Resumen de Relatos del Conde Lucanor: Enseñanzas y Moralejas

El Mago de Toledo

Este relato trata sobre un deán de Santiago que desea aprender magia y acude a don Illán, un reconocido mago de Toledo. Mientras aprende, recibe la noticia de la muerte de su tío, pero decide no ir a verlo. Días después, dos escuderos le besan la mano y le informan que ha sido nombrado arzobispo. De un cargo a otro, finalmente se convierte en Papa. Cuando don Illán le reclama lo que le había prometido a cambio de sus enseñanzas, el deán lo hace callar. Don Illán regresa a su casa a asar las perdices que había dejado para ese día. Patronio aconseja al Conde Lucanor que si alguien a quien ha ayudado no le agradece, no merece la pena seguir con él.

La Zorra y el Gallo

Un hombre tenía muchos gallos y un día uno se le escapa. Una zorra lo ve y lo persigue, pero el gallo se sube a un árbol. La zorra lo halaga sin éxito, entonces comienza a amenazarlo y a roer el árbol. El gallo, asustado, intenta volar hasta otro árbol, pero la zorra lo alcanza y se lo come. Patronio le dice al Conde Lucanor que nunca se deje asustar por sus enemigos, porque si no, tendrá un final como el gallo.

El Cazador de Perdices

El Conde se queja de que hay gente que hace daño, pero se excusa diciendo que fue necesario. Patronio le cuenta la historia de un hombre que cazaba perdices, pero que lo hacía con dolor, ya que cuando las cogía para matarlas se le veía cómo lloraba. Patronio le dice al Conde que nunca se deje engañar ni hacer daño por alguien, por mucho que luego lo sienta.

Milagro de Santo Domingo

Patronio cuenta que un hombre reunió mucho dinero por todos los medios, pero cuando cayó enfermo, el santo no lo visitó. Cuando murió, el santo estuvo en el funeral y citó unos versos de la Biblia que dicen que donde esté tu tesoro, estará tu corazón. Este hombre solo tenía un arca, ya que lo demás era robado, y allí encontraron su corazón podrido. Patronio le dice al Conde que, aunque el dinero es bueno, hay que conseguirlo por medios honrados.

Don Lorenzo Suárez

El Conde tiene una enemistad con un hombre que puede acabar en guerra. Patronio le cuenta la historia de tres caballeros que se enfrentaron en Sevilla a los moros para saber quién era mejor. Al ver todos los que eran, se escondieron. Un primero fue a por ellos, después un segundo, pero algo más escondido, y después un tercero que tardó más tiempo. Patronio le aconseja al Conde que sea como el tercer caballero, sin prisa y sin ponerse nervioso a la hora de enfrentarse a ese hombre.

El Hombre que Convidó con Otro

Cuenta la historia de un hombre que era rico, pero se arruinó y no tenía para comer. Un día, un amigo lo invitó a pasar a su casa y, al ver que estaba comiendo, lo invitó y él aceptó sin replicar, ya que no tenía nada que comer. Patronio le aconseja al Conde escuchar el ofrecimiento de esa persona sin importar el pensamiento que tenga y así ser solidario con los demás.

La Respuesta de Fernán al Conde

El Conde le dice a Patronio que quiere olvidarse del reinado y vivir la vida sin preocupaciones. Entonces, un hombre llamado Fernán le dice que no haga eso, ya que no puede abandonar el poder y olvidarse de las guerras mientras tenga unos enemigos tan fuertes como los moros y los leoneses. El Conde se aplicó el cuento, no dejó el reino y le fue bien.

Don Pedro Meléndez

El Conde y otro hombre se juegan una villa al que llegue primero. Al Conde no le importa perder la villa, sino lo que dirían de él si la pierde. Patronio le cuenta la historia de un hombre al que acusaban de muchos crímenes y que un día, al dirigirse hacia el rey que quería matarlo, cayó y se rompió una pierna. El rey, al ver que se tiró mucho tiempo sin cabalgar, se dio cuenta de que era inocente y mandó ejecutar a los que lo criticaban. Este hombre decía que todo lo que le pasaba eran cosas que Dios hacía por su bien. Entonces, el Conde Lucanor decidió que todo lo que él hace es cosa de Dios para ayudarle y que así le vaya bien.

Los Cuervos con los Búhos

Los cuervos y los búhos tenían guerra, y los cuervos eran atacados por la noche. Un cuervo sabio se hizo desplumar y se fue a buscar a los búhos para decirles que querían ventaja por lo que les habían hecho. Idearon una estrategia para matar a los cuervos, pero cuando al cuervo sabio le volvieron a crecer las plumas, se fue con los suyos y les contó la estrategia de los búhos. Los cuervos reaccionaron y mataron a tantos búhos que salieron victoriosos. Patronio le dice al Conde que nunca se fíe de nadie o puede que acabe como los búhos.

El Rey con un Hombre que Hacía Oro

Un día, un hombre le propuso obtener mucho poder y riquezas al Conde, pero que antes necesitaba un anticipo. Patronio le contó la historia de un pícaro que se aprovechó de un rey diciendo que sabía hacer oro. Lo engañó con un truco, el rey se lo creyó y el pícaro le pidió mucho dinero para poder ir a buscar las cosas necesarias para el oro. El rey se lo dio y el pícaro no volvió a aparecer nunca. Después, en su pueblo, se hizo una lista con los más tontos y los más valientes, y el rey salía en cabeza en la lista de los más tontos por ser engañado. Entonces, Patronio le dice al Conde que no le dé dinero a ese hombre para evitar que le pase como al rey del cuento.

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