Generación del 27: Innovación y Compromiso en la Literatura Española

La Generación del 27

Recibe el nombre de Generación del 27 el grupo de escritores y poetas que se dieron a conocer entre 1920 y 1935. Integran esta generación Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Emilio Prados, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Manuel Altolaguirre. Es frecuente añadir a esta nómina a Dámaso Alonso, aunque sus libros más importantes de poesía los publicó en la posguerra. Miguel Hernández, aunque pertenece por edad a la generación del 36, ha sido considerado por sus relaciones personales, por el estilo gongorino de sus primeros libros y por su compromiso con la República como epígono de la Generación del 27.

La fecha de 1927 para denominar a este grupo tiene su origen en que ese año se reunieron en el Ateneo de Sevilla a raíz de la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Además de Generación del 27, se han propuesto los nombres de Generación de 1925, Generación de la República, Generación de las Vanguardias…

Muy importante para la difusión de sus obras fue la labor de algunas revistas literarias como Litoral, Mediodía, Verso y Prosa, Carmen, Ley (dirigida por J. R. Jiménez), Residencia y, sobre todo, La Gaceta Literaria y la Revista de Occidente (esta última creada por Ortega y Gasset). Durante los años treinta, las revistas revelan el conflicto entre los defensores del arte puro (Héroe, Los Cuatro Vientos) y los del compromiso político y moral (Octubre, de Alberti; Caballo Verde para la Poesía, de Neruda; en una línea de catolicismo comprometido estaba Cruz y Raya, de Bergamín).

Los rasgos que permitieron considerarlos dentro del mismo grupo de escritores son: edad aproximada, semejante formación intelectual, acontecimiento generacional (homenaje a Góngora), relación de amistad (convivieron en la Residencia de Estudiantes), guías o maestros comunes (Góngora, J.R. Jiménez y Gómez de la Serna), colaboración en varias revistas literarias y la inclusión de todos los autores por Gerardo Diego en una antología.

Características comunes de los poetas del 27

Cada uno de los poetas de la Generación del 27 cultiva la poesía con una voz muy original; sin embargo, todos comparten rasgos comunes que son los que permiten hablar de una generación poética:

  • Fervor por Góngora: influencia en Alberti, G. Diego, Miguel Hernández. Dámaso Alonso realiza la edición de las Soledades gongorinas. Es el modelo para la elaboración de la imagen y la metáfora, elemento fundamental de estos poetas en la línea del creacionismo y el ultraísmo. Además, debe sumarse la influencia de Garcilaso (en Cernuda), fray Luis, Bécquer…
  • La poesía pura (poesía que atiende más a la forma, superación de la anécdota, eliminación de todo patetismo) influye en todos ellos, especialmente en Guillén, Salinas, G. Diego. En este sentido, es importante la influencia del poeta francés Paul Valéry y, especialmente, de J. R. Jiménez.
  • Gusto por la poesía popular (Alberti, Lorca, G. Diego): romances, seguidillas, canciones paralelísticas, villancicos… recursos estilísticos como repeticiones, paralelismos… Romancero (en Lorca y G. Diego), cancioneros tradicionales (en Alberti), cancioncillas de Gil Vicente o Juan del Encina, versos populares de Lope de Vega.
  • Importancia de las vanguardias (Gerardo Diego, Alberti, Salinas…) y de Ramón Gómez de la Serna (muchos de sus versos semejan greguerías).
  • El verso libre y la prosa poética conviven con las estrofas clásicas.
  • Variedad de temas: utilizan temas vanguardistas, relacionados con la técnica, lo moderno y lo intelectual, pero también temas tradicionales o humanizados, como el amor, la muerte, el paisaje…

Etapas

En la evolución de la Generación del 27 se distinguen tres etapas:


Primera etapa, abarca los primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de J. Ramón. Por otro lado, se percibe la presencia de la lírica tradicional (Marinero en tierra, de Alberti; Versos humanos, de Gerardo Diego; Romancero gitano, de Lorca…) buscan la perfección de los clásicos, en especial de Góngora, que les inspira profundamente durante algún tiempo.
Segunda etapa, a partir de 1928, las circunstancias históricas de España( final de la dictadura de Primo de Rivera, crisis económica de 1929, instauración de la República…) hace que se produzca un proceso de rehumanización que intensifica el compromiso social de los poetas de esta Generación. Esto coincide con la aparición del Surrealismo, que da preferencia a los sentimientos humanos ( la libertad, el amor, los sueños, la angustia existencial…). La influencia de Pablo Neruda a través de su revista Caballo verde para la poesía, una estética de denuncia que alejara al poeta de la poesía pura, fue decisiva.
Tercera etapa, después de la Guerra Civil, el grupo se dispersa. Algunos poetas han muerto (Lorca); otros permanecen en España (D. Alonso, Aleixandre, Gerardo Diego) y otros se exilian (Alberti, Cernuda, Salinas, Guillén, Altolaguire, Prados…) Cada uno sigue estéticas muy distintas; aunque todos coinciden en retomar los temas humanos, agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias inmediatas ( exilio, censura y miseria.).

Poesía
Pedro Salinas
. En su obra se distinguen tres etapas. En la primera, hasta 1931 mezcla la herencia modernista con la vanguardismo(Seguro azar y Fábula y sino); en la segunda, hasta 1939, escribe una poesía muy humanizada, amorosa y rica en ideas conceptistas (La voz a ti debida y Razón de amor. En la tercera, se vuelve más objetivo y comprometido con la realidad. ( El contemplado)
Jorge Guillén. Alterna la poesía de tipo vanguardista (ultraísmo y creacionismo) y la de tipo tradicional. En la primera tendencia destaca Imagen y Manual de espumas; en la segunda, Versos humanos, Soria Alondra de verdad y Biografía incompleta.
Dámaso Alonso. Tiene dos etapas. En la primera está presente la poesía pura (Poemas puros: poemillas de la ciudad) y en la segunda la poesía existencial y social (Hijos de la ira, inaugura la poesía desarraigada, supone un grito de dolor contra el duro ambiente de la posguerra.).
Federico García Lorca, granadino, muere asesinado al comienzo de la guerra civil. El tema fundamental de su obra es la muerte, o en último caso, el amor conducido por el dolor, la frustración y la muerte. Se distinguen dos etapas en su poesía:
1921-1928: Supone una estilización de las formas tradicionales y populares, para transmitir una visión trágica del amor y la muerte de unos personajes marginados, los gitanos, en Canciones, Poema de cante jondo y Romancero gitano.
1929-1936: Deja paso al surrealismo y rompe con el verso tradicional, pero mantiene su actitud solidaria con los marginados, raciales y sexuales: Poeta en Nueva York expresa en versículos su angustia ente la civilización moderna, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías. En Sonetos del amor oscuro, vemos al poeta apasionado, dolido por la vida y el amor no correspondido.
Rafael Alberti, nace en Puerto de Santa María (Cádiz). Pintor y poeta, su obra en verso se caracteriza por las tonalidades cromáticas y el perfecto manejo del ritmo y la musicalidad enraizados en la tradición española. Se distinguen tres etapas en su obra:
-Destaca el elemento popular y las letrillas tradicionales en Marinero en tierra, La amante y El alba del alhelí.
– La poesía cobra acentos gongorinos (Cal y canto). Sobre los ángeles, libro surrealista, motivado por una crisis personal, ideológica y religiosa.
– el poeta evoluciona hacia la poesía comprometida (El poeta en la calle, Sermones y moradas, Entre el clavel y la espada o Coplas de Juan Panadero.
Además, libros fruto de la pasión artística como A la pintura, o de la nostalgia de España, Retorno de lo vivo lejano.
Vicente Aleixandre, sevillano. La huella del surrealismo(utiliza el versículo y la imagen visionaria) está presente en Espadas como labios, La destrucción o el amor y Sombra del paraíso, donde el tema amoroso conduce al dolor o a la muerte. Con esta última obra, inaugura la poesía desarraigada de la posguerra. A partir de Historia del corazón, Poemas de la consumación y Diálogos del conocimiento, elimina la deshumanización vanguardista y reflexiona sobre la condición humana.
Luis Cernuda, nace en Sevilla. Su obra poética expresa el inconformismo de su intimidad torturada por el dolor y la frustración que resulta del desajuste entre la realidad y el deseo. Este título, La realidad y el deseo da nombre a toda su obra. Su evolución arranca de la poesía pura (Perfil del aire, luego se deja influir por el surrealismo en Un río, un amor y Los placeres prohibidos, Donde habite el olvido, en el que el poeta desnuda sin pudor su interior y alcanza la cota más alta de su poesía. Finalmente, la influencia de la poesía inglesa se deja sentir en libros como Las nubes, Como quien espera el alba, y Desolación de la quimera, en los que su amargura se acentúa por la nostalgia de la patria lejana.
Miguel Hernández, nacido en Orihuela (Alicante), participa en la guerra civil y muere en la cárcel. Es sin duda uno de los grandes poetas españoles.
-De su etapa vanguardista o gongorina (Perito en lunas) pasa a una poesía humanizada (El rayo que no cesa), donde se encuentran las obsesiones del poeta por el amor, la vida y la muerte. La última etapa, escrita en la guerra civil, supone un antecedente de la poesía social (Viento del pueblo, El hombre acecha.). Cancionero y romancero de ausencias supone una evolución hacia la intimidad ( su condición de prisionero, al amor a su esposa e hijo).

Novela
Se distinguen dos tendencias:
-La novela vanguardista que busca la experimentación: Benjamín Jarnés con El profesor inútil, Paula y Paulita, Locura y muerte de nadie; Antonio Espina con Pájaro pinto y Luna de copas, Pedro Salinas y Víspera del gozo, y, sobre todo, a Max Aub con Geografía y Fábula verde y a Francisco Ayala con los cuentos de El boxeador y un ángel y Cazador en el alba; a Rosa Chacel con Estación, ida y vuelta y a Corpus Barga con Pasión y muerte.
Novela realista y social: hacia 1930 se escribe una literatura de testimonio y denuncia.: R. J. Sender, inicia esta tendencia con Imán, Siete domingos rojas, la noche de las cien cabezas y Mr. Witt en el Cantón. En el exilio escribe Epitalamio del Prieto Trinidad, El rey y la reina, Réquiem por un campesino español.
Al lado de Sender hay que citar a César Manuel Arconada, con La turbina, Joaquín Arderíus, con Campesinos y Andrés Carranque de Ríos, con La vida difícil.


Ensayo
Francisco Ayala
y Rosa Chacel colaboraron con breves ensayos en la Revista de Occidente, aunque será en el exilio cuando muestren su talento ensayístico. Dentro del ensayo literario destacan José Bergamín con El cohete y la estrella, El arte de birlibirloque, Mangas y capirotes, La cabeza a pájaros, Ernesto Giménez Caballero, con Yo, inspector de alcantarillas y Hércules, jugando a los dados. Al fines de 1930 se publica un ensayo que es el manifiesto de la literatura rehumanizada,. El nuevo romanticismo de José Díaz Fernández.

Teatro
Pedro Salinas. Escribe un teatro humanista de conflictos éticos, Muestra la oposición entre realidad y fantasía: Judith y el tirano, El dictador, La cabeza de la Medusa.
Rafael Alberti. En la etapa vanguardista, destaca El hombre deshabitado. En el exilio escribe El adefesio, cercano al esperpento, y Noche de guerra en el museo del Prado, de tema político, sobre el heroísmo de un pueblo.
Max Aub.. Comienza con obras vanguardistas con Crimen y Espejo de avaricia, pero en el exilio escribe un teatro testimonial comprometido: San Juan, Morir por cerrar los ojos o El rapto de Europa.
Alejandro Casona. Después de La sirena varada y Nuestra Natacha, escribe sus mejores obras en el exilio: Prohibido suicidarse en primavera, La dama del alba, La barca sin pescador, Los árboles mueren de pie y la casa de los siete balcones. El tema central es la oposición entre la fantasía y la realidad en la vida de sus personajes.
Miguel Hernández. Escribe un teatro comprometido: Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que era, El labrador de más aire, Teatro en la guerra.
Federico García Lorca. Cree en la fuerza del poeta para transformar con la palabra la realidad. En su obra está presente la poesía, simbolismo. Es un espectáculo total al que contribuyen el texto, la escenografía, la música, la danza y todo lo que es capaz de comunicar. Su producción dramática se suele clasificar en:
Farsas: Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita, Retablillo de don Cristóbal, La zapatera prodigiosa y Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín, cuyo tema es el matrimonio por interés y la diferencia de edad entre marido y mujer . En todas se une lo lírico y lo grotesco.
Comedias imposibles: son obras simbólicas, surrealistas y difíciles de interpretar y representar ( El público y Así que pasen cinco años)
Tragedias de tema social: Mariana Pineda, en verso, recrea la figura de la heroína ajusticiada por defender la libertad, Bodas de sangre, recoge la tragedia de la novia raptada el día de su boda por una antiguo amante. La luna, la muerte, el cuchillo o el caballo son símbolos, Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores muestra la melancolía de una solterona mientras espera la llegada del amor, La casa de Bernarda Alba, la cima de su teatro. El tema central es el enfrentamiento entre autoridad y libertad.

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