Pío Baroja
- El pesimismo: Influido por Schopenhauer, para Baroja la vida es una lucha continua, llena de sufrimiento y carente de finalidad. Desde una perspectiva individualista y escéptica, refleja una visión crítica de la realidad española. En *El árbol de la ciencia* queda patente su pesimismo: el protagonista es un médico que acaba suicidándose después de perder a su mujer y al bebé en el parto.
- Retrato de las clases bajas: Es un tema frecuente el retrato de las clases más bajas de ciudades como Madrid, como ocurre en *La busca*. En esta novela, el protagonista oscila entre las dos posibilidades que se le ofrecen en la sociedad: la delincuencia y el trabajo honrado.
- Descripción de paisajes: Al lado de los ambientes urbanos, describe los paisajes en los que se mueve el protagonista. Sus descripciones se basan en breves pinceladas que destacan unos pocos detalles físicos y psicológicos para conseguir una visión de conjunto.
- El estilo: Es claro y ágil, de frases cortas y párrafos breves, con abundantes diálogos.
Miguel de Unamuno
- La novela como medio de expresión filosófica: Para él, la novela es el medio para expresar problemas filosóficos e inquietudes existenciales. La acción es casi inexistente, y tampoco existe la descripción, porque sus novelas se centran en el conflicto interior del personaje, expresado mediante monólogos y diálogos. Unamuno es consciente de que este tipo de obras no son estrictamente novelas, por lo que las denomina nivolas.
- Estilo: En cuanto a su estilo, podemos destacar las paradojas y las antítesis, reflejo de las contradicciones internas de los personajes.
- Renovación del vocabulario: Además, renueva el vocabulario dando nuevos sentidos a las palabras, o reutiliza términos en desuso.
- Tema central: El tema central de su narrativa es el ansia de inmortalidad. El autor experimenta el conflicto entre un impulso religioso (la voluntad o necesidad de creer en Dios) y la razón, que le impide tener fe.
Azorín
- Ausencia de hilo narrativo y predominio de la descripción: Los textos de Azorín se caracterizan por la ausencia de hilo narrativo y por el predominio de la descripción. La frontera entre la novela y el ensayo casi desaparece: sus obras son una sucesión de cuadros o fotografías fragmentarias, interrumpidas por reflexiones sobre diversos temas: la muerte, la voluntad de vivir, el tiempo y su visión de España.
- Tema central: El tema central de su obra es la reflexión sobre el tiempo. La vida es un constante caminar hacia la destrucción, por eso en su novela es un aspecto fundamental la contemplación del paso del tiempo con nostalgia y dolor.
- Otros temas: Otros temas presentes en su obra son el paisaje, sobre todo el de Castilla, el pasado de España y las preocupaciones sociales.
- Carácter autobiográfico: A menudo sus novelas tienen carácter autobiográfico, rasgos personales que le llevan incluso a introducir en ellas un personaje llamado Antonio Azorín, quien representa la conciencia del propio escritor y del que posteriormente tomará su seudónimo.
- Estilo: Su estilo se caracteriza por la precisión, la sencillez y el uso de frases breves. Además, es típico de su prosa el detallismo descriptivo.
- Riqueza de vocabulario: Por otra parte, destaca la riqueza de vocabulario, producto de la búsqueda de palabras olvidadas.
El Modernismo: Rubén Darío y Delmira Agustini
- Esteticismo: La aspiración fundamental del poeta es la creación de belleza a través del lenguaje. Para ello utiliza un lenguaje muy elaborado, lleno de cultismos, retórico y alejado de la lengua común.
- Sensorialidad: La presencia de términos relacionados con todos los sentidos, pero especialmente con la vista y el oído; la sinestesia; los recursos que aportan musicalidad (la aliteración, las repeticiones como las anáforas o los paralelismos); las metáforas brillantes y las palabras esdrújulas.
- Métrica: La métrica modernista se basa en ritmos marcados, por lo que se prefieren las rimas consonantes y los versos largos, como los alejandrinos, que habían sido utilizados en la Edad Media, y otros nuevos, como los de 10 o 12 sílabas.
Temas del Modernismo
- Exotismo: El rechazo hacia la realidad, a la que desprecian por su vulgaridad, lleva a los modernistas a épocas y lugares alejados: la Grecia clásica, la Francia de Versalles, la Edad Media, las culturas precolombinas… Como corresponde a esta tendencia cosmopolita, la ciudad favorita de los modernistas es París.
- Ambientación alejada de lo cotidiano: Aparecen con frecuencia objetos aristocráticos y lujosos, sofisticados, artificiosos, meramente decorativos, propios de los cuentos de hadas: unicornios, jardines franceses, princesas y cisnes, símbolos, estos últimos, de la belleza. Como muestra de esta tendencia podemos citar la famosa “Sonatina” de Rubén Darío («La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?»).
- El erotismo: Se concibe como una provocación hacia los prejuicios burgueses y está simbolizado a menudo por personajes de la mitología clásica. Es frecuente también el decadentismo, una tendencia que se caracteriza por la descripción de prácticas sexuales inaceptables para la sociedad: la homosexualidad, el incesto, la presencia de lo macabro, las mujeres fatales…
- La melancolía: La melancolía o el hastío tiñen muchos poemas modernistas. Este sentimiento se debe a la aspiración a un ideal indefinible e inalcanzable, que caracteriza a esta época.
- Existencialismo: Relacionado con ese malestar, aparece el tema existencial, la creencia de que la vida carece de sentido y la obsesión por la muerte.
Rasgos de la Generación del 98
- Temática existencial: La temática gira en torno a los problemas existenciales del protagonista: la falta de sentido de la vida, la angustia ante la muerte, las dudas sobre la existencia de Dios y de la vida eterna. En esta visión negativa de la existencia es palpable el influjo de filósofos centroeuropeos como Schopenhauer y Nietzsche.
- Protagonistas pesimistas: Los protagonistas están marcados por el pesimismo. Son personajes inadaptados y frustrados que caen en el más hondo pesimismo, que no logran encontrar sentido a su existencia. Son seres abúlicos (sin voluntad), desorientados, que experimentan una crisis vital y que acaban fracasando.
- Importancia de la forma: La historia pierde relieve. El argumento (el qué se cuenta) tiene menos importancia que la forma (el cómo se cuenta). La acción, excepto en algunas novelas de Baroja, es mínima, y ganan espacio las reflexiones filosóficas o políticas. En este sentido, se puede afirmar que las novelas del 98 tienen rasgos propios del ensayo, género que también cultivaron los novelistas.
- Estructura fragmentaria: La estructura de la novela es fragmentaria: se basa en sucesiones de episodios, descripciones y reflexiones, con frecuentes saltos temporales y elipsis. Todo esto provoca que los hechos narrados queden desdibujados o indeterminados.
- Narrador subjetivo: El narrador omnisciente decimonónico se sustituye por las intervenciones abiertamente subjetivas del narrador, que manifiestan las ideas de los autores. También los diálogos entre los personajes funcionan como transmisores de las inquietudes de los novelistas.
- Estilo sobrio y cuidado: El estilo, sobrio y cuidado, es una reacción contra la grandilocuencia y el prosaísmo de la literatura anterior. Usan oraciones breves, párrafos cortos y cuidan el vocabulario, que a veces incluye términos arcaicos o inusuales.
Temas de *El lector de Julio Verne* de Almudena Grandes
1. Novela de aprendizaje
*El lector de Julio Verne* es una novela de aprendizaje que sigue el desarrollo de Nino, un niño tímido e indeciso que, a lo largo de la historia, se va transformando en una persona más fuerte y decidida. Su proceso de madurez está marcado por la influencia de dos figuras importantes: Pepe el Portugués, un guerrillero que lo guía y le enseña a luchar por lo que es justo, y doña Elena, una maestra retirada que le introduce en el mundo de la lectura y el conocimiento. A través de estas relaciones, Nino descubre la verdad sobre el mundo y se convierte en alguien dispuesto a enfrentar los desafíos de la vida.
2. La dura realidad de la posguerra
*El lector de Julio Verne* describe la dura realidad de la España rural en la primera posguerra, marcada por la dictadura franquista y sus secuelas. A través de los ojos de un niño, la novela expone la represión brutal, las torturas y las ejecuciones que vivió la población, especialmente aquellos que seguían apoyando a la causa republicana. Se aborda la vida de los «perdedores» del conflicto, no solo los republicanos, sino también aquellos que, como el padre de Nino, se ven atrapados en un sistema injusto.
Los temas centrales incluyen:
- La represión
- La represión cultural
- Los bandos enfrentados
- El miedo
La novela captura la violencia, el miedo y las contradicciones morales de la época, explorando cómo afectaron tanto a los opresores como a los oprimidos.
3. Temas secundarios
*El lector de Julio Verne* también aborda varios temas secundarios clave:
- Metaliteratura: La novela hace constantes referencias a obras literarias, como *La isla del tesoro* y los *Episodios nacionales*, y rinde homenaje a autores como Julio Verne y Galdós, vinculando sus historias con la vida de Nino.
- La lectura: La lectura es fundamental para el crecimiento de Nino, ya que le abre un mundo nuevo, le permite pensar de manera independiente y lo motiva a luchar contra el régimen de Franco, eligiendo su propio destino.
- La educación: La novela presenta dos enfoques educativos: doña Elena, una maestra abierta que fomenta el pensamiento independiente, y don Eusebio, un maestro autoritario que limita la libertad de expresión de sus alumnos.
Estos temas reflejan la importancia de la literatura y la educación en la formación del carácter de Nino.