Poesía Posterior a 1936
Tras la Guerra Civil, la poesía lírica española se bifurca en dos caminos: la de los poetas exiliados y la de quienes permanecieron en España.
Poesía en el Exilio
Marcada por la nostalgia y el dolor de la patria perdida, con figuras como León Felipe y Juan Ramón Jiménez (El otro costado). Se observa una variedad estilística, desde lo coloquial hasta las formas clásicas y libres, con influencias surrealistas.
Poesía en España
Experimenta diversas etapas y estilos entre las décadas de 1940 y 1980.
Años 40: Generación del 36
- Poesía Arraigada: Con autores como Luis Rosales (La casa encendida), se caracteriza por la conformidad y la fe, con un retorno a las formas clásicas.
- Poesía Desarraigada: Refleja el dolor y la angustia existencial, con Dámaso Alonso (Hijos de la ira) como máximo exponente.
- Grupo Cántico: Conexión con la Generación del 27, intimismo y refinamiento (Ricardo Molina, Elegías en Sandua).
- Postismo: Enlace con las vanguardias, libertad creativa (Carlos Edmundo de Ory).
Años 50: Poesía Social
Compromiso con la realidad social y política. Gabriel Celaya afirma que «la poesía es un arma cargada de futuro«. Destacan Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y José Hierro (Cuanto sé de mí).
Años 60: Renovación
Poesía de la experiencia personal, intimista y con tono conversacional. Figuras como Ángel González (Tratado de urbanismo) y Claudio Rodríguez (Don de la ebriedad) emergen en esta etapa.
Años 70: Novísimos
Ruptura con el realismo, búsqueda de la autonomía del arte. Influencias extranjeras y culturalismo. Destacan Pere Gimferrer (Arde el mar) y Guillermo Carnero (Dibujo de la muerte).