Charles Baudelaire se erige como uno de los últimos románticos. En sus poemas predomina la naturaleza distorsionada, contaminada, deformada y artificial de la ciudad, así como la presencia de la descomposición, la enfermedad y la muerte. En un artículo de 1859, Baudelaire introduce un neologismo: la «modernidad». Como señala Friedrich, Baudelaire la concibe como la «facultad de ver en el desierto de la gran ciudad, no solo la decadencia del hombre sino también una belleza misteriosa y hasta entonces no descubierta». La poesía de Baudelaire, y a partir de él la poesía moderna, surge de la singular posición del hombre en medio de la nueva civilización, de su sentimiento cada vez más profundo de soledad. Pero, al mismo tiempo, la ciudad ejerce una atracción misteriosa que fascina al hombre con su despliegue. Según Baudelaire, el poeta moderno debe sacar lo eterno de lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, la mitad del arte, siendo la otra mitad, lo eterno, lo inmutable. Por otro lado, la poesía tiene para nuestro poeta el «privilegio maravilloso de convertir lo feo, al expresarlo artísticamente, en belleza»; y es entonces que «el dolor ritmado y articulado llena el alma de plácida satisfacción». Baudelaire no es un moralista, rescata con su poesía a los seres más despreciados por la misma sociedad que se sirve de ellos (lector hipócrita), y se incluye, acepta ese destino aunque lo destruya.
El Romanticismo
El siglo XVIII nos presenta una literatura racionalista y fría, pero de contenido filantrópico, literatura que busca claridad en la expresión y que tiene por norte un ideal: el progreso de la humanidad. Pero a fines del siglo XVIII y, desde luego, en el siglo XIX, esto cambia, surge una ola de renovación y una estética nueva mata a la antigua. Aparece el romanticismo. Debemos señalar que lo romántico es «algo eterno», algo que está dentro de todo ser que vibra, sufre, ama, vive, o muere. El romanticismo en política da por resultado la Revolución Francesa, con sus principios de libertad, igualdad y fraternidad. Pero también puede hablarse de un romanticismo en las artes plásticas, de otro en la música y de otro en filosofía.
Causas del Romanticismo
Políticas:
- La Revolución Francesa se nos aparece en la perspectiva como un movimiento basado en la creencia de que el ser humano iba a ser feliz en medio de una sociedad regida por la justicia y donde la tiranía estaría desterrada.
- Las guerras napoleónicas crean la idea de que el hombre nace para cumplir un destino heroico, para triunfar o morir en medio de grandes sacrificios y heroicidades.
Sociales:
- El despertar de la individualidad es incrementado por una serie de filósofos embanderados en la llamada escuela del «derecho natural». Todos ellos parten de la base de que el hombre posee derechos inalienables, imprescriptibles: los derechos emanados de la propia persona humana, que posee cada hombre por el mero hecho de vivir. Esto influye en el romanticismo, que es un movimiento que defiende la libre expresión del yo, sin trabas ni reglas. La escuela del derecho natural se basa en la existencia de un contrato social por el que los seres humanos renuncian a vivir aislados y ceden sus derechos individuales a un organismo tutelador de los mismos: la sociedad.
Artísticas:
- Esta resulta del agotamiento de las formas y temas clásicos: el neoclasicismo, muy gastado ya, despierta en el campo literario una profunda ansia de renovación.
El romanticismo es, en sus orígenes, un movimiento de los pueblos germano y británico, el cual pasa luego a otros países hasta hacerse casi universal.
El Romanticismo Francés
Con antecedentes en el siglo XVIII, en la llamada «corriente de los corazones sensibles», formada principalmente por mujeres, en cuya correspondencia epistolar ya se notan características de sensibilidad, dulzura, emoción (que van a ser elementos del romanticismo) así como la expresión de la angustia y la soledad. Luego aparecen los verdaderos maestros del romanticismo francés: Victor Hugo, Lamartine, Vigny, Musset, Gérard de Nerval, Alejandro Dumas, Aurora Dupin.
Características del Romanticismo
- Esta escuela reaccionó contra el neoclasicismo, en forma lo suficientemente violenta como para culminar en los episodios de la llamada «batalla romántica». Los clásicos iban al teatro a silbar las piezas románticas, y aplaudir las de ellos y los románticos hacían lo contrario.
- Aportó el concepto de libertad en el arte, es decir, hizo la guerra a las unidades clásicas.
- Reivindicó la individualidad al provocar el despertar de una poesía lírica, subjetiva: la visión de las cosas exteriores está pasada por los velos del yo y el arte se hace introspección y confesión.
- Exageró los sentimientos de dolor: la poesía de los románticos fue triste y sus tristezas tenían en general, una causa primordial: el amor.
- Predominó la imaginación sobre la razón, en cambio la literatura del siglo XVIII era eminentemente racionalista.
- El romanticismo buscó también los temas y ambientes exóticos: su exotismo se dirigió hacia la pintura de mundos lejanos en el espacio y el tiempo.
- El romanticismo idealizó la Edad Media y reivindicó lo caballeresco cristiano por oposición a lo grecolatino, aunque esta cultura no fue nunca menospreciada.
- Los románticos se complacían en la pintura de personajes inadaptados para la vida social.