Vida de Pío Baroja
Nació en San Sebastián. Estudió medicina en Madrid y más tarde regentó la panadería de su tía, pero los contactos con escritores lo llevaron a dedicarse a la literatura. Viajó por España, Inglaterra, Francia e Italia, y en 1911 publicó El Árbol de la Ciencia, su obra más importante. Con la Guerra Civil se fue a Francia y posteriormente volvió a Madrid. Fue de talante sosegado, solitario y amargo, con espíritu de independencia que lo llevó a rechazar el matrimonio. Tenía una visión pesimista sobre el mundo y el hombre, y mucha ternura por los desvalidos, lo que se refleja en su obra. Todo esto, junto a su sinceridad, completan sus rasgos.
Ideología y pesimismo existencial
Para Baroja, el mundo carece de sentido, le resulta absurdo, y sin confianza en el hombre. La raíz de esto viene dada por Schopenhauer, un filósofo admirado por Baroja. De joven fue anarquista y afirmó que era liberal, radical e individualista. Abominó del comunismo, socialismo y democracia. De todo esto subyace su individualismo y su nula confianza en un mundo mejor.
Su concepción de la novela
Para él es un género multiforme, proteico, que lo abarca todo. Es la típica novela abierta debido a su despreocupación por la composición, ya que le importan los episodios, anécdotas… junto con la invención, imaginación y observación.
Estilo
Baroja escribía con un estilo coherente con su ideal de espontaneidad, surgiendo así una prosa rápida, nerviosa y viva, con un tono agrio que corresponde a su temperamento amargado. Otro aspecto es la preferencia por la frase corta y el párrafo breve. Hay que destacar sus descripciones, que son pinturas rápidas, casi con una técnica impresionista.
Obra
Las novelas
Fue un escritor fecundísimo. 34 de sus novelas se agrupan en trilogías. Las más importantes son:
- Tierra Vasca: La casa de Aizgorri, El Mayorazgo de Labraz y Zalacaín el Aventurero.
- La Vida Fantástica
- La Lucha por la Vida
- La Raza: El Árbol de la Ciencia, La Dama Errante y La Ciudad de la Niebla.
- Las Ciudades
Memorias de un hombre de acción es una narrativa extensa de 22 novelas cuyo protagonista es Eugenio de Aviraneta. Algunos títulos son La ruta del aventurero… Baroja escribió cuentos, novelas cortas, libros de viajes… y las citadas memorias, compuestas por 7 volúmenes, en el que con sinceridad acumula recuerdos, opiniones y juicios.
El Árbol de la Ciencia
Es de carácter filosófico, considerada por él mismo la mejor y más completa que escribió.
Trama
Desarrolla la vida de Andrés Hurtado, que está perdido en un mundo absurdo, con muchos desengaños. La familia hace que sea un muchacho triste, solo y abandonado. Siente sed de conocimiento, pero sus estudios de medicina no lo sacian, ya que la universidad de España es lamentable. Andrés descubre lacras que rodean a Lulú, una mujer especial para él. La muerte de su hermano Luis le afectó mucho, conduciéndole a un escepticismo generalizado ante la vida. El ambiente del pueblo donde trabaja y el de Madrid hace que adopte una postura pesimista y pasiva en busca de una paz desencantada. Su vida mejora con Lulú, pero tras la muerte de esta y de su hijo, Hurtado se suicida.
Estructura
Se compone de 7 partes con 53 capítulos breves. Hay una desigualdad estructural, por lo que se divide en 2 ciclos o etapas de la vida del protagonista, separadas por un intermedio reflexivo.
Personajes
Junto a Andrés, Lulú se presenta como una mujer marchita por el trabajo y la miseria. Es graciosa, amarga, mordaz, con un fondo humano y noble, y muestra ternura por los desvalidos; valora la sinceridad. Los personajes secundarios son el padre de Andrés, despótico; Aracil, cínico y vividor; Luisito, tierno; e Iturrioz, filosófico. Los personajes principales Baroja los agrupa en la caracterización paulatina, ya que se definen poco a poco por su comportamiento, diálogos… (evolucionan).
El alcance social: la realidad española
Los personajes y ambientes de la obra componen un mosaico de la vida española en la época. Es una España que se descompone; en la obra es la pobreza cultural, el desprecio por la ciencia. Los aspectos sociales ocupan un papel importante y aparecen en las diversas lacras sociales de la obra. El mundo rural es un mundo inmóvil ante las injusticias. Madrid es un campo de cenizas, muestra de miseria.
Sentido existencial de la novela
El pesimismo explica que no sea una novela política, sino filosófica. Los conflictos existenciales constituyen el centro de la obra. La ciencia no proporciona a Andrés las respuestas que busca sobre el sentido de la vida. La ciencia agudiza su dolor de vivir. La vida humana queda sin sentido. La principal influencia es la de Schopenhauer, y derivan las definiciones de vida en la novela.