El Teatro Español desde los Años 40
Se puede afirmar que el teatro vivió durante la posguerra una intensa crisis general: los autores escasean y padecen una férrea censura; el público y los empresarios no están dispuestos a la innovación. Además, en esta época aparece el cine.
Teatro Triunfante en la Posguerra
En la inmediata posguerra, se propone una clara continuidad con las formas y los temas dramáticos anteriores a la Guerra Civil española. Una serie de autores conciben el espectáculo teatral a la manera de Jacinto Benavente (José María Pemán es el más característico). No tratan de innovar ni presentan disposición a la ruptura. Es un subgénero basado en el diálogo agudo y brillante.
Además de la alta comedia, muestra una clara tendencia al teatro de humor. Representantes:
- Jardiel Poncela: busca el humor en el planteamiento de situaciones inverosímiles y absurdas. Siempre trató de acomodar sus argumentos a la lógica final y a las condiciones técnicas del teatro y del escenario.
- Miguel Mihura: está marcado por la imposibilidad de representar “Tres sombreros de copa”. La obra contiene tal poder crítico y corrosivo que se impidió su representación. La fama que ya había adquirido Mihura como periodista fue un factor decisivo que ayudó al éxito.
El Teatro Social de los 50
En los años 50 surge un teatro social, comprometido con los problemas del ser humano. Buero Vallejo y Alfonso Sastre son los más destacados. Este teatro plantea una ruptura con la línea anterior. El posibilismo plantea un teatro moderadamente crítico que pueda estrenarse. El autor debe escribir lo que piensa y siente, sin censuras.
Buero Vallejo destaca por su teatro de inmersión, el espectador observa la historia desde dentro. Alfonso Sastre concibe el teatro como un medio de concienciación y de agitación. El escritor debe actuar como si no existiera un teatro imposible de estrenar. Elabora un teatro trágico, de protesta y que invita a reflexionar sobre la necesidad de un cambio social.
Renovación y Vanguardia en los 60
A partir de los 60 continúa esta línea más tradicional de teatro, basado ante todo en el diálogo, con nuevos autores como Antonio Gala, José Luis Alonso de Santos, José Sanchis Sinisterra o Fernando Fernán Gómez. En una vertiente mucho más rompedora desde el punto de vista formal, autores como Fernando Arrabal, Francisco Nieva o Miguel Romero Esteo. Lo más innovador de la escena española son: Els Joglars, Els Comediants, Fura dels Baus, La Subana, La Cuadra.
Fernando Arrabal se da a conocer con “Los hombres del triciclo”, rechazada por público y crítica. Decidió marcharse a Francia. Hoy posee un alto prestigio internacional como renovador de la escena dramática. Proclama las raíces hispánicas de su teatro. Cultiva el absurdo y, sobre todo, es conocido por la creación del teatro “pánico”.
Literatura Hispanoamericana
La Novela Realista (1910-1940)
Entre 1910 y 1920 destacan obras como “Los de abajo” de Mariano Azuela, sobre la revolución mexicana, y “Raza de bronce” de Alcides Arguedas, sobre los indios explotados. De 1920 a 1940 se consolidan estas tendencias. Las siguientes novelas son características de este periodo: “La vorágine” de José Eustaquio Rivera; “Don Segundo Sombra” de Ricardo Güiraldes; “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos; “El mundo es ancho y ajeno” de Ciro Alegría.
Hacia la Renovación
Se aprecian varias novedades:
- Aparición de temas urbanos.
- Se abordan problemas humanos.
- Aparece el llamado “realismo mágico” o “lo real maravilloso”.
- Preocupación por las estructuras y el estilo.
En este momento surge un panorama muy rico de autores en el que destacamos:
- Jorge Luis Borges: Juegos mentales llenos de inteligencia en sus cuentos.
- Miguel Ángel Asturias: Aborda de forma muy nueva los viejos temas.
- Alejo Carpentier: No dejó avanzar en la renovación narrativa.
- Juan Rulfo: Colección excepcional de cuentos.
El Boom Latinoamericano
En los años 60, los lectores europeos quedan fascinados por autores como Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez, Sábato, Fuentes… Nos centramos en la obra de cinco autores, aunque la nómina de narradores valiosos debe incluir: Mujica Láinez, Onetti, Lezama Lima, Uslar Pietri, Roa Bastos, Arreola, Donoso, Sarduy, Cabrera Infante, etc.
- Gabriel García Márquez: En sus novelas y cuentos destaca un pueblo imaginario llamado Macondo, trasunto de su Aracataca natal.
- Julio Cortázar: Destaca como un estupendo autor de cuentos.
- Mario Vargas Llosa: Asombró con “La ciudad y los perros”.
- Ernesto Sábato: Es autor de “El túnel”.
- Carlos Fuentes: Aúna virtuosismo técnico y carga crítica.
La Sombra del Boom
Destacan:
- Manuel Puig: Con obras modernas y culturalistas.
- Alfredo Bryce Echenique: Sorprende por su sentido del humor y su capacidad para caricaturizar personajes y situaciones.
- Isabel Allende: Su obra es una muestra clara del influjo de García Márquez en la narrativa posterior.
Como cuentistas, además de los ya señalados, debe destacarse la importancia del guatemalteco Augusto Monterroso y de los uruguayos Mario Benedetti y Eduardo Galeano.