1. Organización de las ideas
El texto se compone de cuatro intervenciones que corresponden a la mujer, la madre, la novia y, finalmente, la madre nuevamente.
El contenido se organiza en dos bloques temáticos:
- Descriptivo (1ª intervención de la mujer): Se centra en el personaje de Leonardo, a quien describe vivo y muerto.
- Narrativo-descriptivo (intervenciones restantes): Se narra la muerte de los dos hombres, la causa, el modo, la hora y el momento, centrando la descripción en el cuchillo como herramienta de muerte.
El planteamiento es circular en las tres últimas intervenciones, reiterando la misma idea. Esto intensifica la sensación de dolor, la obsesión y la impotencia ante la tragedia.
2. Tema y Resumen
2.a Tema
Lamento de las mujeres por la trágica muerte de sus hombres: hijo, maridos y amante.
2.b Resumen
La muerte ha transformado la belleza y la energía vital de uno de los protagonistas en frialdad y oscuridad. Dos hombres se batieron en duelo por amor, entre las dos y las tres. Ambos murieron de una puñalada en el corazón. Tras su muerte, solo queda llanto y desolación.
3. Comentario Crítico
El fragmento permite adentrarnos en temas interesantes:
a) Amor, Celos y Honor
El fragmento narra la muerte de dos hombres en un duelo por amor. Los sentimientos son esenciales. ¿Qué puede mover a dos hombres a la violencia y a la muerte? ¿Estamos ante el verdadero amor? ¿Son los celos inherentes al amor? ¿El orgullo forma parte del amor? ¿La defensa del honor es amor? El amor verdadero antepone la felicidad del ser amado a la propia. Lo contrario nos lleva al egoísmo, el orgullo o un falso concepto de dignidad. Sin generosidad y renuncia, no hay amor. La reflexión no se limita al amor romántico, sino también al de una madre hacia su hijo, cuando ella misma induce la persecución y la defensa del honor familiar, que ya ha costado dos vidas.
b) El concepto de honor
El honor, tan presente en la literatura, invita a la reflexión. ¿Mi honor debe responder por actos de terceros? ¿Me deshonra que mi esposa se vaya con otro? Cervantes, en El Quijote, afirma: “Cada uno es hijo de sus propios actos”. Si mi honra no responde por actos de terceros, ¿qué me impulsa a vengarme cuando el acto de mi mujer ha sido voluntario?
c) La violencia
La violencia como resolución de diferencias irreconciliables sigue presente en la sociedad, relacionada con la falta de habilidades para canalizar sentimientos. Es necesaria una educación emocional que proporcione recursos socialmente aceptados. El que, cuando dos se pelean, se forme un corrillo en lugar de mediar, muestra un fallo educativo. Las víctimas de violencia sexista (no de “género”) son un ejemplo, así como los malos tratos a menores o los abusos de menores a sus padres. La cultura de la violencia está arraigada.
d) Lamento y soledad de las mujeres
Lorca centra la atención en el destino de las mujeres. Hay dos violencias: una masculina, inmediata y contundente; y otra femenina, dilatada, diluida y secundaria. La primera es rápida, del enfrentamiento a la muerte. La segunda es más cruel, condena a la mujer a ser espectadora, enterrándola en vida en su dolor, sin alternativa, cociéndose lentamente en su aflicción. Sin embargo, la madre actúa como enviante, representante del orden social, impulsando a su hijo a la persecución y el duelo. ¿Quién transmite los valores machistas, el padre o la madre? ¿Sigue vigente el planteamiento de Lorca?
e) Antagonismo entre la mujer y el cuchillo
El antagonismo entre la mujer y el cuchillo es obsesivo. Lorca, en el “Romance sonámbulo” (Romancero Gitano), decía: “el barco sobre la mar y el caballo en la montaña”. En Yerma, afirmaba que la sangre de la mujer, si no se usa para alumbrar, se envenena. Cada cosa debe estar en su sitio. La mujer es dadora de vida. El cuchillo cumple su destino al matar. Son irreconciliables. El cuchillo, herramienta de muerte, es también símbolo fálico, transmisor de vida al acercarse “donde tiembla enmarañada la oscura raíz del grito”, metáfora del corazón del hombre y, en segunda lectura, de la vagina de la mujer. Elementos antagónicos irreconciliables.
La reflexión debe ceñirse al texto, no utilizarlo como pretexto para resumir la obra, hacer un análisis literario o desarrollar un tema general.