1. Explica en qué medida el contexto sociopolítico de los años posteriores a la guerra civil hasta los años 70 condiciona la producción narrativa de la época.
Los cambios políticos que comenzaron después de la guerra tenían como objetivos básicos, entre otros, la unificación lingüística y la sustitución de todas las lenguas minoritarias del Estado por el español. Se abolió la Generalitat, el Estatuto y los partidos políticos, y se prohibió el uso público y oficial del catalán, así como la enseñanza en este idioma. La lengua quedó relegada al ámbito privado, y la literatura catalana quedaba condenada a ser un fenómeno minoritario y sin viabilidad. Muchos escritores se exiliaron y se organizaron muy pronto, incorporándose a revistas ya existentes o bien creando nuevas. Después de 1939, la novela en catalán reaparece lentamente. Esto ocurre primeramente en el exilio, debido a las dificultades de publicación y a la censura que había en el interior, pero los novelistas exiliados prefieren editar sus obras en Cataluña. Las circunstancias políticas de la posguerra son causa de que una buena parte de la narrativa que se publica hasta el comienzo de los sesenta rechace el tratamiento directo de la realidad y la explique mediante la simbología y el mito. Otros autores optan por una literatura imaginativa o fantástica y por la novela psicológica que dominó el panorama narrativo hasta la década de los sesenta, momento en que se dejó sentir la influencia del neorrealismo italiano y de la novela norteamericana de entreguerras. A partir de los años 60, se produce un cambio, apareciendo actitudes más enfrentadas al régimen franquista. La dictadura evolucionó hasta posiciones más tolerantes, debido a la apertura internacional que experimentó, lo que posibilitó el acceso de los escritores a un público más amplio. A principios de los años setenta, los escritores que crecieron después de la guerra empiezan a publicar y causan un gran impacto en el mundo literario.
2. Explica las características más importantes de la obra literaria de Enric Valor.
Nacido en Castalla, l’Alcoià, durante los años de la dictadura franquista, la vocación de escritor de Valor quedó en un segundo plano, ya que se dedicó preferentemente a difundir la gramática normativa en la Comunidad Valenciana. Durante estos años, la obra literaria del escritor se materializó en una novela, La ambición de Aleix, y en las Fábulas valencianas, que han tenido un eco muy amplio. En ellas, Valor quería difundir el conocimiento del país, del paisaje y de la lengua, creando un mundo literario fascinante. A finales de la década de los setenta, Enric Valor comenzó a publicar las novelas del ciclo de Cassana (una trilogía), nombre de un pueblo imaginario de las comarcas del sur. Estas novelas constituyen una crónica de la sociedad rural de Cassana de la primera mitad del siglo XX, en ellas Valor describe perfectamente el panorama social que incluye todos los rincones de la villa y de sus alrededores y nos cuenta la historia de una vida cerrada entre montañas y todavía feudal, que empieza a desmoronarse. En sus novelas, Valor aparece muy vinculado al mundo rural de donde procede, concretamente la Foia de Castalla, en el que la naturaleza tiene una función muy importante. Valor se mantuvo fiel al modelo tradicional de la narrativa realista. Sus novelas se pueden agrupar en dos bloques: novelas del héroe individual, centradas en el análisis de los conflictos individuales del protagonista en relación con el medio; y novelas de héroe colectivo, representadas por unos núcleos familiares analizados mediante el paso del tiempo, como en las tres novelas largas que constituyen el ciclo de Cassana.
3. La producción literaria de Mercè Rodoreda incide sobre la psicología de los personajes. ¿Estás de acuerdo con esta aseveración? Explica por qué.
El siglo XX es el siglo en que la llamada «novela psicológica» alcanza el mayor prestigio y Mercè Rodoreda plasma este tipo de novela en obras como Aloma, La plaça del Diamant y La calle de las camelias. Este tipo de novela se centra en el análisis del mundo interior y la vida moral de un personaje, que en el caso de Rodoreda es un personaje femenino. Sus obras presentan unas características bien definidas: Realismo: (la acción transcurre en un espacio geográfico concreto (Barcelona) y en un marco histórico (la II República, la guerra y la posguerra) que a menudo condiciona la vida de los personajes), Psicologismo: (los acontecimientos no interesan por sí mismos sino por su repercusión en la conciencia de los personajes), análisis del mundo interior de los personajes y la explicitación de su punto de vista ante los hechos donde participan, simbolismo: (a lo largo de la novela aparecen una serie de motivos recurrentes: objetos, lugares, situaciones… con valor simbólico relacionados con el personaje protagonista.) La obra de Rodoreda se organiza en torno a las etapas decisivas de la vida: adolescencia, juventud, madurez, vejez y muerte. Los protagonistas suelen ser casi siempre mujeres, sobre todo en las primeras obras, que viven en conflicto con el mundo (especialmente con los hombres) y que experimentan dolor, desencanto e infelicidad ante la vida. Buscan la salvación en el recuerdo de un pasado feliz y en la construcción de mundos propios al margen de la realidad. Los temas y motivos principales que se reiteran en sus novelas son las dificultades en las relaciones humanas y la consiguiente infelicidad que se deriva, la visión negativa del hombre, caracterizado por el egoísmo y por el uso del sexo como forma de dominio sobre la mujer, la memoria y el recuerdo como recursos para combatir el paso del tiempo, la mitificación de la infancia y la juventud, y la importancia del sueño en la vida de los personajes.
4. ¿Qué destacarías de la narrativa de los años 70 hasta la actualidad? Reflexiona, sobre todo, en torno a las novedades en la técnica literaria y del contexto sociocultural.
En los años setenta, la dictadura franquista se debilita. Con la muerte de Franco, en 1975, el estado español inicia un proceso de transición política que conducirá a un sistema democrático y a la recuperación de las libertades. El catalán recupera la consideración social y legal que había perdido años atrás: se convierte en cooficial tanto en la Comunidad Valenciana como en Cataluña y Baleares, y se incorpora al sistema educativo. Todo ello contribuye a mejorar cuantitativa y cualitativamente la vitalidad de la cultura catalana: aumenta considerablemente el número de editoriales, de premios literarios y de lectores. Durante este periodo, la narrativa ofrece un abanico rico y variado de temáticas y técnicas que se pueden sintetizar en diferentes corrientes: Esta década destaca la llamada novela de la rotura, que se aleja de las técnicas narrativas clásicas y que tiene como características: a) Es de carácter realista, b) Es una novela transgresora, que experimenta con el lenguaje y las técnicas narrativas; c) Predomina el realismo psicológico, que comprende novelas en las que el análisis psicológico de los personajes y la descripción de mundos interiores son los ingredientes principales. En cuanto al contenido, predominan los ambientes urbanos, la problemática de personajes jóvenes, de su relación con el sexo y las drogas como muestras de rebeldía. En los años ochenta y noventa, se abandonan las experimentaciones y, en general, se reactiva el deseo de volver a formas narrativas más clásicas, adornando la narrativa de género (narrativa policíaca, de ciencia ficción, de terror, histórica, erótica…). Destacamos a autores como Jaume Fuster y Ferran Torrent. Destaca una corriente que ha sido llamada realismo sucio o costumbrismo urbano, el cual retrata los rasgos más contradictorios de la sociedad capitalista actual con un cierto tono de crítica, mostrando una sociedad urbana, burguesa, conformista, insolidaria y consumista. En la actualidad, la disparidad de temáticas y estilos, la gran cantidad de títulos publicados y la coincidencia de escritores de generaciones diferentes hacen que sea complicado explicar el panorama literario de la narrativa actual, pero cabe destacar: a) El uso habitual de la red como espacio de experimentación literaria y el rechazo de la literatura más convencional; b) El éxito y difusión de nuestra literatura; c) Los escritores actuales se centran más en la problemática del individuo que en los problemas de identidad de la sociedad valenciana. Algunos de los autores más representativos son: Terenci Moix, Carme Riera y Ferran Torrent.