Inicios y Influencias de Miguel Hernández
Miguel Hernández comienza con una primera etapa de iniciación en la poesía en la que abarcaría unos cien poemas de carácter diverso. Recibe influencias de modelos románticos como Zorrilla, Espronceda o Bécquer; poetas regionales como Gabriel y Galán; la poesía modernista de Rubén Darío, donde se expresan las sensaciones que en él provoca el paisaje levantino de su tierra; poetas como Virgilio, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Garcilaso, Góngora, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado… Las Bucólicas, las Geórgicas y la Eneida para Miguel no solo eran literatura, sino experiencia vital. Virgilio y Miguel Hernández tienen en común su admiración por la naturaleza.
En enero de 1933 aparece Perito en lunas en el periódico ‘La Verdad’ de Murcia con prólogo de Ramón Sijé.
El vanguardismo caducó en el hermetismo de sus composiciones, convertidas en verdaderos acertijos poéticos y en la deshumanización de la poesía, la eliminación del yo.
Transición y Madurez Poética
Durante la época de transición aumenta la influencia de Sijé con un tipo de poesía religiosa muy personal que se aglutina en torno a dos revistas neocatólicas: El Gallo Crisis y Cruz y Raya. Es una etapa de poesía más relajada y sencilla, con poemas de lectura más fácil y lineal. Aparecen varios sonetos previos a El rayo que no cesa.
El rayo que no cesa es un conjunto de poemas donde el amor divino es sustituido por el amor humano. Es una etapa de depuración del lenguaje. Parte de la influencia de San Juan de la Cruz, Garcilaso, Lope de Vega, Quevedo y Fray Luis de León, y debe mucho a Pablo Neruda de Residencia en la tierra. Acepta el nuevo concepto nerudiano de poesía impura frente a la poesía pura de Juan Ramón Jiménez. («lenguas tintas, efusivo oriamar, barriles, cubos, cántaros»).
El rayo que no cesa es el libro del amor, del amor no conseguido, no realizado, amor con dolor. Es un libro con poemas dedicados a tres mujeres: Maruja Mallo (su primera experiencia sexual); María Cegarra (relación platónica) y Josefina Manresa (su novia y futura mujer).
Guerra Civil y Compromiso Social
Durante la etapa de la Guerra Civil, Miguel Hernández escribe Vientos del pueblo y El hombre acecha. Vientos del pueblo es una poesía comprometida, poesía de guerra y poesía de solidaridad con el pueblo oprimido. Hernández busca ahora una poesía más directa que recrea, en muchos momentos, su carácter oral, de ahí el empleo abundante del romance y del octosílabo. El hombre acecha está menos sometido a la rima y sus composiciones son más extensas; se reafirma el versolibrismo de la «poesía impura».
Finalmente, con Cancionero y romancero de ausencias, el intenso diario íntimo de un tiempo de desgracias, el poeta quiere componer un canto desnudo y un cuento emocionado de una vida herida de muerte. («Llegó con tres heridas: la del amor, la de la muerte, la de la vida. Con tres heridas viene: la de la vida, la del amor, la de la muerte. Con tres heridas yo: la de la vida, la de la muerte, la del amor»).
Contexto Literario del Siglo XX
Miguel Hernández: Biografía
Miguel Hernández nació el 30 de octubre de 1910 y muere el 28 de marzo de 1942. Fue un poeta y dramaturgo de especial relevancia en la literatura española. Estudió bachillerato en el colegio de Santo Domingo en Orihuela, dirigido por jesuitas. Abandonó sus estudios por orden de su padre para dedicarse al pastoreo, aunque poco después cursa estudios de derecho y literatura. Al estallar la Guerra Civil, Miguel Hernández se alista al bando republicano y participa en esta. Se escapa y se casa con Josefina Manresa el 9 de marzo de 1937.
Modernismo
A finales del siglo XIX se produce en Europa y América una reacción contra la crisis de fin de siglo. Hay un espíritu de rebeldía y un deseo de cambio que pretende renovar y modernizar la literatura. El modernismo se inicia con Rubén Darío, el poeta nicaragüense que con su Libro Azul renovó el panorama literario y rápidamente se extendió por toda Europa. El modernismo literario se caracteriza por su visión cosmopolita, ya que recibe influencias de muchos países. El modernista se inspiró en los países exóticos. En el modernismo predomina sobre todo el verso, ya que el objetivo es crear belleza, es decir, le van a dar más importancia a los aspectos formales y predominan las figuras o recursos retóricos (Sinestesias: «dulzura de luz», «rosa tragante») (aliteraciones: «está mundo el teclado de su clave sonora»).
Generación del 98
La Generación del 98 fue un movimiento que afectó solo a España, ya que en este año se produjo el famoso desastre por la pérdida de las últimas colonias: Cuba y Filipinas. Los intelectuales y escritores de la época se plantearon cuáles fueron las causas de esta decadencia. España se convirtió en su centro de interés y, sobre todo, Castilla. La mayoría de los escritores nacieron en la periferia, pero centraron su interés en Castilla (Valle-Inclán en Galicia, Pío Baroja en País Vasco, Azorín en Alicante, Antonio Machado en Sevilla…). Su objetivo era la crítica y el análisis de la sociedad española, su preocupación por temas sociales y políticos, con un estilo sobrio, austero, con escasez de figuras retóricas. Buscaba la precisión y la exactitud.
Antonio Machado retrata en sus poemas una Castilla decadente afectada por el paso del tiempo («¡Oh tierra ingrata y fuerte, tierra mía! Castilla, tus decrépitas ciudades ¡La agria melancolía, que puebla sus sombrías soledades!»). En Parábola recrea una historia en donde el sueño se confunde con la realidad y recoge la idea calderoniana de que la vida es un sueño.
Novecentismo y Juan Ramón Jiménez
Juan Ramón Jiménez fue un maestro y referencia para la Generación del 27. Después de su influencia modernista, acabó defendiendo la poesía pura. Se le incluye en el novecentismo o Generación del 14, formada por un grupo de escritores caracterizados por su intelectualismo y su búsqueda de un arte puro. («Y se quitó la túnica y apareció desnuda toda ¡Oh pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!»).