Evolución y Temas Clave del Teatro de Federico García Lorca

Evolución del Teatro de Federico García Lorca

Podemos dividir la evolución del teatro lorquiano en tres momentos de desigual extensión:

  • Los comienzos: las primeras experiencias dramáticas en los años 20.
  • La experiencia vanguardista: de principios de los años 30.
  • La etapa de plenitud: de sus últimos años.

Los comienzos teatrales

Lorca comienza su trayectoria dramática con El maleficio de la mariposa, la cual fue un fracaso. Trata del amor de un cucaracho por una mariposa. En esta obra ya se encuentra la frustración y el amor imposible. Su primer éxito en los escenarios, tras varias piezas breves inspiradas en el guiñol Títeres de cachiporra, fue una obra muy distinta: Mariana Pineda, que trataba sobre la heroína que murió ajusticiada en Granada en 1831. Se trata de un drama de amor trágico en verso, con influencias modernistas, al estilo del teatro de Marquina. Lorca hace ya una pequeña obra maestra con intención renovadora: La zapatera prodigiosa trata de una joven hermosa casada con un zapatero viejo y representa el mito de nuestra pura ilusión insatisfecha. También Lorca escribió Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, otro amor trágico, y Retablillo de don Cristóbal, que representa el amor desigual. Lorca ha experimentado con distintos géneros y registros: el teatro simbolista y el modernista, el drama y la farsa, etc.

La experiencia vanguardista

Tras el éxito de su Romancero gitano, Lorca experimenta una crisis vital y estética. En lo vital, tiene que ver con su homosexualidad, y en lo estético, sus inquietudes y ciertas críticas le llevan a plantearse los fundamentos de su creación, buscar un nuevo lenguaje y entrar en el terreno del surrealismo. Fruto de su crisis personal y estética surrealista será su poemario Poeta en Nueva York y misterios o comedias imposibles. La primera es El público, cuyos personajes encarnan las obsesiones y los conflictos secretos del poeta. En la obra se percibe una acusación contra la sociedad que condena al homosexual. La segunda es Así que pasen cinco años, que presenta a un joven dividido entre dos amores, animado por un ansia de paternidad imposible.

La etapa de plenitud

A esta etapa corresponden Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba. En casi todas ellas la mujer ocupa un puesto central; en sus obras las mujeres, los gitanos o los negros son criaturas marginadas o marginales. Bodas de sangre se basa en una novia que escapa con su amante el mismo día de su boda. Se trata de una pasión que desborda barreras morales y sociales y desemboca en la muerte. Yerma es el drama de una mujer condenada a la infecundidad. Doña Rosita la soltera trata la espera inútil de amor. La casa de Bernarda Alba trata temas como la libertad frente a la autoridad, la frustración vital, la crítica social, los instintos naturales frente a las normas morales y sociales, etc. En esta obra el estilo y el lenguaje están sabiamente elaborados, se presencian elementos simbólicos (blanco, negro, caballo…) y prescinde de todo elemento retórico accesorio.

Ejes Temáticos de La Casa de Bernarda Alba

El tema principal de la obra es el enfrentamiento entre una madre autoritaria y rígida, representada por Bernarda, y el deseo liberal representado por Adela y María Josefa. Se trata de un enfrentamiento entre dos ideologías y dos actitudes vitales, aunque en la obra también tienen relevancia otros temas secundarios como la censura a la hipocresía, la honra, la marginación de la mujer, una historia amorosa, etc.

El tema central

Se plantea desde el comienzo de la obra: Bernarda trata de imponer normas autoritarias, ya que es cabeza de familia tras la muerte de su marido; su madre, María Josefa, y su hija Adela se rebelan hacia este dominio. Las demás hijas se resignan a su suerte y las criadas tienen miedo a Bernarda. Ella tiene mucho autoritarismo, impone un luto de ocho años por la muerte de su marido; para ella, la hija que desobedece deja de ser hija, pero Adela tiene un impulso amoroso y ansia de libertad, y su rebeldía se muestra desde el principio: lleva un abanico de flores rojas y verdes mientras el luto es negro, expresa sus deseos de libertad, luce su vestido verde ante las gallinas y, al final, parte el bastón de su madre en dos. Por último, su suicidio muestra la defensa de la libertad imposible. María Josefa muestra su rebelión a través de la locura.

Temas secundarios

En la obra hay otros temas secundarios como el amor sensual y la búsqueda del varón (expresado en las vivencias auténticas y las historias amorosas contadas en la obra), la injusticia social (se muestra en la desigualdad social, la crueldad y humillación y la mezquindad), la hipocresía (mostrada mediante la obsesión por la limpieza y la necesidad de aparentar), la honra (porque se apoyan en la tradición y se impone un comportamiento rígido), la marginación de la mujer (ya que condena a las mujeres de moral relajada) y la envidia y odio (observado en el odio hacia Bernarda y Angustias y el odio entre Adela y Martirio).

Planos de La Casa de Bernarda Alba

Plano poético

En La casa de Bernarda Alba se combinan realidad y poesía. La obra supera los límites del realismo, aunque la acción se sitúe en un marco realista. Los personajes, la situación dramática y el espacio simbólico están vistos desde una dimensión poética. El lenguaje poético de García Lorca se integra en el habla de los personajes, donde se mezclan el lenguaje coloquial y figuras literarias como, por ejemplo, imágenes, hipérboles, comparaciones, etc. Por último, los detalles realistas presentes en el primer acto van disminuyendo; en el tercer acto aparecen elementos fantásticos, mágicos o poéticos.

Plano simbólico

Los símbolos constituyen uno de los pilares creadores en la producción de Lorca.

  • El simbolismo de las flores: representan pasión, amor y relación sexual (Adela y el abanico de flores, y Paca la Roseta tiene relaciones sexuales en el olivar).
  • El valor simbólico de los colores: por ejemplo, el blanco (simboliza vida, amor, libertad), el negro (odio, tristeza, muerte) y el verde (rebeldía y, a veces, muerte).
  • Otros: los árboles (tienen valor simbólico de fuerza y virilidad), la luna (erotismo y muerte), el caballo (la pasión sexual), la oveja (imagen del niño y fertilidad), el perro (sumisión), el bastón de Bernarda (poder tiránico) y el agua (deseo sexual).

Por último, los nombres también ayudan a conocer algunos de los rasgos.

Plano social

En La casa de Bernarda Alba se desarrolla un conflicto entre autoridad y libertad. Bernarda impone en su casa un orden contra el que no se admiten protestas. En la obra aparece como raíz el principio de autoridad. Las relaciones humanas están dominadas por los sentimientos de envidia y odio, y las criadas de Bernarda y los vecinos la odian. Desde el primer acto, Lorca pone de manifiesto las tensiones de la sociedad de su época, y en su obra se plantea una jerarquía social bien establecida, y el ambiente está saturado de aspereza rural. También cabe destacar que Lorca no toma partido, solo presenta, por eso sitúa frente a la exigencia vital la intransigencia de Bernarda.

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