La Generación del 98
La Generación del 98 toma su nombre en alusión a la fecha de la pérdida de las colonias españolas de ultramar. Es un movimiento puramente español formado por un grupo de jóvenes escritores que se caracterizan por proponer la renovación estética de la literatura anterior (realismo) y la regeneración sociocultural del país. A partir del desastre colonial, surge la conciencia de la pobreza, la miseria, la injusticia social, la desidia económica y política, etc. Y con ello surge la necesidad de un cambio en la estructura del poder, pues la Restauración (el régimen vigente) no satisface a nadie. Ante esta situación, aparece un grupo de escritores que, movidos por sus ideas revolucionarias, escriben el Manifiesto de los tres (1901), firmado por Azorín, Ramiro de Maeztu y Pío Baroja. En él denuncian la realidad del país, la desorientación de la juventud, la falta de valores… y muestran «un deseo común de mejorar la vida de los miserables». El alma nacional es Castilla.
Características
a) Europeísmo y gusto por lo castizo. Ser europeo significa estar abierto a las corrientes modernas del pensamiento y vivir en un espacio ancho y sin fronteras. Los noventayochistas amaban una España distinta de la que contemplaban. Ven la autenticidad de España en la Castilla medieval, libre y dominadora, poderosa e invicta.
b) Sobriedad. Huyen de la retórica y la grandilocuencia e intentan exponer su ideario con la máxima claridad y llaneza. El lenguaje pretende ser sencillo y preciso.
c) Subjetivismo. Visión introspectiva de la realidad.
d) Idealización del paisaje que se sublima y se convierte en el símbolo del alma española. Su descripción es poética y expresa la emoción que siente el contemplador.
e) La preocupación por los problemas de España les hace subordinar la forma al contenido. De ahí que recurran preferentemente al ensayo, que se convierte en el principal género de divulgación ideológica.
f) Reflexiones filosóficas. Reflexionan sobre el sentido de la vida, la religión, la existencia de Dios, el tiempo, etc.
Valoración del 98
Como movimiento de regeneración social política fracasó por dos razones:
- Se limitó a ofrecer una respuesta filosófica y abstracta a los problemas reales de España.
- Consideró que el cambio espiritual precede a todo cambio social.
Como movimiento literario, se crearon obras de gran calidad tanto en la novela como en el ensayo. De él surgieron las avanzadas reflexiones filosóficas de Unamuno y el concepto de la profundidad del ser español de Azorín.
Autores de la Generación del 98
Miguel de Unamuno
Vasco (1864 – Salamanca 1936). Los dos temas principales son el problema de España y los temas existenciales. El ensayo es el principal género de Unamuno. Ensayo: Dos obras: Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo. Trata sus principales preocupaciones empleando las palabras en su sentido etimológico griego. En la novela, Unamuno trata los mismos temas a través de la vivencia de personajes. En Niebla, el protagonista pasa de ser un personaje que vive el sentimiento cómico de la vida a ver el sentimiento trágico de la vida. En una novela desnuda de descripciones de ambientes, solo la agonía, la lucha de los personajes por el sentido de sus vidas, es lo que constituye el tema y la acción. Al final de la novela, Augusto Pérez mantiene un diálogo agónico con el propio Miguel de Unamuno, un trasunto del diálogo entre el hombre y su creador. Otras novelas son La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir y Amor y pedagogía.
Pío Baroja
(1875, Guipúzcoa – 1956, Madrid). Forma parte del grupo de los tres y evoluciona hacia un escepticismo y nihilismo casi absoluto. Baroja agrupa su amplia producción novelista en trilogías, una serie de novelas históricas que abarca acontecimientos del siglo XIX, llamadas Memorias de un hombre de acción. Las trilogías principales son La raza, Tierra vasca y La lucha por la vida.
Azorín
Nació en Alicante (1875) y falleció en Madrid (1967). Cultivó el ensayo y la novela. Dentro de esta, las primeras obras son de corte autobiográfico, como, por ejemplo, Antonio Azorín, de donde tomó su pseudónimo. Una de las obsesiones de Azorín es el paso del tiempo y la fugacidad de la vida, por lo que más adelante empleó novelas que recreaban tiempos pasados cuya esencia quería recordar, por ejemplo, Don Juan y Doña Inés. La prosa de Azorín es célebre por el lirismo; sus novelas son casi prosa poética.
Valle-Inclán
(1866, Arosa – 1936). Atraviesa una primera etapa modernista en la que escribe Las sonatas, pero más adelante, en su etapa más noventayochista, escribe las novelas de corte esperpéntico, es decir, al igual que en su teatro, obras para criticar la realidad las somete a una deformación grotesca y degradante: Tirano Banderas (sobre las dictaduras de América) y la trilogía El ruedo ibérico. Cultivó todos los géneros, destacando en el teatro.