1. El Barroco: Contexto Histórico y Social
El Barroco es el período artístico, literario y cultural que nace en Europa en el siglo XVII. Es una época pesimista e ideológicamente conformista. España sufre una profunda decadencia económica, social y política, y se enfrenta al declive de un imperio cuya grandeza es insostenible.
La crisis del siglo XVII afecta a toda Europa y especialmente a España, donde el desmoronamiento del Imperio español provoca una crisis política a la que se suma la crisis económica.
La reducción de llegada de oro de América y las malas cosechas causan el empobrecimiento de la población, especialmente en el campo, que tiende a refugiarse en las ciudades, donde aumenta la pobreza. La estratificación social se reduce. El número de nobles es elevado y muchos viven empobrecidos al no poder trabajar.
En lo religioso, la Contrarreforma tiene una enorme influencia sobre el pensamiento y el arte. La Inquisición vela por los valores católicos y actúa ante cualquier amenaza. La limpieza de sangre cobra gran relevancia: para acceder a un puesto de poder se debe acreditar ser cristiano viejo. Resultado de esta discriminación fue la expulsión de los moriscos de la península, con importantes consecuencias en la economía del imperio.
En España, se suceden los reinados de los monarcas Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Los sucesivos reyes dejan el gobierno en manos de validos o consejeros, como el Conde-Duque de Olivares, cuya mala administración lleva a España al desastre. Carlos II muere sin descendencia y propicia el acceso al trono de los Borbones.
Para sostener el imperio, España se ve obligada a enfrentar una serie de conflictos bélicos, tanto en el exterior como en el interior, cuyo gasto es insostenible. El final de la Guerra de los Treinta Años pondrá de manifiesto el fin de la hegemonía del imperio.
2. La Cultura en el Barroco
La cultura barroca nace de la conciencia colectiva de crisis y refleja el estado de ánimo de inquietud, inestabilidad y amenaza provocado por la situación social, económica y política. El Barroco supone el final de una época anterior de esplendor y, por tanto, se percibe con un profundo pesimismo y desesperanza. Sin embargo, el arte vive un momento de esplendor: la pintura, la escultura, la arquitectura y la literatura viven el Siglo de Oro.
La estética barroca se opone al modelo clásico del Renacimiento, irrumpe la serenidad, el equilibrio y la armonía. Se caracteriza por:
- El profundo pesimismo, fruto de la visión desencantada del Barroco.
- La exageración y la deformación, que forman parte de una visión caricaturesca y satírica de la realidad.
- El desequilibrio de formas, ya que el arte barroco se basa en el dinamismo y el contraste de ideas opuestas.
- El ingenio del autor en el uso de la lengua.
- El gusto por el artificio, la teatralidad y el espectáculo.
La literatura y el arte barrocos reflejan una sociedad estamental y transmiten su visión del mundo y su escala de valores. Así, cumplen una función propagandística; esta función es muy evidente en el teatro.
Fruto de la crisis, en el arte del Barroco son frecuentes los temas que giran en torno a la idea del desengaño:
- El paso del tiempo.
- La fugacidad de la vida.
- La vanidad de las cosas terrenales.
- La vida como sueño.
- La muerte.
3. Características de la Poesía Barroca
Durante el siglo XVII, la poesía se cultiva ampliamente en la épica, la lírica o el teatro. Algunos de nuestros poetas más importantes se inscriben en este periodo como Lope de Vega. La poesía barroca resulta de la transformación de las formas renacentistas, aunque se aparta del equilibrio característico del siglo anterior: las formas se intensifican con la exploración del lenguaje y la exageración de recursos formales. También mantienen algunos de los temas del Renacimiento, pero los aborda con una visión desencantada. Éstos son algunos de los más importantes: el amor se concibe como causa de sufrimiento o como un sentimiento tan intenso que supera la muerte. Ej: Soneto 126.
3.1 Lo Culto y lo Popular
La influencia de la lírica culta italianizante pervive en los versos endecasílabos, solos o combinados con heptasílabos, sonetos, tercetos, como octavas reales…
La imitación de formas populares en octosílabos se había iniciado ya en el siglo anterior con los romances, villancicos, seguidillas… Sin embargo, en el Barroco incluso los temas más graves se introducen con formas tradicionales.
3.2 El Estilo de la Poesía Barroca
En el siglo XVII, el modelo renacentista está agotado; la poesía barroca busca la sorpresa, lo extraordinario. El poeta demuestra su ingenio a través de la perfección estética, el refinamiento formal. No se pretende conseguir la serenidad sino la complicación del lenguaje. De acuerdo con el estilo se distinguen dos escuelas:
- El culteranismo busca crear belleza mediante el uso de latinismos y cultismos, del hipérbaton y de recursos que favorecen la musicalidad.
- El conceptismo se basa en la asociación ingeniosa entre palabras e ideas, pero elimina los puentes que ha trazado entre ellas, oculta el camino y el lector debe descifrarlos.
4. La Poesía de Góngora
Luis de Góngora es el máximo exponente del culteranismo. Se le conoce como «Príncipe de la Luz» y «Príncipe de las Tinieblas». Con estos dos términos opuestos se hace referencia a la sencillez o a la complejidad de sus dos tipos de composiciones:
- Los poemas en versos octosílabos, romances y letrillas de aparente sencillez que tratan temas tradicionales: el amor, la Navidad, burlescos o humorísticos.
- Los poemas en versos endecasílabos, de tradición clásica, cultos y de estética abigarrada. Son sonetos o composiciones más largos que tratan temas como el amor, el desengaño, la muerte… También son frecuentes en su poesía tanto el elogio como la sátira de personas.
Las obras mayores de Góngora presentan un estilo muy elevado y de difícil lectura. Estas son las obras más importantes: Fábula de Polifemo y Galatea; Soledades.
5. La Poesía de Quevedo
Francisco de Quevedo es el máximo exponente del conceptismo. El ingenio, el humor, la intensidad lírica se expresan en su obra con un incomparable dominio del lenguaje. Gran parte de su obra se publica en Parnaso Español. Sus versos destacan en todos los terrenos que cultiva:
- La poesía moral o filosófica, que trata temas como el paso del tiempo o la muerte con un profundo pesimismo.
- La poesía amorosa, inspirada en la tradición petrarquista y expresada en versos de una gran intensidad lírica en los que son frecuentes los sentimientos de dolor y de desamor.
- La poesía satírica y burlesca, que emplea el humor para parodiar la mitología clásica y la literatura culterana, para satirizar a ciertos grupos, y para criticar vicios y costumbres.