La Novela Social Española: Etapas y Características
a) Precursores de la Novela Social
En la década de 1950, emergen autores y obras que sientan las bases de la novela social en España. Destacan figuras como:
- Miguel Delibes (El camino)
- Luis Romero (La noria)
- Camilo José Cela (La colmena)
En 1951, dos novelas marcan un punto de inflexión en la narrativa española de la posguerra: La noria de Luis Romero y La colmena de Camilo José Cela. Esta última, considerada la primera novela social, presenta un retrato realista y crudo de la vida cotidiana en el Madrid de 1942. Hambre, dinero y sexo son los ejes temáticos que definen la existencia de personajes despojados de ideales, pero con una relativa libertad. Cela logra plasmar una forma de vivir a través de cuadros simultáneos, con personajes y tiempos diversos.
b) La Verdadera Novela Social
A partir de 1954, la novela social se consolida con autores como Ignacio Aldecoa, José Manuel Caballero Bonald y Carmen Martín Gaite, entre otros. Estos autores comparten rasgos comunes:
- Solidaridad con los humildes y oprimidos.
- Inconformismo social y deseo de cambios.
- Compromiso ante la injusticia social.
Vertientes del Realismo Social
Objetivismo
Testimonio escueto, sin aparente intervención del autor. Se limita a registrar la conducta externa de individuos o grupos y a recoger sus palabras, sin comentarios ni interpretaciones. En esta línea, destaca Los bravos (Jesús Fernández Santos), que retrata un pueblo de la montaña leonesa con una actitud distante, reivindicando un presente que supere las costumbres arcaicas y el caciquismo. Otra obra relevante, aunque controvertida por su estilo, es El Jarama (Rafael Sánchez Ferlosio), caracterizada por su objetivismo extremo, la ausencia de descripciones, un argumento trivial y el uso abundante de diálogos y frases hechas.
Realismo Crítico
Denuncia las desigualdades e injusticias desde posturas dialécticas, comentando e interpretando la realidad. Los autores de esta vertiente se centran en temas como:
- La fragmentación social en clases o grupos (guardias, gitanos, campesinos, etc.).
- La dura vida del campo.
- El mundo del trabajo.
- Las clases trabajadoras.
- La juventud desocupada y abúlica de la burguesía.
- Los efectos de la Guerra Civil en niños y adolescentes.
Los personajes de estas novelas se caracterizan por su pasividad, pobreza, impotencia, aburrimiento e indolencia. No hay violencia explícita, sino sufrimiento y amargura.
Técnicas Literarias
- Títulos plurales que aluden a la multitud de personajes.
- Acción ralentizada y descriptiva.
- Narración en tercera persona con un enfoque cinematográfico.
- Discontinuidad personal.
- Preocupación estética mínima; el contenido prima sobre la forma.
- Estructura aparentemente sencilla, con preferencia por la narración lineal.
- Reducción espacial y temporal (las obras suelen transcurrir en uno o dos días).
- Personaje colectivo o representativo de una clase social.
- Rechazo de la novela psicológica y uso de técnicas derivadas del objetivismo.
- Diálogos abundantes que revelan la personalidad y el habla de los personajes.
La Renovación de la Novela en los Años 70
A partir de 1962, con la publicación de Tiempo de silencio (Luis Martín-Santos) y La ciudad y los perros (Mario Vargas Llosa), se inicia una renovación en la novela española.
- Tiempo de silencio demuestra la posibilidad de conjugar el compromiso social con el cuidado de la forma literaria. Presenta un protagonista individual y confuso, cuya conciencia experimenta una discontinuidad, no tanto espacio-temporal como interna.
- La ciudad y los perros marca la entrada en el panorama narrativo español de muchos novelistas hispanoamericanos, un fenómeno conocido como el «boom» de la novela hispanoamericana.
La narrativa española evoluciona hacia lo que se ha denominado novela estructural o experimental, caracterizada por:
- Mayor cuidado en la forma y el lenguaje.
- Mayor dificultad de lectura, exigiendo una mayor participación del lector.
- El tema de la autoafirmación personal como eje central, con la creación de mundos autónomos y subjetivos.
Entre los nuevos novelistas destacan, además de Luis Martín-Santos:
- Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa)
- Juan Goytisolo (Señas de identidad)
- Miguel Delibes (Cinco horas con Mario)
- Camilo José Cela (San Camilo, 1936)
- José María Guelbenzu (El mercurio)
- Juan Benet (Volverás a Región)