Rubén Darío: El Cisne del Modernismo
Rubén Darío se caracteriza por su capacidad para poetizar todo tipo de temas. Es el poeta del amor y el erotismo, y la figura principal del modernismo, trascendental para la renovación lírica española. Sus obras:
- Azul: Inicio del modernismo, con variedad de rimas y metros, elegancia y sensualidad.
- Prosas profanas: Plenitud del modernismo parnasiano, musicalidad de los versos y variedad métrica. Refleja su rechazo a la vida y el tiempo que le tocó nacer, refugiándose en la torre de marfil, símbolo aristocrático de aislamiento.
- Cantos de vida y esperanza: Crisis del esteticismo anterior. Poesía más íntima y preocupada por el hombre, con angustia. Darío reflexiona sobre el placer, el amor, el tiempo, la muerte, la vida y la religión.
Juan Ramón Jiménez: La Poesía Pura
Juan Ramón Jiménez propuso dos clasificaciones de su obra. En Eternidades la divide en cuatro etapas (pura, modernista, progresista simplificación y desnuda) y posteriormente en tres:
Etapa Sensitiva
Se divide en primeros libros, con obras teñidas de tristeza, y un segundo momento donde aparecen temas del modernismo tratados de forma personal: belleza, amor, pájaros, flores (La soledad sonora). En prosa, escribe Platero y yo, visión de armonía entre el hombre y la naturaleza.
Etapa Intelectual
Poesía más conceptual y compleja, dedicada a la minoría. (Diario de un poeta recién casado). Poemas de raíz simbolista. Llamada a la inteligencia para dar el nombre exacto a las cosas y presencia del mar como símbolo del eterno tiempo presente.
Etapa Suficiente
(Animal de fondo). Poeta obsesionado por la vida poética, la eternidad y el deseo de trascendencia. El escritor se vuelve dios al crear.
Su estilo se caracteriza por una poesía llena de belleza, conocimiento y ansia de eternidad. La búsqueda de la expresión de lo bello lo convierte en un poeta minoritario, con un intenso deseo de profundizar en el ser de las cosas y el anhelo de eternidad.
Antonio Machado: Reflexión y Sencillez
Antonio Machado destaca en sus dos primeros libros: Soledades, Galerías y otros poemas, del modernismo simbolista, que trata el paso del tiempo, la melancolía, Dios y la muerte; y Campos de Castilla, con descripción de paisajes y composiciones dedicadas a su mujer. Posteriormente, la crítica social se acentúa. También escribió teatro y prosa.
Los temas de Machado incluyen el tiempo (la esencia del ser humano en su dimensión temporal), la soledad, el sueño (acercamiento a la realidad profunda), el amor evocado (dedicado a su difunta Leonor) y Dios (crisis de fe y meditación sobre su existencia). Su poesía refleja las emociones del alma en contacto con el mundo. Su estilo se caracteriza por el simbolismo, especialmente del tiempo, y la sencillez de forma y métrica, aportando esencialidad y sobriedad.
Miguel de Unamuno: Existencialismo y España
Miguel de Unamuno es una referencia fundamental en la literatura española, cultivando casi todos los géneros. En sus ensayos reflexiona sobre el sentido de la vida y el más allá, abordando los problemas de Dios, la existencia y la inmortalidad. Sus ideas destacan por su originalidad y su escepticismo hacia el progreso y la técnica, que considera insuficientes para resolver los problemas existenciales. Plantea un conflicto irresoluble entre razón y fe.
Su preocupación por España evoluciona desde un deseo de reforma y modernización a una postura de exaltación de la espiritualidad española. En sus novelas, desarrolla los mismos temas con un estilo renovador, que la crítica de su tiempo no consideró novelas, llamándolas «nivolas».
Su producción se clasifica en:
- Hasta 1897: Crisis religiosa, pérdida de fe y conflictos existenciales (Paz en la guerra). Etapa progresista y socialista, preocupada por la inmortalidad, con fe en la ciencia y el progreso.
- De 1897 a 1914: Obsesión por el tema religioso. Concepto negativo del progreso. Angustia, lucha entre razón y fe, preocupación por la inmortalidad (Amor y pedagogía).
- De 1914 a 1936: Etapa de sus principales novelas, como San Manuel Bueno, mártir.