Generación del 98 y Modernismo: Dos Caras de la Misma Moneda
Durante años, la crítica literaria entendió el Modernismo y la Generación del 98 como dos movimientos contrapuestos. Sin embargo, en la actualidad, se perciben como dos manifestaciones complementarias de fin de siglo. Podemos incluir en la Generación del 98 a Ramiro de Maeztu, Azorín, Pío Baroja, Miguel de Unamuno, Antonio Machado y Valle-Inclán. Aunque estos autores no siempre comparten características y trayectorias coincidentes, podemos señalar algunos rasgos comunes.
El Problema de España y el Regeneracionismo
Uno de los principales rasgos es el problema de España. Debido a la etapa que vive el país (el desastre del 98), se generan cientos de páginas en las que los escritores analizan la realidad social, política y cultural de España. Surge así la figura del intelectual, que se convierte en una referencia para la sociedad.
Los escritores noventayochistas preconizan una regeneración espiritual, que pasa por recuperar los rasgos que configuran la identidad de España. Para los autores, la esencia del país radica en su paisaje y su literatura. Sienten una inmensa fascinación por Castilla.
Crítica, Primitivismo y Subjetividad
En las obras de los escritores del 98 se critican, en ocasiones, aspectos de la realidad española. Con el rechazo del presente, surgen actitudes primitivistas, que sugieren un regreso a la inocencia o a la autenticidad perdida, exaltación de lo sencillo, interés por la literatura española medieval y recuperación de un vocabulario popular. Frente a la objetividad del Realismo y del Naturalismo, los escritores noventayochistas se caracterizan por una intensa subjetividad.
Estos escritores llevan a cabo una transformación del lenguaje con el cuestionamiento y la superación del paradigma realista, el simbolismo o los esperpentos.
Principales Autores y Obras de la Generación del 98
Azorín: La Captura del Instante
Uno de los principales representantes de la novela del 98 es José Martínez Ruiz, Azorín. Las características de su narrativa son:
- El tiempo como repetición o la idea del eterno retorno.
- La literatura como fuente de inspiración.
- La reivindicación de los pequeños detalles.
- La voluntad por captar o eternizar el instante con un léxico preciso y rico.
- La deliberada ausencia de acción o fábula.
Sus obras más destacadas son La voluntad y Confesiones de un pequeño filósofo. También cabe destacar Castilla, formada por doce textos que recrean personajes de obras literarias y en cinco de ellos aparece el motivo de la reiteración en el tiempo de una escena o sentimiento <Las nubes>.
Pío Baroja: Pesimismo y Realismo
Otro de los novelistas principales del 98 fue Pío Baroja, el cual escribió más de noventa novelas como La busca y El árbol de la ciencia. Es el autor que incorpora elementos de la novela realista. Sus características son:
- El pesimismo.
- Los personajes polarizados.
- Una estructura abierta con episodios aparentemente inconexos.
- Un estilo claro con especial importancia al diálogo.
Miguel de Unamuno: El Conflicto Interior
Para finalizar con los novelistas del 98, tenemos a Miguel de Unamuno, en cuya obra literaria expresa su yo más íntimo. Incapaz de aceptar su finitud, experimenta el conflicto entre el impulso religioso y la razón, como ocurre con el párroco en San Manuel Bueno, mártir, que ha perdido la fe, pero finge ante sus feligreses. El deseo de perdurar aparece en la novela Niebla, en la que el protagonista toma la decisión de suicidarse; cuando este decide que debe morir, se rebela y pide a su creador seguir viviendo. Esta novela, escrita sin plan previo, responde al concepto de nivola, ya que se centra en el conflicto interior del personaje.
Antonio Machado: Poesía y Reflexión
Respecto a la poesía noventayochista, destaca el poeta Antonio Machado. En Soledades, galerías y otros poemas, el autor reflexiona en un íntimo monólogo sobre la sociedad, el hastío, la angustia por el paso del tiempo, la búsqueda de Dios, la nostalgia de la infancia, la juventud o el amor perdido. Por otro lado, los poemas Campos de Castilla fueron escritos durante los cinco años que Machado vivió en Soria. También son importantes sus últimos poemas, Nuevas canciones, y su obra en prosa.
Valle-Inclán: Teatro y Esperpento
En relación con los dramaturgos de la Generación del 98, Valle-Inclán fue el más importante, con Comedias bárbaras, formada por tres obras, y, por otra parte, Divinas palabras. También cabe destacar la obra Luces de Bohemia, que presenta quince escenas divididas en tres grupos.
Conclusión: La Renovación Literaria
En definitiva, los noventayochistas contribuyeron poderosamente a la renovación literaria de principios de siglo. Como los modernistas, repudiaron la retórica o el prosaísmo de la generación anterior. Azorín afirmaba, por ejemplo, que una obra era mejor cuantas menos y más elegantes palabras hicieran brotar más ideas. Es esta la primera nota común del lenguaje generacional: la voluntad de ir a las ideas, al fondo.