La Generación del 98
La Generación del 98 fue un grupo de escritores de finales del siglo XIX, unidos por preocupaciones similares respecto a la realidad social, histórica y cultural de España. La crisis del 98, marcada por la pérdida de las colonias de Cuba y Filipinas en 1898, fue un evento crucial para estos autores. Entre sus figuras más destacadas se encuentran Miguel de Unamuno, Pío Baroja, José Martínez Ruiz (Azorín), Ramiro de Maeztu y Antonio Machado, así como Ramón María del Valle-Inclán. Esta corriente literaria se consolidó a partir del Grupo de los Tres, formado por Maeztu, Baroja y Azorín.
Estilo
Se caracterizaron por el uso de un lenguaje sencillo, la renovación de la técnica de la novela y la predilección por el ensayo.
Temática
La temática principal gira en torno a dos ejes centrales: el tema de España y el sentido de la vida.
El Tema de España
Se manifiesta en la preocupación por el paisaje y la historia. El paisaje castellano, símbolo del alma española, se convierte en un motivo recurrente en sus obras. Reflejan el paisaje subjetivamente, mostrando su visión personal y emocional del mismo. Más que la historia externa, les atrajo lo que Miguel de Unamuno denominó intrahistoria, es decir, la vida cotidiana de las personas comunes, los verdaderos protagonistas de la historia.
El profundo amor por Castilla y por España los llevó a anhelar la europeización del país: una apertura hacia Europa y una revitalización de los valores propios de España.
El Sentido de la Vida
Se plasma en su preocupación por los problemas existenciales. Se preguntan sobre el sentido de la existencia humana, el paso del tiempo, la muerte, y al no hallar respuestas, padecen una profunda angustia vital.
La Novela en la Generación del 98
Los novelistas del 98 optaron por una narrativa que se centra en la exposición de ideas y ambientes desde un punto de vista subjetivo, rechazando las estéticas realista y naturalista.
Pío Baroja (1872-1956)
Gran novelista de la Generación del 98. Su narrativa se organiza en trilogías: La tierra vasca, La lucha por la vida y La raza (también conocida como La raza y el mar). De carácter histórico, compuso veintidós novelas que se integran en Memorias de un hombre de acción, una mezcla de historia y novela con tintes autobiográficos. Su estilo es rápido, preciso y claro.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
La obra de Unamuno gira en torno al ser humano, la muerte y Dios. Sus novelas son una proyección de sus problemas vitales, de su lucha interna. Utilizó la «nivola» para profundizar en el drama de la existencia humana. Su obra se puede clasificar en:
- Históricas: Paz en la guerra
- Ideológicas y existenciales: Amor y pedagogía y Niebla
- Trágicas: Abel Sánchez y La tía Tula
Cabe destacar también la novela San Manuel Bueno, mártir.
José Martínez Ruiz, Azorín (1873-1967)
Azorín destaca por sus ensayos y artículos periodísticos, pero también por su obra novelística. Su obra gira en torno a la preocupación por el paso del tiempo y al tema de España. Su técnica es impresionista, clara y precisa. Entre sus novelas destacan: La Voluntad, Antonio Azorín y Las confesiones de un pequeño filósofo.
Otros Grandes Autores de Novela
- Ramón Pérez de Ayala: Belarmino y Apolonio y Tigre Juan.
- Gabriel Miró: Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso.
La Novela Española del Siglo XX
Novela Existencial (1940-1950)
Las tres obras más representativas son: Nada de Carmen Laforet, La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes. La temática trata el desencanto del ser humano y su destino trágico. Los temas principales son la incertidumbre de los destinos humanos y la ausencia o dificultad de comunicación. Entre las técnicas narrativas destacan: el protagonista individual, espacios reducidos e interiores, ambientes urbanos, tiempo reducido, narración en primera persona y un lenguaje funcional.
Novela Social (1950-1960)
Autores como Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio y Juan Goytisolo cultivaron este género. La obra más representativa es La Colmena de Camilo José Cela. El tema principal es la sociedad española, caracterizada por la soledad individual y colectiva. Se refleja en tres ambientes: la vida rural (Los bravos de Jesús Fernández Santos), la vida urbana (La hoja roja de Miguel Delibes) y el mundo obrero (La mina de Armando López Salinas). Las técnicas narrativas se caracterizan por la sobriedad y la sencillez: protagonista colectivo, lugares concretos, tiempo lineal y narrador en tercera persona.
Novela Experimental (1960-1970)
Tiempo de silencio de Luis Martín Santos marca el inicio de la renovación total de la novela. Continúan esta línea: La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester, San Camilo, 1936 de Camilo José Cela, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes y Señas de identidad de Juan Goytisolo. La temática ofrece una visión dialéctica de la realidad española. Las técnicas narrativas incluyen: la pérdida de importancia del argumento, la reaparición del personaje individual, la sustitución del capítulo por la secuencia, el desorden cronológico (flashback y flashforward), el narrador omnisciente con punto de vista múltiple, el monólogo interior y las digresiones. El estilo se caracteriza por un lenguaje barroco.
Novela en el Exilio
Autores como Arturo Barea con La forja de un rebelde, Rosa Chacel con Barrio de Maravillas, Francisco Ayala con Muertes de perro, Max Aub con El laberinto mágico y Ramón J. Sender con Réquiem por un campesino español continuaron la tradición literaria española desde el exilio. Esta novela se empieza a publicar en España tras el inicio de la transición democrática, después de 1975.