Generación del 98
A finales del siglo XIX, en España había una gran sensación de crisis. En política, el régimen de la Restauración borbónica provocaba carencias democráticas y fraudes electorales, levantamientos militares, la alternancia del poder entre dos partidos delimitados. En socioeconomía, la masa obrera chocó contra los burgueses por las malas condiciones tras la industrialización, en el campo seguían habiendo campesinos viviendo en condiciones de pseudo-servitud. En el contexto cultural, se intentó promover la alfabetización entre obreros y campesinos. En la literatura, a finales del siglo XIX triunfa el Realismo galdosiano y la representación de la realidad burguesa, aunque va convirtiéndose en Naturalismo.
Por estos motivos, se habla de la “Crisis del Fin del Siglo”, que llega a su máximo en el desastre del 98, tras la guerra con EE. UU., en la que España perdió sus últimas colonias, lo que hizo aclarar que había alcanzado una decadencia de la que debía de salir. Los intelectuales, a través de sus obras, buscarán los motivos y las soluciones hacia la regeneración política, moral, cultural y social.
Los autores del 98 reaccionan contra el modelo de la novela realista decimonónica, alejándose de su ausencia de lirismo, su argumento complejo y su larga extensión. La trama de la novela lírica del 98 va perdiendo peso en favor a las ideas expuestas como reflexión del autor, diálogo o comportamiento de sus personajes. La estructura de estas obras, más breves, se abre a nuevas fórmulas, así como las memorias ficticias autobiográficas. Se observa una clara tendencia hacia el personaje individual, que realizará acciones o, por el contrario, se mostrará incapaz de actuar y sin voluntad. Se combina la ficción con diálogos a modo de ensayos. El narrador será interno u otro tipo de narrador que supondrá que el tiempo se convierta en un tiempo subjetivo. El ritmo narrativo será pausado por el abundante diálogo.
Temas de la Generación del 98
En cuanto a sus temas, hablan del pasado nacional y la realidad del país. La novela del 98 trata de España y su paisaje desde un punto de vista identificativo y crítico. También aborda temas existenciales como la muerte, la voluntad humana y el paso del tiempo por influencia de los filósofos alemanes.
Estética de la Generación del 98
La estética de la novela del 98 se caracteriza por la sobriedad, la contención, el tono reflexivo, analítico y la búsqueda de la palabra castiza.
El fundador del movimiento regeneracionista fue Joaquín Costa con su obra Colectivo agrario en 1898. En 1901, el “Grupo de los tres” firmaron un manifiesto para estar a la altura de Europa en temas democráticos, económicos y sociales. Más adelante, a los autores del “Grupo de tres” se les sumarán Unamuno y Valle-Inclán. Unamuno es uno de los autores más destacados de la Generación. Crea el género de “la nivola”, una novela breve en las que se le da importancia al mundo interior y conflictivo del protagonista. En Niebla, Unamuno debate acerca de la libre decisión y del determinismo del hombre. Unamuno trata la lucha entre la necesidad social de la fe y el conocimiento racional del engaño. Ensayos que escribió: En torno al casticismo. Otro autor destacado es Valle-Inclán, tras una serie de breves novelas modernistas, deformó la realidad hispanoamericana para criticarla con su obra: Tirano Banderas. También cabe destacar a Pío Baroja con su obra: El árbol de la ciencia y a Azorín, con su obra: La voluntad, en la que busca el sentido de la existencia del individuo.
Para concluir, los autores de la Generación del 98 tuvieron una gran conexión con la situación de decadencia nacional y el posterior impulso regeneracionista que asomaba en España. La narrativa noventayochista abrió nuevos caminos a creaciones novelísticas. Este movimiento acabó con el estallido de la Guerra Civil (1936).
Las Vanguardias
En Europa, mientras se desarrollaba el Modernismo, el arte se vio afectado por una serie de acontecimientos:
- La invención del cine y la fotografía.
- El avance de la segunda Revolución Industrial.
- Los descubrimientos en el campo del subconsciente.
- La Primera Guerra Mundial.
Los jóvenes artistas se rebelaron contra el arte burgués y comercial. Es en este contexto, conocido como “Período de Entreguerras”, surgen las Vanguardias, en España, en los años 20.
Las Vanguardias son movimientos artísticos desarrollados a principios del siglo XX con el objetivo de unos jóvenes artistas de enfrentarse al arte como objeto que debe imitar la realidad. El término “vanguardia” es de origen militar y se refiere a aquellos artistas que se encontraban en primera línea de combate contra la tradición. A través de manifiestos y revistas, los vanguardistas exponen su forma de romper con la representación de la realidad. Las Vanguardias son antirrealistas, y afirman que el autor está por encima de todo y es libre de crear arte siguiendo un camino diferente al que le marcaba la tradición. La poesía, por sus cualidades, fue el género de los vanguardistas en la literatura. Como los modernistas, creían en el arte por el arte, querían crear belleza de manera diferente, conocido como “poesía pura” y “deshumanización del arte” (en palabras del filósofo Ortega y Gasset).
Principales Vanguardias Europeas
- El Cubismo, iniciado en 1906 por Pablo Picasso. En la pintura, descomponía la realidad en planos y mostraba las diferentes perspectivas del mundo y, en la literatura, Apollinaire popularizó los caligramas que unían lo pictórico con lo poético.
- El Futurismo, iniciado en 1909 por Marinetti, intentaba reflejar en su arte la sociedad de las máquinas, el poder del varón, de la guerra y la destrucción de la traducción. Huían del Modernismo. Sus integrantes se asociaron posteriormente al movimiento fascista de Mussolini.
- El Expresionismo, nacido en la Alemania deprimida tras la derrota de la Primera Guerra Mundial, defiende la representación subjetiva del mundo desde la deformación grotesca que proyecta sobre el mundo.
- El Dadaísmo, de Tristan Tzara, nace en tertulias literarias en las que, para reflejar el sinsentido de la guerra, se defendía un arte ilógico, absurdo e infantil. Construían poemas sin ningún significado.
- Del Dadaísmo surgió el Surrealismo por André Breton. Fue la vanguardia más destacada y que más repercutió en el arte y la literatura. Es construida sobre la teoría del subconsciente de Freud, la filosofía surrealista se basa en defender técnicas donde la mente se libera de las ataduras de la conciencia y puede crear frente a las normas que imponía la tradición. Influirá en los años 30.
Movimientos Hispánicos de Vanguardia
- El Creacionismo, iniciado por Vicente Huidobro, defiende el poder creador del artista y las infinitas posibilidades del verso para construir un mundo autónomo alejado de la realidad. Obra: El viaje en paracaídas.
- El Ultraísmo, nace al mismo tiempo que la revista “Ultra” de Guillermo de la Torre y es una síntesis de los diferentes movimientos de vanguardia europeos.
Ramón Gómez de la Serna es el protagonista en el desarrollo de las Vanguardias en España. Desde su revista “Prometeo” difundió los manifiestos. Inspiró a los jóvenes escritores en tertulias literarias en el Café Pombo de Madrid. Su mayor aportación literaria son las greguerías: “metáfora + humor” = una nueva forma de percibir la realidad.
Como conclusión, fueron un conjunto de movimientos muy heterogéneo y de procedencia muy diversa que en los años 20 permitió que en España comenzarán a desarrollar sus obras literarias los futuros autores de la Generación del 27.
El Modernismo
Originado en Sudamérica de la mano de autores como José Martí y Rubén Darío (Azul, 1888; Cantos de vida y esperanza, 1905), el Modernismo bebió de la influencia francesa del Parnasianismo y del Simbolismo. Los escritores españoles adoptaron el Modernismo para rebelarse literariamente frente al Realismo y su ausencia de valor poético y frente a la realidad española de su tiempo. Debido a que se aislaron de todo contacto con la sociedad burguesa de su tiempo, se utiliza el término de torremarfilismo para indicar que los modernistas vivían en su torre de marfil dedicados al cultivo del arte.
Temas del Modernismo
Por lo que respecta a la temática, el Modernismo huye de la realidad social y política para tratar temas de ambientación mitológica grecolatina, para remontarse a un pasado remoto o a un lugar geográficamente muy distante. La tercera vía de evasión es el canto a las drogas como mecanismo para crear “paraísos artificiales”. Otra fijación temática del Modernismo es la belleza: se canta a la mujer hermosa, al objeto artístico que se describe, a animales exóticos… La nostalgia, la religión y la muerte son temas que conectan con el Simbolismo, que se encierra en el interior del escritor para ahondar en sus sentimientos más profundos y comunicarlos mediante imágenes poéticas.
Lenguaje y Estilo en el Modernismo
En cualquier caso, la principal aportación del Modernismo fue la absoluta renovación del lenguaje: hay una tendencia a utilizar la palabra por su valor musical, abundancia de adjetivación para otorgar cualidades vinculadas muchas veces a la sensualidad, incorporación de galicismos, se utiliza muy frecuentemente la metáfora embellecedora, el símbolo y sinestesia (confusión de los sentidos)… La métrica del poema suele alejarse de la tradición española para optar por una rima consonante y artificiosa en unos versos (muchas veces alejandrinos, de catorce sílabas) con un ritmo muy marcado y musical. En definitiva, el lenguaje convierte el poema en un producto literario dirigido a las minorías cultas y como un objeto de arte en sí mismo (lo que se conoce como “el arte por el arte”).
Antonio Machado: Convergencia del Modernismo y la Generación del 98
En la figura del sevillano Antonio Machado (1875-1936) se condensan los movimientos del Modernismo simbolista y de la Generación del 98. Sus dos obras más relevantes demuestran que el Modernismo y el 98 no son dos corrientes literarias opuestas, sino que hay una clara evolución en los autores modernistas hacia un progresivo posicionamiento ético y comprometido con la España de su tiempo (compromiso republicano que le llevará a morir de camino al exilio en 1939, al final de la Guerra Civil).
Soledades, galerías y otros poemas (1907)
En Soledades, galerías y otros poemas (1907), Antonio Machado recopila múltiples poemas de tono mayoritariamente melancólico que, mediante todo un abanico de símbolos, le sirven para tratar los temas universales del ser humano en su propia conciencia: el recuerdo de una infancia añorada, el paso del tiempo, el amor, la muerte y Dios. De hecho, el título alude a las “galerías del alma”, por donde el poeta pasea buscando sus sentimientos y plasmándolos en símbolo (tarde/otoño/noche→ sensación de final de la vida; fuente→ paso del tiempo; parque/jardín→ infancia perdida). La musicalidad del verso, el ritmo y el cromatismo son muy frecuentes en estos poemas.
Campos de Castilla (1912)
En Campos de Castilla (1912) se observa la evolución de Machado hacia una poesía anclada a la tierra castellana, concretamente de Soria (asociada al recuerdo de su joven esposa, Leonor, fallecida allí). Aunque el tema del recuerdo no lo abandona, también realiza descripciones del paisaje de Castilla y de Andalucía. A partir de estas descripciones, el autor reflexiona de forma crítica acerca de la situación de España, en la línea renovadora de la Generación del 98. Su estilo tiende más a la sobriedad y a la semejanza con la lengua hablada (sus poemas rebajan el lirismo intimista de Soledades, galerías y otros poemas).