Contexto Histórico: España a Principios del Siglo XX
El inicio del siglo XX en España estuvo marcado por las repercusiones de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Aunque España se mantuvo neutral, la posguerra trajo consigo una profunda depresión económica. En este contexto, surgieron movimientos como el fascismo italiano en 1917 y la revolución comunista en Rusia. La población española se vio afectada por el incremento de impuestos, lo que generó un empobrecimiento generalizado. Además, las derrotas sufridas en la Guerra de Marruecos agravaron la crisis. La monarquía y el ejército, buscando una salida a esta situación, apoyaron el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923, que instauró una dictadura militar. Finalmente, el 14 de abril de 1931, tras unas elecciones, se proclamó la Segunda República.
Novecentismo: La Generación de 1914
El Novecentismo, también conocido como la Generación de 1914, fue un movimiento cultural que surgió en la segunda década del siglo XX en España. Se caracterizó por su oposición al arte del siglo XIX, considerado obsoleto.
Características del Novecentismo
- Racionalismo: Se prioriza la razón y la claridad expositiva.
- Antirromanticismo: Se rechaza el sentimentalismo en favor de la objetividad.
- Defensa del «arte puro»: Se busca una poesía menos recargada, enfocada en el placer estético.
- Aristocratismo intelectual: Las obras están dirigidas a un público culto y preparado.
- Estilo cuidado: Se presta especial atención a la estructura y la belleza formal.
Las Vanguardias: Ruptura y Experimentación
Las Vanguardias fueron una serie de movimientos artísticos que rompieron con las convenciones estéticas tradicionales. Entre las más destacadas se encuentran:
Expresionismo
El Expresionismo rechaza la representación objetiva de la realidad externa y se enfoca en la expresión del mundo interior. Se caracteriza por la exageración de rasgos físicos y psicológicos, la presencia de personajes extraños, caricaturas y situaciones absurdas. Entre sus figuras más importantes se encuentran Frank Kafka, autor de «La Metamorfosis», y Bertolt Brecht.
Futurismo
El Futurismo exalta el futuro y rechaza el pasado. Se sustituye la mitología por temas de la vida cotidiana. Marinetti promovió el entusiasmo por la violencia, la acción y las guerras, mientras que Vladimir Maiakovski aportó originalidad formal y un carácter más humanizado a sus textos.
Cubismo
El Cubismo se centra en la creación de una realidad propia, la superposición de planos y la experimentación con la tipografía. Guillaume Apollinaire es famoso por sus caligramas, poemas visuales donde las letras forman un dibujo.
Dadaísmo
El Dadaísmo cuestiona los valores tradicionales de forma provocadora, con una predisposición al absurdo y lo ilógico. Tristan Tzara defendía que cualquier cosa puede ser una obra de arte.
Creacionismo
El Creacionismo, difundido por Vicente Huidobro, utiliza la metáfora como una asociación ilógica para establecer una relación arbitraria entre dos realidades.
Ultraísmo
El Ultraísmo niega el arte anterior a su época, enfocándose en la percepción del mundo a través de objetos cotidianos. Busca la belleza en el propio poema, con preferencia por objetos duros y no sentimentales, y un gusto por el chiste, el deporte, la velocidad y la juventud.
La Prosa en el Novecentismo y las Vanguardias
Ensayistas
Destaca José Ortega y Gasset, autor de «La rebelión de las masas» y «La deshumanización del arte». Su obra se caracteriza por un enfoque antirromántico y antirrealista. También fue el fundador de la «Revista de Occidente».
Novelistas de la Generación de 1914
Entre los novelistas más importantes se encuentran Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala y Ramón Gómez de la Serna. Este último fue un escritor vanguardista español conocido por sus greguerías, además de escribir obras de teatro, biografías, comedias y novelas.
La Poesía: Juan Ramón Jiménez
La poesía de la época busca alejarse del Modernismo, eliminando la retórica superficial, frenando el sentimentalismo y acentuando el componente intelectual. Se observa una influencia de la poesía tradicional y una ruptura con la poesía anterior.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958) es una figura clave. Nació en Huelva y se casó con Zenobia Camprubí. Llevó una vida social apartada y recibió el Premio Nobel de Literatura en 1956. Su obra se divide en tres etapas:
Etapas de la Obra de Juan Ramón Jiménez
- Época sensitiva: Obras como «Arias tristes» y «Jardines lejanos» reflejan un tono decadente y doloroso, con una marcada presencia de la soledad y la melancolía, y una decoración modernista recargada.
- Época intelectual: «Diario de un poeta recién casado» y «Eternidades» marcan una ruptura con el Modernismo. Se caracteriza por una poesía pura, sencilla, sin adornos, con un uso predominante de sustantivos y una ausencia de sentimentalismo.
- Época verdadera: En «La estación total», escrita durante sus años de exilio, se observa una naturaleza metafísica que va más allá de la realidad, con una gran obsesión por la muerte.
Platero y yo
«Platero y yo» es una de las obras en prosa más conocidas de Juan Ramón Jiménez. Abundan rasgos modernistas como el anhelo de la naturaleza, el ansia de belleza, la presencia del campo y una actitud afable. Sin embargo, también se abordan temas como la violencia, el odio, la justicia, el dolor y la muerte.
El Teatro: De Benavente a Valle-Inclán
En el teatro destacan las comedias de Benavente y sus sucesores. Carlos Arniches fue un autor de teatro cómico, conocido por sus sainetes de ambiente madrileño. Jacinto Grau escribió «El señor de Pigmalión».
Ramón del Valle-Inclán
Ramón del Valle-Inclán fue un defensor del Modernismo y director de la Real Academia Española en Roma. Su obra teatral se divide en cuatro periodos:
Periodos de la Obra de Valle-Inclán
- Etapa decadentista: Destacan las sonatas «Sonata de otoño», «Sonata de estío», «Sonata de primavera» y «Sonata de invierno», que ligan simbólicamente las estaciones del año. Se caracterizan por un ambiente de preciosos jardines y lujosos interiores, con un esmerado lenguaje y estilo cuidado.
- Etapa del primitivismo: «Comedias bárbaras» (teatro) y «La guerra carlista» (novela) reflejan violencia, crueldad, destrucción y brutalidad.
- Etapa de las farsas y obras artificiosas: Obras complicadas y farsas cómicas donde se exagera, caricaturiza, ridiculiza y critica la realidad.
- Etapa de los esperpentos: «Luces de Bohemia», «Divinas palabras» y «Tirano Banderas» mezclan lo cómico y lo serio. Los personajes son concebidos como títeres, y se utiliza la caricatura y la deformación de la realidad con un tono de farsa e intención burlesca.