Lírica Culta Catalana
En el siglo XII surgió en Provenza la poesía trovadoresca, que llegó a Cataluña en el siglo XIII. Esta poesía se recoge en casi 100 cancioneros. De carácter lírico, fue obra de autores conocidos y se expresó en una lengua homogénea. Fue cultivada por trovadores, y sus composiciones, destinadas al canto, fueron divulgadas por los juglares. Los trovadores crearon un arte refinado y difícil, sometido a leyes rígidas: la versificación se basaba en el número de sílabas del verso y la rima debía ser rigurosamente consonante.
Géneros de la poesía provenzal
Los trovadores cultivaron dos géneros: el sirventés y la cansó:
Cansó
Composición de carácter amoroso, siempre de hombre a mujer, que refleja la ideología feudal.
Sirventés
(Para criticar a alguien) Composición que se empleaba como forma de expresión de ira, represión, ataque personal, polémica literaria o discurso moralizante.
La concepción del amor cortés
El amor cortés era el arte de amar, la cortesía, y fue entendido como un servicio a la dama, considerada un ser superior. El amante pasa por cuatro etapas: feñedor (aún no se atreve a expresar sus sentimientos), precador (ya le manifiesta sus sentimientos), entendedor (es correspondido), drudo (se convierte en su amante).
Lírica Culta Gallego-Portuguesa
(Se divide en: cancionero religioso, cantigas de amor, cancionero de burlas).
Cantigas de amor
Con influencia de la poesía trovadoresca, que llegaba a través de los peregrinos de Santiago, son herederas de la cansó provenzal tanto en léxico como en tópicos. En las cantigas de amor, el gozo amoroso de las cansós se transforma en tristeza y tormento, y amar y morir se equiparan. No hay presencia de elementos de la naturaleza: el entorno es urbano, más bien palatino. Presentan una métrica variada y artificiosa, y una división estrófica compleja. La lírica culta gallego-portuguesa incluye también un cancionero de burlas y un cancionero religioso.
Cancionero de burlas
Dos tipos de composiciones: las cantigas de escarnio, sátiras de carácter personal, y las cantigas de maldecir, ataques directos a grupos o personas concretas.
Cancionero Religioso
Está constituido por las Cantigas de Santa María, obra del rey Alfonso X el Sabio. Los versos varían entre las 2 y las 24 sílabas; destaca el alejandrino.
Lírica Culta Árabe y Hebrea
En los siglos X y XI surgieron en Al-Ándalus dos tipos de poemas estróficos: el zéjel y la moaxaja. El tema fundamental de ambas composiciones es el amor, frecuentemente de tipo homosexual. El escenario es urbano; aparecen referencias a la flora y la fauna características de Al-Ándalus.
La moaxaja
Se escribió en árabe clásico, pero pronto se empleó el hebreo clásico. La última estrofa se remataba con unos versos denominados jarcha.
El zéjel
Se compuso en árabe dialectal y carecía de jarcha.
Lírica Primitiva Popular
(Jarchas, Cantigas de amigo, villancicos).
Jarchas
Las jarchas son los versos que cerraban las moaxajas. Compuestas en árabe o hebreo vulgar, o en romandalusí. La mayoría de las jarchas constan de 4 versos, sobre todo hexasílabos y octosílabos, con rima preferentemente consonante. El tema es casi siempre amoroso: el emisor, una joven enamorada, cuenta su sufrimiento a su madre, hermanas o amigas en un entorno urbano. Se caracterizan por la simplicidad y el escasísimo empleo de recursos expresivos. Un rasgo característico es la mención del amado por medio del sustantivo Habib.
Cantigas de amigo
En las cantigas de amigo gallego-portuguesas, el emisor es también una muchacha enamorada que expresa sus sentimientos a su madre, hermana o amigas. En ellas, la naturaleza cobra gran importancia. A diferencia de las cantigas de amor, las de amigo presentan un lenguaje popular y un léxico concreto. Su forma habitual es la estrofa monorrima, seguida de un estribillo también monorrimo, pero con una rima distinta. Su principal recurso estilístico es el paralelismo.
Villancicos
En Castilla se componen poemas cultos cuyos primeros versos se denominan villancicos. El tema más común de los villancicos es el amoroso y coincide con el de las jarchas y las cantigas: una doncella enamorada se lamenta por su situación. El lugar del encuentro es un entorno rural, en el que cobra relevancia el agua. En los villancicos es frecuente la ausencia de adjetivos, el predominio de los verbos de movimiento y de los diminutivos, las oraciones exhortativas y desiderativas, las repeticiones y los paralelismos.
La poesía cancioneril
Principios del siglo XV. El nombre de poesía cancioneril se debe a que se encuentra recopilada en cancioneros. Dos tipos de composiciones:
Cantigas
Eran poemas breves destinados al canto, normalmente de tema amoroso. Tenían una forma fija, constituida por la cabeza (que expresaba el motivo de la composición), variación y vuelta.
Decires
Se trataba de composiciones más largas (líricas o narrativas) compuestas por un número indeterminado de estrofas y destinadas a la lectura. Desde mediados de siglo se denominaron coplas.
Poesía amorosa
El tema principal de la lírica cancioneril es el amor, y su ideología, la del amor cortés. El léxico expresa metafóricamente el sometimiento del caballero a la dama y también se relaciona con la guerra y con la religión. No aparece descripción alguna de la mujer, solo se habla de sus ojos y de su corazón. En muchos casos, se percibe una corriente de erotismo.
Poesía moral y religiosa
La poesía cancioneril abordó también cuestiones relacionadas con la inestabilidad del siglo XV: critican los abusos de grupos o individuos, otros condenan el mundo en general, y un tercer grupo propugna una actitud estoica (de fortaleza y dominio). La poesía religiosa critica la corrupción y relajación de las costumbres, incluye gozos, pesares y loores de la Virgen y, en el último cuarto de siglo, se incorpora la figura de Cristo.
Grandes poetas del siglo XV
En la primera mitad del siglo XV destacan: Marqués de Santillana y Juan de Mena. En la segunda mitad sobresale la figura de Jorge Manrique.
Marqués de Santillana
(Íñigo López de Mendoza). Cultivó la poesía moral (Proverbios, Diálogo de Bias contra Fortuna), política y alegórico-narrativa. En su producción destacan las Serranillas, que narran el encuentro entre un caballero y una pastora; estas composiciones contraponían personajes de estamentos sociales muy diferentes.
Juan de Mena
Autor de cantigas y decires amorosos de tono intelectual y estilo artificioso. Su obra más destacada es «Laberinto de Fortuna», dedicada al rey Juan II. En este extenso poema emplea el dodecasílabo, y complica la sintaxis y el léxico.
Jorge Manrique
Máximo representante de la lírica castellana en el siglo XV. Como poeta cancioneril, cultivó la poesía amorosa y burlesca; pero su obra cumbre es el poema elegíaco «Coplas a la muerte de su padre».
Coplas a la muerte de su padre
Las Coplas a la muerte de su padre constan de 40 estrofas denominadas coplas manriqueñas de pie quebrado. Las coplas manriqueñas están constituidas por 12 versos que siguen el esquema métrico 8a 8b 4c 8a 8b 4c 8d 8e 4f 8d 8e 4f. En la obra manriqueña se distinguen dos partes: la primera, de carácter general, comprende las primeras 24 estrofas; en la segunda (las 16 coplas restantes), se exalta la figura del padre del autor, don Rodrigo Manrique.
El estilo manriqueño
El estilo empleado por Jorge Manrique en las Coplas, caracterizado por su naturalidad, es profundamente innovador. El poeta sustituye el estilo elevado por un estilo humilde, en el que adquiere relevancia el uso de sentencias. Emplea metáforas e imágenes, en relación con la presencia del ubi sunt? (¿dónde están?, tópico de raigambre medieval con el que se pregunta por las grandes figuras de la historia o la fama). En las Coplas son habituales también las interrogaciones retóricas. Con el uso de un estilo sencillo, el autor pretendía llegar a todos los públicos.
Temas de las coplas: La Muerte
El tema de la muerte como personaje vengador y despiadado, poseedora de un poder igualatorio y contra la cual es imposible oponer resistencia. En las Coplas, Manrique no describe la muerte con rasgos macabros, sino que la presenta como ministra de Dios.
La Fama y la Vida Eterna
El tema de la fama en las «Coplas» aparece utilizado. La fama adquirida por los actos realizados en esta vida repercute favorablemente en el goce que los bienaventurados tendrán en la otra. Gracias a las buenas obras realizadas en su vida terrenal y a la fama adquirida por ellas, don Rodrigo consigue vencer a la muerte y alcanzar la vida eterna.