1. El Periodo de Entreguerras
En 1914 comenzó la Primera Guerra Mundial, originada por el afán expansionista de Alemania. En este contexto, surgieron en Italia y Alemania dos nuevos movimientos políticos: el fascismo y el nacionalismo. La literatura sufrió grandes transformaciones. En España, los escritores de la Generación del 98 dieron paso al Novecentismo y a la Generación del 27. Miguel Primo de Rivera impuso un régimen dictatorial con el consentimiento de Alfonso XIII, intentando, sin éxito, impedir una crisis económica. Tras su dimisión, se instauró la Segunda República con un ambicioso plan reformista, que finalmente desembocó en un golpe de Estado liderado por Franco y, consecuentemente, en la Guerra Civil Española.
2. Las Vanguardias
También conocidas como “ismos”, constituyen un conjunto de movimientos que rechazaban las formas artísticas tradicionales y propugnaban la experimentación. Destacan:
Creacionismo
De origen hispano, crea la realidad dentro de la obra.
Surrealismo
De origen francés, expresa emociones del subconsciente.
3. El Novecentismo
En la segunda mitad del siglo XX, surge un grupo de escritores caracterizados por el intelectualismo y la búsqueda de un arte puro, conocidos como la Generación del 14. Su principal representante es Juan Ramón Jiménez.
3.1 La Novela Novecentista
Se caracteriza por dos rasgos principales: el lirismo descriptivo y los paisajes ensayísticos. Son obras en las que predomina la reflexión y descripción de personajes sobre la acción. Entre los novelistas de la Generación del 14, destacan Gabriel Miró y Ramón Pérez de Ayala. También es relevante Ramón Gómez de la Serna, introductor de las vanguardias en España y creador de las greguerías, definidas como una suma de humor y metáfora.
3.2 El Ensayo Novecentista
Entre los ensayistas de esta generación, sobresale José Ortega y Gasset (1883-1955), quien resumió sus ideas sobre cómo debía ser la nueva literatura en La deshumanización del arte.
4. La Generación del 27
En los años 20, surgió un nuevo grupo de escritores, la Generación del 27, llamados así por su reunión en 1927 para conmemorar el tricentenario de la muerte de Luis de Góngora. Estos autores, de sólida formación intelectual, admiraban la poesía de Juan Ramón Jiménez y las ideas de Ortega y Gasset. Sin embargo, no se limitaron a imitar el modelo de poesía desnuda y arte deshumanizado, sino que incorporaron nuevos elementos formales y temáticos, fusionando vanguardia y tradición. A esta generación pertenecen, entre otros, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego y Vicente Aleixandre. Su trascendencia fue enorme, especialmente en poesía, aunque autores como Lorca y Alberti también contribuyeron a la renovación del género teatral.
4.1 Rafael Alberti
Marinero en tierra: poemario que aborda temas como la nostalgia, la infancia y el recuerdo.
Sobre los ángeles: expresa con técnica surrealista la angustia y la desorientación personal del poeta.
4.2 Jorge Guillén
Fue el máximo representante de la poesía pura. Su obra se recoge en Aire nuestro, que agrupa tres poemarios: Cántico, Clamor y Homenaje.
Juan Ramón Jiménez
Nació en Moguer (Huelva) en 1881. En 1916 se marchó a EE. UU. para casarse con Zenobia Camprubí, y allí regresó tras el estallido de la Guerra Civil. En 1956 obtuvo el Premio Nobel de Literatura y falleció dos años más tarde en Puerto Rico.
Su obra se caracteriza por la búsqueda de la perfección ideal, común a las diferentes etapas de su producción literaria, definidas por el autor como etapa sensitiva, etapa intelectual y etapa suficiente o verdadera.
Etapa Sensitiva
Marcada por la influencia del modernismo. Destacan la sonoridad del verso y la presencia de símbolos y motivos modernistas: el atardecer, la luna, los jardines… Formalmente, tienen gran importancia la musicalidad y la adjetivación. A esta etapa pertenecen libros como Arias tristes, Elegías o La soledad sonora. También se incluye Platero y yo, una elegía en prosa poética.
Etapa Intelectual
Se inaugura en 1916 con Diario de un poeta recién casado, publicado un año después. Se caracteriza por la desnudez formal y la presencia de temas más complejos como la soledad, la muerte, la eternidad o la creación. Obras importantes de esta etapa son, además del Diario, Eternidades, Piedra y cielo y La estación total.
Etapa Suficiente o Verdadera
A esta etapa pertenecen los libros escritos durante su exilio americano, entre los que destacan En el otro costado y Dios deseado y deseante. El poeta busca la trascendencia a través de la perfección y la belleza, identificando la búsqueda de la perfección y la depuración poética con la búsqueda de Dios.
Federico García Lorca: Poesía
Nació en Fuente Vaqueros (Granada) en 1898. En 1919 se trasladó a la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde entró en contacto con gran parte de los autores de su generación. En 1929 viajó a Nueva York, donde compuso poemas publicados póstumamente como Poeta en Nueva York. Murió fusilado en Víznar (Granada) en 1936.
Primera Etapa: Romancero gitano
Lorca compone una poesía de tipo popular, retomando formas de la poesía tradicional española para expresar temas recurrentes como el deseo, la rebeldía y la muerte. Destacan Poema del cante jondo, que recrea motivos y formas del folclore andaluz, y el Romancero gitano.
Segunda Etapa: Poeta en Nueva York
Influenciado por los movimientos de vanguardia, especialmente el surrealismo. Tras su viaje a Nueva York, compone poemas que reflejan temas como la miseria, el hambre y la injusticia social, recurriendo al verso libre e imágenes surrealistas (basadas en asociaciones irracionales de ideas). Fueron publicados póstumamente en Poeta en Nueva York.
Federico García Lorca: Teatro
Fue, junto a Valle-Inclán, el máximo renovador del teatro español en el primer tercio del siglo XX. Su primer éxito fue el drama histórico en verso Mariana Pineda. La cumbre de su producción teatral son tres tragedias rurales ambientadas en Andalucía: Bodas de sangre, que plantea un amor imposible entre un hombre y una mujer de dos familias rivales; Yerma, que aborda la angustia de una mujer incapaz de tener hijos; y La casa de Bernarda Alba, centrada en la tiranía moral de una madre despótica. En todas ellas se trata el conflicto entre la libertad del individuo y la autoridad.