Elementos clave de la narración: estructura, tiempo, personajes y tipos de narrador

¿Qué es la narración?

La narración es el relato de uno o más hechos que se han producido en un determinado contexto y que se entienden según un orden cronológico. Conviene distinguir el concepto de narración como variedad del discurso frente al término de narración entendido como uno de los géneros literarios. El texto narrativo, como variedad del discurso, es una forma de transmitir información donde el emisor adopta una determinada perspectiva ante la realidad de la que habla, y aparece en situaciones comunicativas distintas: una conversación, medios de comunicación, debates y en la comunicación literaria.

Funciones y elementos narrativos

En los textos narrativos abunda la función referencial, puesto que nos interesan los hechos, los sucesos; en definitiva, los recursos del discurso.

Elementos de la narración:

  1. Emisor: narrador, la voz que cuenta los hechos. Conviene no confundir emisor con el autor real.
  2. Referente: los elementos de la realidad de la narración aparecen realizados mediante la acción, personajes, espacio y el tiempo narrativo.
  3. Canal: condiciona el uso de determinadas técnicas narrativas.
  4. Código: el autor puede ajustarse a las reglas de ese código y crear entonces un relato de género, o bien puede crear nuevas técnicas y nuevos géneros. Ejemplo: monólogos.

Estructura de la acción

Puede ser muy variada y depende tanto de la intención y originalidad del autor como del género concreto en el cual se inscribe el relato. El esquema clásico: planteamiento, nudo y desenlace. Es frecuente que, partiendo de este esquema básico, el autor introduzca alteraciones de distinto tipo que transforman la estructura clásica «*ab ovo*». De esta forma, puede prescindir de la presentación y comenzar la narración directamente por el nudo (comienzo *in media res*): N+P+D, o incluso iniciar el relato por el final de la historia (*in extrema res*): D+P+N. Ambas técnicas alteran el orden lineal de los acontecimientos y obligan a narrar sucesos que cronológicamente son anteriores a lo narrado.

El tiempo narrativo

Hay que tener en cuenta el tiempo narrativo, que se refiere a la época histórica en la que tienen lugar los hechos contados. El tiempo interno alude tanto al orden de los acontecimientos narrados como a su duración. Se suele distinguir entre tiempo de la historia y, por otro lado, tiempo de la narración. La relación entre el tiempo de la historia y el de la narración determina el ritmo del relato.

Técnicas para alterar el orden cronológico

  1. Evocaciones retrospectivas: pueden narrar hechos que sucedieron anteriormente según el orden cronológico de la historia. Constituyen, por tanto, saltos temporales en el tiempo.
  2. Narración de acciones simultáneas: narra acontecimientos distintos que están sucediendo al mismo tiempo mediante dos episodios contiguos pero bien diferenciados. Las referencias temporales externas permiten que el lector entienda que esas acciones se llevan a cabo al mismo tiempo.
  3. Elipsis: selecciona los acontecimientos prescindiendo de los que no resulten de interés para la acción. De esta forma, se consigue acelerar el ritmo de la narración.
  4. Digresiones y descripciones: retardan el ritmo narrativo. Las digresiones son juicios u opiniones del narrador insertados en el relato. Las descripciones pueden responder a personajes, lugares, etc.

Personajes

Son los elementos de la estructura narrativa que llevan a cabo las acciones contadas por el narrador. Podemos distinguir entre personajes principales (los más significativos dentro de la acción narrativa), secundarios (también destacados en episodios particulares) y fugaces (personajes que participan particularmente, pero luego desaparecen). Podemos distinguir también entre protagonistas (personajes fundamentales en la organización del relato) y el antagonista (contrario al protagonista). En algunas novelas contemporáneas no existe ningún personaje que destaque sobre los demás: protagonista colectivo.

Las técnicas más relevantes son:

  1. Monólogo interior: a través del cual se muestra al lector los pensamientos más íntimos del personaje. Ejemplo: flujo de conciencia.
  2. Atributos del personaje: rasgos del personaje, que están identificados de esta forma concreta o bien simbólicamente.

Tipos de personajes

  1. Personajes planos: son identificados con un determinado rasgo humano. Estos no presentan conflictos de tipo psicológico ni evolucionan a lo largo del texto (*Mío Cid*).
  2. Personajes redondos: presentan conflictos psicológicos de los seres humanos, y estos evolucionan a lo largo de la historia (*Lazarillo*).

Narrador

Es el supuesto emisor de la información narrativa. Es la voz que cuenta la historia, la sitúa en un tiempo y en un espacio, describe a los personajes y, a veces, introduce digresiones al receptor. Se denomina narrador externo cuando cuenta hechos en los que se supone que no ha participado y se limita a narrarlos desde fuera. Por contra, se utiliza un narrador interno cuando es la voz de uno de los personajes, los que participa en la acción. El narrador omnisciente es el que lo sabe todo sobre el universo novelesco y domina en el relato a modo de demiurgo. Posee conocimiento absoluto de la historia. El narrador limitado mantiene cierta omnisciencia con respecto a un solo personaje, pero evita entrar en los pensamientos. El narrador objetivista intenta ocultarse casi de la narración.

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