El Modernismo: Definición y Características
El Modernismo surge a finales del siglo XIX como una compleja renovación estética y cultural, reflejo de la llamada «crisis de fin de siglo». Este movimiento, del cual la Generación del 98 puede considerarse una facción, responde a una profunda crisis global:
Crisis Ideológica
Se pierde la confianza en la razón y la ciencia, volcando la atención hacia la naturaleza y los ideales románticos. Resurgen temas como la angustia, la muerte, el paso del tiempo y la búsqueda de Dios.
Crisis Política
La inestabilidad política, marcada por la sucesión de regímenes y el desmoronamiento del sistema bipartidista, culmina en fuertes enfrentamientos y la Guerra Civil. Se rechaza el caciquismo, el bipartidismo y la oligarquía.
Crisis Social
Las revueltas obreras, la miseria urbana, el atraso rural y la pérdida de conciencia nacional generan un clima de descontento y conflicto.
En la literatura, estas crisis se reflejan en temas, motivos y estilos, influenciados por corrientes filosóficas como el irracionalismo, existencialismo, idealismo y vitalismo, y estéticas como el simbolismo, parnasianismo, decadentismo y la literatura anglosajona.
Contexto Histórico e Ideológico: La Crisis Finisecular
El siglo XIX concluye con el desastre del 98, marcando la pérdida de las últimas colonias españolas. El reinado de Alfonso XIII inicia en 1902, con España enfrentando la guerra en Marruecos y la crisis económica, desembocando en la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) y posteriormente la Segunda República en 1931.
La sociedad española, predominantemente rural y dominada por caciques, experimenta un cambio profundo con el crecimiento demográfico y la migración a las ciudades. La aristocracia cede protagonismo a la burguesía y la clase media, en un contexto de desarrollo industrial y auge de movimientos obreros.
En el ámbito ideológico, se produce una reacción contra el positivismo, con pensadores como Schopenhauer, Kierkegaard, Nietzsche y Bergson influyendo en la búsqueda de explicaciones vitales más allá de la razón.
El Modernismo: Ruptura y Estética
El Modernismo se erige como una ruptura contra el orden establecido, caracterizándose por su antitracionalismo, bohemia, cosmopolitismo y rechazo al utilitarismo. En literatura, se inspira en movimientos europeos, especialmente franceses:
Parnasianismo
Busca la perfección formal y la belleza estética, con temas exóticos y mitológicos.
Simbolismo
Explora lo oculto y los estados de ánimo a través de símbolos e imágenes sensoriales.
El Modernismo sintetiza ambas corrientes, incorporando influencias de la literatura norteamericana e inglesa, así como del decadentismo.
Técnicas Destacadas
- Impresionismo: Descripciones fragmentadas que el lector debe recomponer.
- Expresionismo: Uso de la hipérbole y lo grotesco para generar emociones.
Temáticas del Modernismo
- Desazón Romántica: Malestar, soledad, fantasía y melancolía.
- Escapismo: Evasión a mundos exóticos, mitológicos o medievales.
- Cosmopolitismo: Atracción por lo internacional, con París como epicentro.
- Amor y Erotismo: Contraste entre la idealización y la sensualidad.
- Temas Americanos e Hispánicos: Búsqueda de identidad y raíces culturales.
- Mundo Interior del Poeta: Vitalismo, melancolía y angustia existencial.
Estética Modernista
El Modernismo busca la belleza a través del esteticismo, rechazando la realidad cotidiana. Se caracteriza por:
- Actitud aristocratizante y preciosismo.
- Perfección formal y búsqueda de la belleza.
- Imágenes plásticas y sensoriales (efectismo).
- Musicalidad mediante aliteración y sinestesia.
- Variedad métrica y renovación léxica (helenismos, cultismos, galicismos).
Este estilo se distingue por el uso de imágenes, sinestesias, metáforas, símbolos y adjetivaciones que buscan la brillantez y la sugerencia.