Realismo en la Novela *Tormento* de Benito Pérez Galdós: Un Reflejo de la Sociedad del Siglo XIX
Tormento presenta unos personajes que forman un dibujo social del Madrid de 1867, poco antes de la revolución, durante el final del reinado de Isabel II, mientras se daba el cambio desde una época conservadora a una revolucionaria. Representa la burocracia, la aristocracia, las clases obreras… es decir, las diferentes clases sociales y las interacciones que se producen entre ellas. Tormento se basa en unas determinadas tendencias filosóficas representativas en la época, como el positivismo, el marxismo y la teoría evolucionista.
Tendencias Filosóficas en *Tormento*
- Positivistas: Solo otorgan validez científica a los datos comprobables por la experiencia; es decir, todo lo que se expresa teóricamente es contrastado con la realidad. Demostrando que existía un conflicto moral entre las clases sociales.
- Evolucionistas: Esta tendencia la defiende el personaje de Agustín Caballero, un personaje que se ha forjado a sí mismo con una abundante pobreza, es un superviviente que con su esfuerzo ha logrado conseguir una inmensa riqueza. Este personaje ve la sociedad de la época como un convencionalismo, del cual huye.
- Marxistas: Es la tendencia que menos abunda en la novela. Esta idea explica la historia de la humanidad desde el punto de vista exclusivamente económico, como el fruto de las diferentes condiciones de explotación laboral que sufrieron la mayor parte de los trabajadores a lo largo de la historia. Esta tendencia visualiza el dominio de una clase social sobre la otra y los personajes que la representan son Amparo, el frutero y el señor Felipe.
Esta novela va dirigida a autores realistas interesados en el tema y en verse plasmados en las novelas; escribían para la burguesía. Las obras se vendían por entregas, y su propagación avanza acompañando el avance técnico de la época, como la fabricación de papel a máquina. Como consecuencia, el aumento del público lector es considerable.
El Naturalismo en *Tormento*
En España no se dio el naturalismo como tal, fueron solo los rasgos básicos. El naturalismo fue una fase del realismo, como movimiento literario, que se aplicaba en ciertos aspectos de la obra; esta tendencia es representada en la obra por Pedro Polo (alcohólico, degenerado, posesivo). El naturalismo trata de aplicar a la novela procedimientos de ciencia experimental, como los siguientes:
- El escritor observa minuciosamente y luego describe, con la imparcialidad del científico, los diversos comportamientos humanos. Como los sentimientos y reacciones de Amparo.
- El determinismo: la conducta de los personajes aparece condicionada por tres factores: el medio social, la herencia biológica y el momento histórico.
- El acercamiento de los aspectos más duros de la realidad; algunos como el alcoholismo (Pedro Polo), discriminación social (Amparo)… son remarcados como caracteres negativos de las personas o de la sociedad.
- La crítica social: presentando con detalle y objetividad una serie de “casos” o documentos humanos para corregir las injusticias sociales.
Aspectos Temáticos de *Tormento*
La novela Tormento se sitúa en un gran momento histórico, es decir, en la revolución de 1868, donde la presencia del realismo en España se vio afectada por las peculiares circunstancias históricas y políticas de la península. Cuando aparecieron los primeros movimientos obreros, se generó un clima de confrontación ideológica, que afectó mucho en la literatura, pues era en ella donde se formaban los fundamentales campos de batalla. Aparecieron varias posturas literarias, la mentalidad progresista o liberal está representada por autores, como Benito Pérez Galdós, escritor de esta novela. Se distinguen varias clases sociales en la época:
- Dirigentes: Lo representan los personajes de Agustín Caballero y sus amigos. Esta clase social está formada por banqueros, grandes empresarios y terratenientes, que buscan la Unión Liberal como gobierno práctico y eficaz. Tienen poder en la sociedad y pueden intervenir en decisiones políticas.
- Burguesía: Lo representan Rosalía Pipaón y su esposo don Francisco de Bringas. Este eslabón aspira a ascender socialmente, persiguen e imitan el modelo de vida de las altas clases sociales. Tienen una economía que le permite vivir cómodamente. Esta clase se convertirá en el principal receptor de la novela realista, muy característica de la sociedad de entonces.
- Obreros: Lo representan personajes tales como Amparo, Celedonia, Felipe o Torres entre otros. Es el último escalón de la sociedad, lo componen las clases sociales más bajas, que diariamente sufren graves problemas económicos. Los que tienen suerte se someten a trabajos infrahumanos, otros ni siquiera trabajan, y muchos sobreviven con escasas y ocasionales ocupaciones.
Temas Universales en *Tormento*
- El amor: Es un componente fundamental, aunque a menudo aparece en el marco de una relación problemática: el adulterio está presente en las más famosas novelas realistas. En Tormento, aparece por ejemplo, en la relación entre Amparo y el señor Caballero, una relación que levanta mucho rubor entre la clase social de Agustín.
- Familia: Por una parte, la relación entre Amparo y la familia de Bringas, es casi una relación familiar, puesto que la madre de Amparo era Calderón, como la madre de Rosalía, pero de ramas muy apartadas; poco antes de la muerte del padre de Amparo, este hizo llamar a don Francisco de Bringas, que tras recibir inestimable servicio de este, le prometió ocuparse de sus hijas si él faltaba; es aquí donde se presenta algo muy cotidiano en la sociedad de la época, los parientes pobres trabajaban para los ricos. Desde otro punto de vista se encuentra la relación íntima de la familia de Bringas, compuesta por Rosalía Pipaón, don Francisco de Bringas, y sus dos hijos, el varón de unos quince años, estudiante de bachillerato, y la niña de unos seis años, portadora de una gran vivacidad y una apariencia graciosa envidiable. También forma parte de la familia Bringas, aunque su relación es un poco más lejana, Agustín Caballero.
- Amistad: Esta relación la encontramos entre Agustín Caballero y sus tres amigos, el señor Arnaíz, Trujillo y Fernández, y Mompous y Bruil, amigos bien escogidos, en los que Agustín depositaba gran confianza. También podemos ver representada la amistad entre la relación entre Pedro Polo y Manuel Nones, a pesar de los prejuicios de la religión, Nones ayuda a Polo a salir de la oscura situación en la que se encuentra con Amparo.
- La Religión: Aparece muy criticada, está presentada como una lacra que recorta la vida de los personajes. Aquí es representada la crítica mediante un clérigo sometido a la invencible tentación del amor humano. Este aspecto es muy importante en Tormento; aparece reflejado en la figura de Pedro Polo principalmente, clérigo que no resistió a la tentación del amor con Amparo, este amor prohibido que sucedió en el pasado, al que Amparo intenta poner fin y le supone un gran pesar, puesto que lo toma como un pecado deshonesto. Por otra parte, desde el punto de vista liberal, la relación entre Amparo y Agustín, es una relación muy mal vista por la religión y la sociedad de la época, ya que viven juntos sin contraer matrimonio.
Estructura y Estilo Narrativo de *Tormento*
Esta novela puede analizarse separándose en planteamiento, desarrollo y conclusión.
- El planteamiento: Se sitúa en los capítulos I y II. La introducción la presenta mediante el diálogo de dos personajes secundarios que se encuentran después de mucho tiempo, y se cuentan cómo les ha ido en la vida; ahí empieza la historia que engloba la novela.
- El desarrollo: Lo componen los capítulos que se encuentran desde el III al XXVII, ambos incluidos. Se trata del relato extenso de la novela; una historia de amor entre un hombre de clase social alta y una mujer de clase social baja, historia afectada por diversas situaciones, unas pasadas, como la obsesión de Pedro Polo por Amparo, y otras más presentes, como los comentarios críticos de la sociedad.
- La conclusión: Se sitúa en los últimos capítulos, concretamente en los capítulos XXVIII al final. Expone en desenlace de la novela; Agustín Caballero y Amparo aclaran sus diferencias, mejor dicho, aclaran lo sucedido anteriormente y acaban yéndose a vivir juntos a Burgos, pero sin casarse.
Características de la Escritura de la Novela
- Narrador omnisciente: La novela aparece relatada a menudo por un narrador omnisciente, que conoce con detalle el presente, el pasado y es capaz, incluso, de anticipar el futuro de los personajes. Muestra los pensamientos más profundos de los personajes y no duda en dirigirse al lector para comentar sus comportamientos. “Estas frases podían ser dichas sin mala intención; pero a la joven le parecieron astutas y picarescas… lo que más le llamaba la atención era que la tal señora no estaba enojada; antes bien, de buen humor, casi gozosa”. El autor conoce los pensamientos del personaje, y conoce su pasado y el estado de dicho.
- Estilo indirecto libre: El autor emplea con frecuencia el estilo indirecto libre. De esta manera, el lector puede asomarse al interior del protagonista novelesco y seguir el curso de sus reflexiones.
Carácter de los Personajes
Como consecuencia del estilo indirecto libre, se produce una profundización en el carácter de los personajes, que alcanza la categoría de verdadero estudio psicológico en algunas novelas. “Cada hombre – manifestó Agustín- es hechura de su propia vida. El hombre nace, y la Naturaleza y la vida lo hacen. El mismo derecho que tiene esta sociedad para decirme, ¿por qué no eres igual a mí?, tengo yo a decirle a ella ¿por qué no eres como yo? A mí me han hecho como soy el trabajo, la soledad, la fiebre, la constancia, los descalabros, el miedo y el arrojo, el caballo y el libro mayor…¡Ay! Cuando se ha endurecido el carácter, como los huesos, cuando a uno se le ha pintado su historia en la cara, es imposible volver atrás. Yo soy así, no tengo maldita gana de ser de otra manera por los demás”. El autor expresa el carácter del personaje de Agustín, disgusto con la mayoritaria visión retocada de la sociedad de la época, contrario al convencionalismo de la sociedad, carácter forjado por su modelo de vida superviviente.
- Minuciosas descripciones: El escritor refleja también con detalle el ambiente en el que desarrolla la acción. Abundan las minuciosas descripciones de calles, pueblos, costumbres, casas, habitaciones o incluso el vestuario y aspecto físico de los personajes.
Valoración Personal del Comportamiento de los Personajes
Casi todos los personajes que aparecen en la obra desempeñan comportamientos dignos de análisis, pero me parece que algunos comportamientos son más interesantes o más representativos de la sociedad de la época. Dichos personajes, son aquellos que aparecen mayoritariamente en la novela, aquellos que forman la trama del libro; como Amparo, Agustín, Rosalía, Pedro Polo.
- Amparo: Es una mujer casi sumida en la pobreza, que posee grandes virtudes interiores: es una persona humilde, luchadora, y con creencia religiosa (típico de la época). A pesar de vivir a esfuerzos, y tener que mantener a su hermana menor Refugio, que es más una carga que una ayuda, sigue adelante, aceptando la vida tal y como es. Toma de primeras, las cosas que le ocurren con algo de pesimismo, pero consigue superarlas. Un comportamiento interesante en Amparo, se sitúa cuando cree que nada le merece la pena, puesto que está a punto de perder lo único bueno que le ha sucedido nunca, a pesar de ser una persona luchadora escoge el suicidio como única salida.
- Agustín: Es un personaje un poco extraño dentro del contexto de la época, alejado de las formas cotidianas. Un personaje caritativo, compasivo y bonachón. Siempre encuentra en lo inusual una extraña picardía. Un comportamiento que llama la atención, es, cuando le regala a su prima Rosalía entradas para ir al teatro, él sabe que ella así es feliz, intentando exagerar la realidad, por lo tanto, la ayuda dentro de lo que puede.
- Rosalía: Mujer característica de la sociedad de Madrid del siglo XIX, intenta aparentar siempre lo que no es, solo para integrarse en una clase social determinada, la burguesía.
Estructura de *El Quijote*
En la estructura de El Quijote se aprecian las tres salidas como otro elemento estructurador, el más generalmente tratado. La división de la obra en tres salidas permite ver claros paralelismos entre ellas, aunque su extensión es muy diferente: una preparación y salida, una serie de aventuras y vuelta.
Primera salida de Don Quijote
En su primera salida se produce un desdoblamiento de personalidad por una paliza que no volverá a producirse durante toda la novela. Cuando se dirige a una venta la confunde con un castillo. A continuación, pasa otras aventuras de caballero andante de las cuales sale malparado. Y en la venta de Juan Palomeque disputan sobre los libros, de caballerías y de historia, revisión crítica de la novela y el teatro de la época en la conversación entre el cura y el canónigo toledano. Tras la paliza recibida en la aventura de los mercaderes, Don Quijote cree ser Valdovinos (héroe del romance) y más tarde el moro Abindarráez (personaje de la Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa). La primera salida de Don Quijote (sin Sancho Panza, para que no viera la grotesca ceremonia en que su amo es armado caballero) adelanta la composición circular que se repite, ampliada en las otras dos salidas. Y ya de regreso a su casa descalabrado y escrutinio de su biblioteca por el cura y el barbero.
Segunda salida de Don Quijote
Durante su segunda salida, adecua sistemáticamente la realidad a su mundo ilusorio. Don Quijote decide salir nuevamente a implantar la justicia en la tierra y esta vez lo hace en compañía de un labrador vecino, que dice ser su escudero al cual llama Sancho Panza, junto a él emprenden muchas aventuras. Las más conocidas son: la de los molinos de viento, que al ver que nadie movía sus enormes aspas, Don Quijote pensó que eran unos gigante que agitaban sus brazos; un rebaño de ovejas, que pensó que era un ejército y la de los cueros de vino tinto. En esta parte Don Quijote ya es un personaje literario, algunos personajes han leído ya la primera parte de la novela y hacen crítica de la misma. La segunda salida de Don Quijote concluye gracias a la acción del cura y del barbero, quienes urden una ingeniosa trama para llevar al caballero a su casa encerrado en una jaula.
Tercera salida de Don Quijote
En la tercera salida, Don Quijote deja de engañarse a sí mismo; son ahora los demás quienes transmutan la realidad para burlarse de él. Don Quijote emprende otro viaje, ahora llega a tierras de Aragón, donde se aloja en el palacio de unos duques, quienes conocen su locura y intentan que sea el objeto de distintas burlas. Una de ellas es cuando simularon que Sancho Panza había sido nombrado como gobernador de la ínsula Barataria. Se trataba solo de una ficción. Sancho no se deja ser engañado y asombra a todos por su buen juicio. Después viaja a Barcelona donde participa en una batalla naval, y allí terminan sus andanzas. Un vecino suyo, se disfraza y dice ser el caballero de la Blanca Luna que vence a Don Quijote y le obliga a regresar a la Mancha. Tiene que abandonar la caballería andante renuncia a su concepción de la vida como obra de arte: piensa en hacerse pastor, con lo cual el mito renacentista de la Arcadia pastoril sustituye al mito medieval de la caballería andante. Ya en casa recobra el juicio. Poco después muere.
Por último, un elemento estructurador fundamental, olvidado con demasiada frecuencia, es el carácter paródico de la novela. La estructura de El Quijote parece ser la de una parodia de los libros de caballerías y, por ello, sigue sus esquemas: se apropia de la disposición general de dichos libros, de sus personajes, del encadenamiento de aventuras y de sus quimeras.
Técnica y Estilo en *El Quijote*
Señalar los siguientes recursos estilísticos:
La parodia está presente, de forma constante, en todo el libro. La misma concepción de la novela y, por tanto, la estructuración de la mayoría de las aventuras es, como se ha dicho, una parodia de los libros de caballerías. Pero ésta se manifiesta también continuamente en recursos técnicos y estilísticos más concretos: en el recurso del apócrifo, en el lenguaje altisonante y arcaizante, en el uso y abuso de la hipérbole, etc.
La ironía, resultado en muchos casos de la parodia, es el recurso tal vez más utilizado en El Quijote; tan es así, que apenas hay frase que no lleve un doble sentido. La vemos ya en el encabezamiento de los capítulos con sus títulos hiperbólicos, en el desajuste constante entre actitudes y situaciones, en muchísimas expresiones de don Quijote y Sancho, etc.
Tanto la parodia como la ironía son ríos que desembocan en el inagotable humor del Quijote. Pero el humorismo sobrepasa dichos recursos: lo encontramos también en los graciosísimos diálogos entre Sancho y don Quijote, en la creación de nombres propios, en la invención de expresiones en los trastrueques idiomáticos en la boca de Sancho, en los juegos de palabras, etc. Aunque la verdad es que parodia, ironía y humor se aúnan en una misma realidad literaria y no siempre admiten diferenciaciones claras. .. las aventuras perderían gran parte de su valor sin los diálogos precedentes y subsiguientes.
Excepcional recurso del Quijote es su perspectivismo. Se entiende por tal el hecho de que la variedad de perspectivas que confluyen sobre una realidad son las que se definen. En la novela, el juego de perspectivas es muy complicado. Por una parte, está la combinación de los tres «autores»: el narrador cristiano (que no es el Cervantes real), el traductor aljamiado y el historiador moro (Cide Hamete). El entrecruzamiento de las perspectivas de los tres enriquece la visión de lo narrado. Por otra, está la multitud de visiones vertidas por los personajes, con lo que se consigue ir definiendo una realidad indeterminada y huidiza. En este aspecto, si es de destacar el continuo y primer diálogo entre don Quijote y Sancho, no se puede olvidar el enriquecedor cúmulo de visiones de todos y cada uno de los personajes de la novela.
Uno de los hechos que más llama la atención durante la lectura de El Quijote es el grado de realismo y de vida independiente que Cervantes consigue plasmar en sus personajes, muy en especial en don Quijote y Sancho. En efecto, en la conciencia del lector de la obra y en la conciencia de la colectividad, se ha ido conformando una sensación de personajes reales, escapados de la novela.
La Locura del Hidalgo
Alonso Quijano, un pobre hidalgo manchego, que pierde el juicio por leer libros de caballerías, sus protagonistas son caballeros andantes. Entusiasmados por estas lecturas, el hidalgo toma el nombre de Don Quijote de la Mancha, y elige como dama de sus sueños a Dulcinea de Toboso (una humilde campesina llamada Aldonza Lorenzo) su amor es un amor caballeresco sustentado por el amor cortés. Por eso, antes de cada aventura, invoca siempre a su amada y le pide su amparo, porque ella es su señora y por ellas se fortalecen las virtudes del caballero. Y sale en busca de aventuras.
Estilo y Género de *El Burlador de Sevilla*
La obra está escrita en verso y está compuesta por versos formando gran cantidad de diferentes estrofas, por lo que tendrá una métrica y rima indeterminadas. Como estrofas destacan romances, letrillas, décimas, octavas, redondillas, etc. El lenguaje utilizado es culto y destaca el uso repetido de ciertas expresiones características. Sobresale el uso de metáforas para identificar ciertos términos u objetos y el doble sentido de algunas expresiones junto con anáforas y paralelismos en ciertas estrofas.
Género
Esta obra de Tirso de Molina podemos situarla en la lírica, sin llegar ser esta dramática puesto que la obra no contiene escenas dramáticas y en su conclusión muere una persona malvada por sus acciones y el resto de los personajes salen bien parados. La lírica es aquella poesía en que un poeta canta sus propios afectos e ideas, y por regla general, de todas las obras en verso que no son épicas o dramáticas.
Temas Principales
Los temas principales son: el de la justicia, que se manifiesta, por una parte, en la imperfección de la justicia humana que tolera los abusos de don Juan, y, por otra, en la justicia divina, el honor, la honestidad, la mentira y la deshonra, manifestándose estos en Don Juan y en las mujeres burladas. Don Juan Tenorio, hombre de la nobleza de pensamientos impuros. Aunque hay varios aspectos de este personaje, hay dos cosas en su carácter que llaman la atención. Primero, engaña a las mujeres para seducirlas. Esencialmente las deja sin honor y sin otras posibilidades salvo casarse con otro (pero sin la virginidad) o entrarse en un convento. El segundo aspecto es que a él no le importa que Dios vaya a castigarle. Las dos acciones demuestran la falta de honor personal y respeto para las reglas morales y de la sociedad. Don Juan tiene un temperamento rebelde que se niega a seguir un mínimo de orden en su vida. El mundo de Don Juan es él fuera de ello no existe nada más que su voluntad, su soberbia, y su orgullo, demostrando que los sentimientos de otras personas no valen para él y no le importan.
Personajes de *El Burlador de Sevilla*
- La Duquesa Isabela: Es una señorita enamorada que fue engañada por Don Juan al querer ella consumar el su amor con el Duque Octavio.
- El Duque Octavio: Enamorado de la Duquesa Isabela es sumamente romántico. Al enterarse que fue engañado busca justicia.
- Don Pedro Tenorio: Embajador de España y tío de Don Juan. Es una persona de la ley, pero a pesar de esto deja escapar a su sobrino echándole y culpando a otro por la burla del mismo, pero como es una persona justa deja escapar al culpado.
- El Rey de Nápoles: Un hombre justo que al final pone justicia casando a las burladas con sus amores. Solo confía en Don Pedro Tenorio.
- Tisbea: Pescadora que no creía en el amor y se burlaba de los hombres. Termina siendo burlada por Don Juan, se hunde en una tristeza inmensa y trata de quitarse la vida.
- Aminta: Pescadora y esposa de Patricio. Fue engañada por Don Juan cuando este le dice que Patricio desistió del matrimonio y que él será su esposo. Ella ingenua cree hasta el final que es la prometida de Don Juan.
- Gaseno: Labrador y padre de Aminta. Es engañado por Don Juan cuando este le promete casarse con su hija.
- Patricio: Labrador que desposa a Aminta y luego por mentiras de Don Juan la abandona creyendo que ella se le había entregado a Don Juan.
- El Marqués de la Mota: Primo de Doña Ana y fiel enamorado de ella. Es engañado por su amigo Don Juan y al enterarse de la verdad busca justicia.
- Doña Ana: Prima del Marqués de la Mota e hija del Comendador Don Gonzalo de Ulloa. Fue la única mujer que no fue engañada por Don Juan ya que ella sí pudo reconocer que este no era su amor.
- Don Gonzalo de Ulloa: Comendador de Calatrava. Es hombre que adora a su hija y sale a su rescate cuando escuchas sus gritos. Muere en un forcejeo a manos de Don Juan y jura vengarse después de la muerte y así lo hace.
- El Rey de Castilla: Gobernador de los personajes que intervienen y amigo de Don Diego Tenorio. Es la persona que ordena los casamientos y también la que condena los diversos crímenes.
- Don Diego Tenorio: Padre de Don Juan, hermano de Don Pedro y el hombre de confianza del rey.
- Catalinón: Personaje cobarde que acompaña a Don Juan durante casi toda la obra y está al servicio de este. Fue él quien le recomendó a Don Juan no asistir a la cena de su muerte y el que informó de los acontecimientos al rey.
El Convidado de Piedra
Respecto a don Gonzalo de Ulloa, aparte de su valor en las luchas contra el moro y los servicios prestados a su rey, poco sabemos en el primer tramo de la comedia. Sólo dos intervenciones relevantes: la descripción de Lisboa y la riña con don Juan. Su verdadera actuación comienza después de muerto, incorporando al personaje del convidado de piedra, como agente de la justicia divina que fulmina a don Juan.
Biografía de Tirso de Molina
El nombre verdadero de Tirso de Molina es Fray Gabriel Téllez nació en Madrid. No se sabe exactamente cuándo, pero probablemente fue en 1580. Tirso de Molina introdujo sus obras dramáticas en 1605. Unos de sus trabajos más conocidos incluyen El burlador de Sevilla, La venganza de Tamar y El condenado por desconfiado. Los padres de la iglesia no le permitieron escribir más obras después de su apariencia en el Consejo de Castilla. Oficialmente Tirso de Molina no escribió más trabajos dramáticos, pero algunos dicen que él continuó a escribir por un período de diez años. Se piensa que Tirso de Molina produjo más de cuatrocientas obras en su vida, pero hoy se conocen solamente 68. Unas de sus obras son directamente relacionadas con la religión, pero otras tratan temas históricos. Lope de Vega fue el genio de la comedia, y Tirso de Molina lo llamó su maestro. También consideró la comedia como un arte nuevo porque la forma y el contenido dramático era diferente a lo que estaban acostumbrados. Estas obras fueron influenciadas por las ideas del renacimiento y de las culturas clásicas. Muchos escritores admiraron las comedias de Tirso de Molina. Hay humor en las obras que pertenecen a santos y también en las tragedias.
Datos de la Época
Sabemos que es un periodo de la época medieval, en la cuál se tiene muy presente la existencia de la iglesia, y con ello de la Santa Inquisición. La gente era reprimida y acusada de hereje por tener pensamientos “prohibidos”. Así que la gente era obligada a creer en Dios por distintos medios, directos o indirectos.
Características del Movimiento
El movimiento al que pertenece la obra es sin duda alguna el Barroco. Este se vio fuertemente vinculado con la Contrarreforma y se convirtió en una fuerte arma de la Iglesia, además una de las características del Barroco es la fuerte cantidad de adornos utilizados en las obras, tal es el caso del Burlador de Sevilla.
Tendencias Estilísticas del Barroco
Es ley continuamente observable en el desarrollo de la Literatura que las épocas en que los escritores gozan de menor libertad para expresarse, se compensa tal limitación por un aumento de los artificios y de las exageraciones en el estilo. Ello es especialmente perceptible en el Barroco: nuestros autores, utilizando la lengua literaria creada durante el Renacimiento, la someten a una intensa elaboración -ya perceptible en el Manierismo de fines del XVI-, que da origen a los dos grandes movimientos estilísticos de la época: el culteranismo y el conceptismo. No pensemos que todos los escritores del seiscientos deben repartirse entre ambas escuelas. Los hay que siguen una dirección equilibrada entre estilo y pensamiento. El barroquismo se manifiesta en ellos por su normal escepticismo ante la vida, por su pesimismo, por la tendencia moralizadora de sus obras.
Polimetría en *El Burlador de Sevilla*
En primer lugar, las formas romanceadas se dividen de muy distinta manera: en el primer acto se usan para relaciones. Don Pedro cuenta al Rey de Nápoles y al Duque Octavio, los sucesos nocturnos por medio del romance; Don Gonzalo cuenta cómo es Lisboa a través de un largo romance, y Tisbea cuenta su vida y carácter en un romance heptasílabo. A partir de aquí el uso del romance no va a tener carácter narrativo, sino preferentemente dramático: utiliza Tisbea el romance para la escena del prendimiento del Marqués en el segundo acto, y se vuelve a utilizar para la seducción nocturna de Arminta, ya en el tercer acto. El dramatismo que cobra el uso del romance se desvela en todo el proceso final del duelo entre Don Juan y la Estatua. A partir de la cena del Comendador en la posada, en el momento mismo en que ha terminado la canción con el último verso premonitorio, ¡qué largo me lo fiáis!, comienza el romance, que es la forma de base de la segunda mitad del tercer acto: romance agudo en -ó para la escena de la promesa de Don Juan a la Estatua, con el primer apretón de manos, escena de enorme densidad trágica; romance en a-a para la querella de Octavio con el Rey y el padre del Burlador, y finalmente romance en a-e, con el refuerzo del tema cantado, y del refrán quien tal hace, que tal pague, abarcando desde el reencuentro con la Estatua hasta los últimos versos de la obra. Parece claro que el romance está sirviendo para enlazar las escenas de seducción con las de castigo. A cambio, lo que es el desarrollo de la historia en sus episodios generales está tratado en redondilla. Las variaciones sobre estos modelos centrales son muy interesantes: los tres pasajes en que hay décimas corresponden a pasajes de quejas de los novios burlados: Octavio en el primer acto, Batricio en el segundo y el Marqués de la Mota en el tercero. Aunque los participantes en cada escena varían, la insistencia es reveladora: la décima se utiliza para quejas de engañados. Los endecasílabos, sea en sueltos o en octavas reales, corresponden a escenas de personajes que hablan en presencia del Rey de Nápoles o del Rey Alfonso. A cambio, el endecasílabo combinado con heptasílabo en sextetos-liras se usa para la escena del encuentro entre Isabela y Tisbea, de intenso dramatismo. Teniendo en cuenta que Tisbea tenía su monólogo en romance heptasílabo, se diría que el autor de la obra usa el heptasílabo para voz femenina, y expresa el dramatismo por medio del contraste heptasílabo/endecasílabo. Las letrillas con estribillo de vuelta de canción sirven para la escena alegre de las bodas, y los dos pasajes de quintilla del tercer acto tienen en común el que hacen intervenir a personajes de dos tipos, amo y criado o noble y rústico.