TEMA 9: LA POESÍA DE POSGUERRA
1. CONTEXTO
Al acabar la guerra civil existía un fuerte retroceso económico y un fuerte aumento del coste de vida. En los primeros años imperaron el silencio y el terror a la delación. Gran parte de la población padecía frío y desnutrición lo que favorecía el desarrollo de enfermedades.
En la década de los 50, con la progresiva incorporación al contexto internacional se produjo una cierta recuperación económica. En los años sesenta y hasta 1975, continuaron las detenciones y las ejecuciones. El turismo, la movilidad social y la emigración generaron un cambio en las costumbres.
2. MIGUEL HERNANDEZ
Su producción se vincula a la de la generación del 27, dado que cultiva algunas tendencias importantes del grupo: el barroquismo gongorino, el surrealismo y el neopopularismo.
En cuanto a su evolución poética, podemos diferenciar tres etapas:
- Primera etapa. Con inspiración vanguardista encontramos El rayo que no cesa cuyo tema central es el sufrimiento amoroso.
- Segunda etapa. Corresponde a la poesía comprometida que incluye textos de poesía política y social.
- Última etapa. Corresponde a los poemas escrotos en la cárcel.
En cuanto a los temas principales, están vinculados a su concepción de la vida y compromiso social. Entre ellos destacan la pena ligado al destino trágico y la muerte, el amor pasional y el erotismo, y el odio marcado por las guerras. En cuanto a su estilo destaca el uso de símbolos, metáforas e imágenes y un vocabulario más sencillo.
3. LA POESÍA DE LOS AÑOS 40:
En los años cuarenta se registran en España diferentes tendencias. Al inicio de la década destaca la poesía neoclásica o arraigada con Luis Rosales o Leopoldo Panero. Por otro lado, aparece una corriente existencialista o desarraigada que se centra en el sufrimiento del ser humano tras lo vivido en la guerra civil. Destacan algunas obras como Hijos de la ira de Dámaso Alonso. Y por último, hacia 1945, surge una poesía vanguardista, que entronca con la lírica anterior reivindicando: el postismo que pretende crear una poesía imaginativa superadora de todos los vanguardismos, el grupo cántico con una poesía de experiencia y la tendencia surrealista con temas como el dolor o la muerte.
4. LA POESÍA DE LOS AÑOS 50: LA POESÍA SOCIAL :
Un grupo de poetas entre los que destacan Gabriel Celaya, Blas de Otero y José Hierro concibieron la poesía como comunicación:
Como medio de denuncia del dolor y las injusticias sociales y en algunos, de lucha por un cambio social y político. La poesía social se caracterizó por su preocupación por la realidad y la vida colectiva.
4.1. BLAS DE OTERO: En su poesía se distinguen varias etapas, aunque se reconocen como temas constantes su rebelión ante la injusticia y su ansia de paz.
En su primera etapa trata una poesía existencial que se caracterizan por la desolación del mundo y el silencio de Dios.
Con Pido la paz y la palabra incorpora la poesía social.
La identidad de España y su porvenir se convierten en uno de los temas principales junto con la capacidad de las palabras para hallar la paz.
En sus últimos años cultiva una poesía experimental, de influencia surrealista. Hay un retorno a la intimidad de la voz poética (la infancia, la vida cotidiana) y mayor serenidad.
5. LA PROMOCIÓN DE LOS AÑOS 60
Los poetas en la década de los 60 conciben la poesía como un proceso de conocimiento, de la realidad y de sí mismos. Crearan una poética centrada en lo individual con una mayor elaboración artística del lenguaje.
Los autores mas destacados de esta promoción son Ángel González, José Ángel Valente y Jaime Gil de Biedma, del que hablaremos más adelante.
Entre los rasgos temáticos más importantes se pueden citar:
- El análisis de la memoria personal y la experiencia individual e histórica.
- Los temas del paso del tiempo, el amor ligado al erotismo y la amistad.
- La metapoesía que se trata de la reflexión de los poetas sobre la poesía.
- La presencia de lo religioso.
En cuanto al estilo, predomina el tono meditativo, un lenguaje coloquial y son frecuentes el uso de la ironía y la intertextualidad.
5.1. JAIME GIL DE BIEDMA
La creación literaria de Jaime Gil de Biedma se reúne en: Las personas del verbo. Según él, la poesía consiste en inventarse una identidad, inventada ya y asumida.
En relación con ese afán de hallar una identidad está el tema principal de su obra: el paso del tiempo vinculado con las experiencias personales. También aparece el amor ligado al erotismo y una gran importancia de los espacios urbanos.
En las personas del verbo recoge los poemas de los siguientes libros:
Compañeros de viaje
Aparece el mundo de la infancia y la adolescencia.Moralidades
Al recuerdo del pasado se une la reflexión sobre el tiempo histórico de la Guerra Civil.Poemas póstumos
Refleja la madurez del poeta en la que se observa una gran desilusión por lo no obtenido.
En cuanto a su estilo, Jaime se dirige con frecuencia a un tú. Sus poemas son de carácter meditativo destacando el registro coloquial con el tono conversacional y la intertextualidad.
6. LOS NOVÍSIMOS:
A finales de los 60 aparecen obras de un grupo de jóvenes escritores que renuevan el panorama poético. Entre los rasgos que se distinguen de esta promoción cabe destacar: la ruptura con el realismo de la literatura de postguerra, lo personal se mezcla con lo público y la metapoesía.
En cuanto a la estilística, destaca el uso de las imágenes irracionales, elementos rítmicos y musicales, collages y la renovación del lenguaje poético es uno de sus objetivos principales.
7. LA ÚLTIMA POESÍA DE LOS 80 EN ADELANTE
En la poesía de este periodo conviven diversas corrientes y en los últimos años, se detecta la ausencia de una estética dominante.
En las décadas de los 80 y 90 prevalece la estética de los novísimos y progresivamente van desarrollando distintas tendencias entre las que destaca la poesía de la experiencia.
Es la corriente dominante hasta mediados de la década de los 90 y entre sus características generales encontramos una insistencia en las experiencias individuales (relaciones amorosas, desengaño), estética verosímil y realista donde se muestra la ciudad y la cotidianidad y por último, un estilo cuidado pero sencillo.
Desde 1990 a la actualidad, destaca la pluralidad de poéticas e intereses, sin que exista una corriente dominante.