Rubén Darío: El Maestro del Modernismo
En Hispanoamérica, surgieron autores que marcaron la transición entre el Romanticismo y el Modernismo, como José Martí, Julián del Casal, Manuel Gutiérrez Nájera y José Asunción Silva. Sin embargo, la figura principal del Modernismo fue el nicaragüense Rubén Darío, maestro indiscutible de poetas hispanoamericanos y españoles.
Los primeros poemas de Darío reflejan la influencia de poetas románticos y realistas españoles del siglo XIX, así como de Víctor Hugo. Su obra Azul (1888), en prosa y verso, introduce una nueva estética que renueva la métrica y el vocabulario, exalta la Grecia clásica y el siglo XVIII, y se inclina por ambientes exóticos, destacando la importancia del ritmo y la musicalidad. Darío rechaza lo español y adopta como modelos a los parnasianos y a Walt Whitman.
Con Prosas profanas (1896), los rasgos modernistas y la ornamentación brillante se intensifican: la belleza y el cromatismo adquieren una importancia extrema, y se introducen versos inusuales en la tradición hispánica, como el alejandrino francés moderno, eneasílabos y dodecasílabos.
En Cantos de vida y esperanza (1905), la exuberancia formal se atenúa, aunque continúan las indagaciones métricas. La introspección gana terreno, imponiéndose a la exaltación vital del primer Modernismo, y confiere un tono nostálgico y de amargura existencial, apenas esbozado en obras anteriores. Este es un Modernismo intimista, más meditativo y menos esplendoroso. En este poemario, también se aprecia una poesía que reivindica los valores de la comunidad hispana frente al imperialismo yanqui, una amenaza para los pueblos americanos. El canto errante (1907) acentúa el carácter reflexivo y triste de los poemas. Además, compone Canto a Argentina y otros poemas (1914), un libro dedicado a este país en el año de la celebración de su centenario, siguiendo el modelo del Canto a mí mismo de Walt Whitman. Sin embargo, esta obra es considerada menor, casi de compromiso, sin la intensidad de sus grandes poemas.
Rasgos Estilísticos de Rubén Darío
Los rasgos estilísticos de Darío buscan el ritmo, la sensualidad y el exotismo:
- Recursos fónicos que crean ritmos variados y musicalidad: aliteración, anáfora, repetición, anadiplosis, paralelismos.
- Nuevas voces seleccionadas por su extrañeza y musicalidad. Adjetivación abundante.
- Sinestesias.
- Léxico enriquecido con cultismos y palabras de resonancias exóticas.
- Imágenes nuevas. Importancia del símbolo.
Métrica
La métrica de Darío presenta metros nuevos, como el versículo o el verso libre, y recupera otros como el alejandrino. Se ensayan combinaciones de sílabas tónicas y átonas para aumentar la musicalidad, así como rimas agudas y esdrújulas.
Antonio Machado: Más Allá del Modernismo
Incorporación Tardía al Modernismo
Antonio Machado se incorporó tardíamente al Modernismo. Su primer libro, Soledades (1903), ya manifiesta un rechazo a los aspectos más exhibicionistas del decadentismo y a la afectación modernista. Campos de Castilla (1912) evidencia un compromiso con la realidad social, en la línea de la Generación del 98. Posteriormente, con la llegada de las vanguardias a España, que postulaban el rechazo de la emoción en el arte, Machado también se desvinculó de ellas. Sus últimos poemas, Poesías de la guerra (1936), están al servicio de la causa republicana.
Constantes Literarias de Machado
- Formas populares: coplas, cantares, romances. Creía que la poesía popular recogía sentimientos individuales y colectivos.
- Admiración por los clásicos españoles: Berceo, Lope de Vega, Jorge Manrique, los románticos tardíos (especialmente Bécquer), poetas de expresión sencilla y cordial, tono meditativo y gusto por lo popular.
- Admiración por los contemporáneos: Azorín (capacidad descriptiva), Juan Ramón Jiménez (poesía anterior a la «poesía pura») y, sobre todo, Unamuno, a quien admiró por su lucha contra la vulgaridad nacional y su sentido religioso. Ni Machado ni Unamuno eran creyentes espontáneos, sino que lucharon por encontrar la fe en Dios. Ambos se preocuparon por Cristo, en quien vieron la trágica voluntad humana de ser y sentirse Dios, y rechazaron el catolicismo tradicional español.
- Símbolos poéticos.
Pensamiento Político y Filosófico
Su reflexión sobre España lo llevó a una actitud crítica y disconforme que expresó firmemente. En su afán por crear una poesía intimista y colectiva, llegó a planteamientos filosóficos. Espació su creación lírica, que fue intensa solo hasta 1918, prefiriendo posteriormente la expresión en prosa.
Temas Modernistas
Los temas modernistas incluyen:
- La desazón «romántica»: hastío, tristeza, melancolía, angustia, malestar y rechazo a la vulgaridad de la sociedad, expresados simbólicamente en el otoño, el crepúsculo y la noche. La literatura vuelve a dar entrada al misterio, la fantasía, los sueños, lo pasional y lo irracional.
- El escapismo: la evasión del mundo, tanto en el espacio (lugares exóticos) como en el tiempo (épocas del pasado para evocaciones históricas o legendarias, especialmente la Edad Media).
- El cosmopolitismo como forma de evasión, buscando lo distinto en ciudades grandes y sugerentes como París y su bohemia.
- El amor idealizado e imposible, y el erotismo, propiciado por su valor estético y por actitudes asociales y amorales.
- El indigenismo, relacionado en los escritores americanos con la evasión en el tiempo hacia culturas ancestrales y con el deseo de buscar las raíces colectivas.
- Lo hispánico, relacionado con la búsqueda de las raíces de los pueblos hispánicos frente a la pujanza de los Estados Unidos.