sentimentales y las de caballería, entre las que destacan el Amadís de Gaula y el Caballero Cifar. De materia troyana serán aquellos que traten del asedio y la destrucción de Troya. La leyenda artúrica aportó un mundo ficticio altamente idealizado, donde privaba la aventura, los valores caballerescos, la magia y los elementos simbólicos y míticos. Todo el compendio de temas bretones dejará una profunda huella en los primeros libros de caballerías españoles: prueba de ello es que esa influencia llega al Quijote, que sueña en la cueva de Montesinos con un mundo en donde se mezclan elementos de la tradición carlomagna con la artúrica.

El Amadís de Gaula

La novela de caballerías nos ha llegado a través de la refundición llevada a cabo por Garci Rodríguez de Montalvo entre 1492 y 1506 y publicada en Zaragoza en 1508. Pero existen testimonios que demuestran que ya circulaba en el siglo XIV. No conocemos la fecha exacta, ni el autor, ni la lengua en que fue escrita.

Libro del Caballero Cifar

Atribuido generalmente a Ferrán Martínez, es la primera novela de caballería de nuestra lengua. En este libro encontramos muchos géneros medievales. Así, junto a temas caballerescos bretones, leyendas cristianas y orientales, se articulan ejemplos o consejos de carácter moral y político.

Romances

Los romances son poemas épicos o épico-líricos, casi siempre breves, compuestos originariamente para ser cantados o recitados al son de un instrumento. José Luis Alborg ha escrito que el romancero constituye la poesía nacional por excelencia: «un inmenso poema disperso y popular», que representa una de las pocas cumbres excelsas en la literatura universal, capaz de llegar al alma de todo un pueblo sin distinción de clases y sin necesidad de preparación intelectual. Están formados por un número indefinido de versos octosílabos con rima asonante en los pares – manteniendo casi siempre la misma rima durante toda la composición -, mientras quedan libres los impares. Éste es el resultado de escribir como versos diferentes los dos hemistiquios de los versos heroicos, los de los cantares de gesta, que tendían a las dieciséis sílabas y eran monorrimos. Los romances más antiguos son de finales del siglo XIV y principalmente del siglo XV. Se llaman romances viejos y pertenecen a la literatura popular y tradicional con todas sus características de transmisión oral, anonimia, variantes, etc.

Características de la Poesía Renacentista

  • Métrica: Se adoptan versos (endecasílabo y heptasílabo) y estrofas (lira, silva, octava real, tercetos encadenados, soneto) procedentes de Italia.
  • Géneros: Aparecen géneros característicos como la égloga (los protagonistas son pastores idealizados), la oda (para asuntos graves) o la epístola (poema en forma de carta).
  • Lengua: En esta época está dominada por la naturalidad y la sencillez, huyendo de la afectación, del amaneramiento y de la frase rebuscada. Así el léxico y la sintaxis serán sencillos.
  • Temas: Los temas preferidos por la poesía renacentista son, fundamentalmente, el amor, concebido desde el punto de vista platónico; la naturaleza, como algo idílico (bucolismo); la mitología, utilizada como tema central o como ornamento para un asunto amoroso y la belleza femenina, siguiendo siempre un mismo ideal clásico.

Tópicos Renacentistas

En relación con estos temas mencionados, existen varios tópicos renacentistas, tomados del mundo clásico algunos de ellos:

  • Carpe diem: Cuya traducción sería «atrapa el día» o «aprovecha el momento». Con él se aconseja el disfrute de la vida antes de la llegada de la vejez.
  • Descriptio puellae: Descripción de la belleza ideal de la mujer. Porque los autores renacentistas buscan la belleza formal, la perfección de la forma. Por eso, la mujer siempre aparece como un ser bello, perfecto, casi angelical. Es una diosa.
  • Beatus ille: Alabanza de la vida del campo, apartado de lo material, frente a la vida de la ciudad, con sus peligros e intrigas.
  • Locus amoenus: Descripción de una naturaleza perfecta e idílica.
  • Aurea mediocritas: Gusto y satisfacción por lo sencillo, lo que se posee… Frente al deseo desmesurado de riquezas.
  • Collige, virgo, rosas: Exhortación a una mujer para que disfrute del amor antes de que el tiempo acabe con su belleza.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *