Panorama General del Teatro a Inicios del Siglo XX
En las primeras décadas del siglo XX, se pueden diferenciar dos corrientes en el teatro español: las tendencias teatrales continuistas y los intentos de renovación.
Tendencias Teatrales Continuistas
- Jacinto Benavente: Sus obras se caracterizan por la mesura en la composición de situaciones y caracteres, y por el minucioso realismo de la puesta en escena. Sus dramas se centran en la alta burguesía, la farsa y el drama rural.
- Teatro cómico: Fue el género predilecto por el público. Incluía música, canto y baile. Destacan los hermanos Álvarez Quintero y la tragedia grotesca de Carlos Arniches.
- Teatro en verso: Siguió la efímera moda del teatro francés. Abordó temas históricos o fantásticos y empleó metros modernistas. Su principal cultivador fue Eduardo Marquina. En sus obras históricas se exaltan episodios del pasado. Trató también el drama rural utilizando el verso.
Intentos de Renovación Teatral
- Jacinto Grau: Trató de superar la estética naturalista con la restauración de la tragedia (Entre llamas), el mito de Don Juan y la crítica social (Ildaria).
- Miguel de Unamuno: Creó un teatro desnudo, omitiendo lo que no dependiera de la palabra, alejado de la retórica verbal (La esfinge, Fedra, El otro).
- Azorín: Teatro antirrealista para combatir la estética naturalista (Lo invisible, Old Spain).
- Valle-Inclán: Se inició en el simbolismo (El marqués de Bradomín), profundizando en la farsa (La marquesa Rosalinda), así como también en nuevas formas de lo trágico (Comedias bárbaras), hasta llegar a su máxima creación: el esperpento (Los cuernos de don Friolera, Luces de bohemia).
- Federico García Lorca: Comenzó con el teatro modernista, profundizando en la farsa (La zapatera prodigiosa) y en las tragedias (Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba).
La Producción Dramática de Benavente
La producción dramática de Benavente contentó a la burguesía. Su teatro compone una crónica de las preocupaciones y prejuicios burgueses, con una leve ironía.
Concepción del Drama
Para Benavente, el teatro debía ser un instrumento de ilusión y evasión. En sus obras sobresale el diálogo, natural, fluido, siendo este sentencioso. Sustituye la acción por la narración y el diálogo. Sus obras se desarrollan en escenarios variados, como El nido ajeno o Rosas de otoño, que se desarrollan en interiores burgueses ciudadanos, mientras que obras como La noche del sábado o La mariposa que voló sobre el mar se desarrollan en interiores cosmopolitas.
Obras Destacadas
- Los intereses creados: Obra que gozó de gran éxito en su época, situada en el ámbito de la farsa. Se desarrolla el tema del poder del dinero, destacando en esta obra el diálogo y su grandeza poética, creando así una sátira de carácter universal.
- La malquerida: Es un drama rural, en el cual destaca el sentido de la honra, propio de los dramas rurales. En esta obra, se intenta reproducir el lenguaje popular. La lucha entre la pasión y la prohibición caracteriza esta obra. El estilo del lenguaje es directo y sobrio.
Valle-Inclán y el Teatro en Libertad
En su trayectoria dramática observamos una clara voluntad de renovación temática y formal, así como la pretensión de romper con el teatro de su época.
Los Inicios Dramáticos: Dramas Decadentistas
Valle-Inclán aplicó el modernismo al drama. Sin embargo, se alejó del teatro simbolista al incorporar personajes de actitud y lenguaje realistas. En sus primeras obras, dramatiza el tema del adulterio, libre de la carga ética de la alta comedia. Estas obras son El marqués de Bradomín y El yermo de las almas, en la cual se critican la religión y el orden de la sociedad burguesa.
Dramas de Ambiente Galaico
Comedias bárbaras, El embrujado y Divinas palabras constituyen el ciclo mítico, pues están relacionadas por sus temas, personajes, atmósferas y significado. En estas obras se representa una sociedad arcaica, en la cual la existencia humana está regida por la lujuria, la soberbia, la crueldad, el pecado, el despotismo, el sacrilegio y la superstición.
- Comedias bárbaras es una trilogía (Águila de blasón, Romance de lobos, Cara de Plata). Sus personajes se mueven por impulsos elementales del ser humano y actúan movidos por razones oscuras.
- El embrujado se desarrolla en un mundo regido por la avaricia, la lujuria y la fatalidad. Se caracteriza por una menor complejidad escenográfica.
- En Divinas palabras se produce la sintonía del mundo distorsionado de los esperpentos y la estilización decadentista.