El Teatro Español en el Siglo XVIII: Neoclasicismo e Ilustración

El Teatro Español en el Siglo XVIII

Calderón de la Barca

Temas:

La formación jesuita que recibe influye enormemente en su obra. Sus temas recurrentes son:

  • La libertad
  • El conflicto moral
  • La relación del ser humano con el poder
  • El desencuentro entre la realidad e ilusión
  • El honor y el destino

Siempre marcados por el pesimismo que acompaña a su autor.

Estilo:

  • Reflexivo: invita a pensar sobre la vida y la muerte.
  • Calderón fue un autor casi exclusivamente teatral, su producción es considerable, tanto por el número de obras que escribió como por su calidad literaria. Su obra no supuso una ruptura con el modelo propuesto por Lope, sino que lo perfeccionó e incluyó un contenido ideológico y doctrinal.
  • Métrica: busca la unidad de estilo, por ello en vez de polimetría, emplea versos octosílabos y endecasílabos y en algunas ocasiones también los heptasílabos.
  • Lenguaje culterano y conceptual: abundan los recursos retóricos como antítesis y oxímoron. La metáfora es un recurso habitual en Calderón, aunque menos complicada que la de Góngora.

Paradigma de la estética barroca:

El teatro de Calderón ha sido considerado como uno de los paradigmas de la estética barroca. Concibió el teatro como acción presentada por la palabra, siguiendo el propósito de Lope de la comedia como espejo de la vida. Cuando comenzó su obra dramática, se encontró con una riquísima herencia teatral, con unos escenarios y unas compañías de cómicos que trabajaban sin cesar, con un público entusiasta y con una enorme variedad de temas, géneros y técnicas. Calderón asumió esta tradición teatral y la llevó a su perfección.

Esquema rigurosamente lógico:

Elementos:

  1. Claridad en el planteamiento, desarrollo y solución del conflicto. Calderón siempre pone orden en el caos.
  2. Sistematización por medio de antítesis y paralelismos de las situaciones dramáticas.
  3. Agrupación jerárquica: los personajes se agrupan en torno a un protagonista que es el núcleo y el eje de la acción. A él se supeditan los demás personajes.

La obra de Calderón de la Barca:

Los dramas:
  • Dramas de honor: (A secreto agravio, secreta venganza, El médico de su honra o El pintor de su deshonra) son tres dramas trágicos que representan la expresión más extensa del honor conyugal. En ellos Calderón plantea y desarrolla hasta sus últimas consecuencias tres situaciones límite de la tiranía social del honor.
  • Dramas trágicos: (El alcalde de Zalamea) que cuenta cómo la hija de Pedro Crespo, alcalde de Zalamea, es violada por un capitán y el problema de honor que se plantea. Los rasgos del protagonista son el equilibrio, la madurez, el amor a los suyos, la plena conformidad con su puesto en el mundo. Para él el honor es una virtud del alma ligada con la dignidad del hombre.
  • Dramas católicos: (La devoción de la cruz, El mágico prodigioso y El príncipe constante) en los dos primeros se plantea el problema de la salvación eterna. El tercero representa el modelo de caballero cristiano, movido por el honor y la fidelidad a la patria y a la religión.
  • Dramas de libertad y destino: (La vida es sueño) obra de profundo contenido ideológico que responde a la idea del desengaño barroco. El argumento de la obra gira en torno al personaje de Segismundo, hijo del rey de Polonia, quien nada más nacer es enterrado en una torre. Esto se debe a que antes de nacer su madre soñó que iba a ser un tirano. El rey Basilio, su padre, ante esto, toma la decisión de aislar a su hijo del mundo. Pasado el tiempo el rey decide poner a prueba a su hijo, por lo que le da la libertad; la respuesta que da Segismundo es violenta por lo que es devuelto a su prisión. Tras una revuelta popular, es liberado y proclamado rey; es un rey justo y prudente, capaz de perdonar a su padre venciendo así los pronósticos que habían determinado su vida.
  • Dramas bíblicos: (El mayor monstruo, los celos, una tragedia de amor y pasión.
Las comedias:

(La dama duende, Casa con dos puertas mala es de guardar, Antes que todo es mi dama) es el grupo más numeroso, las más notables son las llamadas de capa y espada. El amor es la pasión dominante y los personajes son un caballero noble, valiente, rendido a los pies de una dama a la que adora; la dama es soltera, huérfana de madre, sometida a la tutela de su padre, hermano o tutor. También aparece un gracioso y la criada de la dama. Además, para que el enredo sea posible, existen otros personajes entre los cuales se entretejen equívocos y rivalidades.

Los autos sacramentales:

(El gran teatro del mundo – en el que Dios reparte los papeles de la vida a una serie de personajes). Escribió alrededor de 60 autos sacramentales y llevó a la plenitud este género. Estos transmiten su mensaje alegórico a través de personajes abstractos a lo largo de un acto, que termina con la exaltación de la eucaristía.

El Teatro Neoclásico

A raíz de la publicación de la Poética de Luzán en 1736, los dramaturgos españoles emprenden el camino de la imitación de los modelos franceses, como Racine y Corneille. Toda obra teatral debe estar basada en:

  • La verosimilitud de las acciones.
  • La aplicación de la regla de las tres unidades:
    1. Acción: el texto dramático desarrolla una acción única.
    2. Lugar: se utiliza un solo espacio que evita la proliferación de lugares.
    3. Tiempo: el tiempo de ficción no debe exceder las veinticuatro horas.
  • El enfoque didáctico-moral: se cultivaron tres subgéneros:
    1. Tragedia: cultivada por muchos autores españoles.
    2. Comedia: Leandro Fernández de Moratín es la gran figura del teatro neoclásico español que supo lograr el favor del público y a la vez llevar a escena los ideales ilustrados. Sus obras recogen la vida social de su tiempo y su estética se ajusta a los preceptos neoclásicos. Utiliza un lenguaje coherente con la condición del personaje y en sus obras hay siempre una disposición lógica de los sucesos. Este escribió cinco comedias y en ellas invitaba a la burguesía a ser ella misma sin falsear títulos nobiliarios (El barón) ni fingir una religiosidad (La mojigata); recomendaba una educación que permitiese la expresión de los sentimientos y acabara con las bodas de conveniencia (El viejo y la niña; El sí de las niñas) y criticaba los excesos del teatro popular de efectos y magia (La comedia nueva o el café). Sus obras plantean la búsqueda del ser humano nuevo, un modelo de virtudes que use la razón y respete las leyes.
    3. Drama sentimental o comedia lacrimosa.

El Teatro Popular

Las formas populares en el teatro del siglo XVII como respuesta nacional frente a la imposición del teatro francés, a través de diferentes géneros como el sainete, el nuevo género de la zarzuela o la tonadilla como intermedio musical, se representa la vida nacional española en sus costumbres, sus rasgos más pintorescos y sus personajes más típicos.

El sainete es una pieza cómica y popular, en un solo acto. Hereda de la tradición de los pasos de Lope de Rueda, los entremeses de Cervantes y las obras cortas de Luis Quiñones de Benavente. Su verdadera importancia está en que se convirtió en vehículo de transmisión del realismo social de la España de su tiempo. En esta línea de teatro nacional sobresalió Ramón de la Cruz (Las castañeras picadas o La pradera de San Isidro). Otros son sátiras de otro tipo como El petimetre o parodias antineoclásicas como El manolo.

El Ensayo

Es un estudio en prosa de un tema que nos informa acerca de él. Se manifiesta en caminos nuevos de pensamiento, de reflexión y de crítica y se empezó a desarrollar este género que al principio se denominaba discurso. Este género facilitaba la difusión de los nuevos ideales. El sentido moderno, amplio y tolerante con el que se acometían los temas, el enfoque analítico de los trabajos y la responsabilidad que sienten los ilustrados en las reformas sociales dan lugar a obras con objetos definidos por la didáctica y la orientación colectiva. Figuras representativas: Benito Jerónimo Feijoo, en la primera mitad del siglo, y Gaspar Melchor de Jovellanos ya en el ocaso ilustrado.

Benito Jerónimo Feijoo:

Su labor fue eminentemente crítica. En su obra Teatro crítico universal abordó temas como las falsas creencias, la confusión entre ciencia y superstición, asuntos de física… Este buscaba un estilo que resultara asequible al lector culto medio, independientemente del tema tratado.

Gaspar Melchor de Jovellanos:

Saboreó las mieles del poder como ministro de justicia bajo el reinado de Carlos IV y las hieles del fracaso; la ilusión de acometer con empeño los ideales ilustrados y la frustración de ver sus planes descartados por las presiones más conservadoras. Su obra en prosa se enmarca dentro de los moldes ensayísticos y didácticos. En ellos aborda los problemas del país y propone reformas.

Obras:
  • Informe sobre la ley Agraria: estudio sobre las causas políticas, ideológicas y materiales que motivan el hundimiento de la agricultura nacional, acompañada de una serie de reformas para modernizarla.
  • Memorias sobre espectáculos y diversiones públicas: propone reformas para las diversiones populares y el teatro.
  • Elogio a Carlos III: es un discurso en el que defiende la política reformista, propia del despotismo ilustrado, que había propiciado el rey.
  • Memoria sobre educación pública: en esta obra expone sus ideas pedagógicas para conseguir la prosperidad de la nación.

Las Cartas

El género epistolar tuvo en este siglo una importante presencia. Las cartas fueron, en manos de los ilustrados, un medio para difundir conocimientos sobre gentes, costumbres y actividades. El esquema literario, convencional y muy de moda en el siglo XVIII, buscaba la verosimilitud. El modelo más imitado habían sido las Cartas persas del filósofo y escritor Montesquieu.

Obras:
  • Cartas eruditas: escrita por el padre Feijoo. En España solo había sido cultivado en la primera mitad del siglo y en esta obra ofrece un conjunto de reflexiones sobre el ambiente de superstición que había en ese momento. Feijoo sale al paso con una clara defensa de la razón.
  • Cartas marruecas: escritas por José Cadalso. Es la obra más significativa del género y una de las mejores del pensamiento ilustrado español. Se trata de un conjunto de noventa cartas, precedidas de una introducción en la que Cadalso afirma que sigue el modelo de la obra de Montesquieu, Cartas persas.

Características principales de la obra:

  • Objetivo: pretender ser un análisis de la España de su tiempo, con perspectiva histórica a través de los personajes: Gazel, un joven marroquí; Ben-Beley y su amigo español Nuño.
  • Tema: muy variados y responden a tres grandes preocupaciones del autor: la historia nacional, la sociedad española del siglo XVIII y el ideal de hombre de bien eran la familia, la amistad y el servicio a la comunidad, buscando en todo un equilibrado justo medio.
  • Estructura: dos marroquíes -el joven Gazel que viaja por Europa, y el anciano maestro Ben Beley- y el español Nuño se escriben cartas en las que opinan sobre los asuntos más diversos relacionados con la vida de los españoles. La exposición de los problemas de España se ve literalmente enriquecida por la visión curiosa del joven Gazel y, finalmente, la sabiduría de Ben Beley que relativiza los problemas desde una visión más universal.
  • Estilo: Cadalso utiliza una prosa clara y precisa que responde a una actitud intelectual y crítica ante los diversos temas que trata. Todo ello aderezado con agilidad expresiva, brevedad en la exposición y variedad de ejemplos.

La Ilustración

Surgió en Francia a comienzos del siglo XVIII. Su base filosóica es el racionalismo que contribuye a desarrollar el culto a la razón y el gusto por la observación. Este espíritu racionalista no se contentó con criticar las épocas anteriores, sino que propuso nuevos valores fundados en la moral y en la libertad de pensamiento. En 1751 empezaron a publicarse obras más características de la Ilustración (La Enciclopedia, por Diderot y D’Alambert). La importancia de la Enciclopedia era divulgar el saber, de aportar luz para aprender a ver, a explotar en beneficio humano los recursos de la realidad circundante.

La reforma ilustrada en España:

De modo simultáneo al cambio económico, el reformismo ilustrado requería que su ideario calase en todas las capas sociales y para ello utilizó diversos medios:

  • Aulas de enseñanza
  • Desarrollo del periodismo
  • Transformación de las tertulias: que se convierten en academias de estudios e investigación y en sociedades dedicadas al fomento de la economía y a la formación profesional de los agricultores. Las más importantes fueron las Sociedades de Amigos del País, repartidas por toda España.
  • Academias privadas literarias: «la famosa tertulia de la Fonda de San Sebastián»
  • Literatura: esta se convirtió en un instrumento para la transformación de las costumbres, la literatura se convierte en un medio para la difusión del nuevo ideario.
  • Fijación del sistema lingüístico del español: se establece el castellano.
  • Real Academia Española: se constituyó formalmente y su proyecto principal era la creación de un diccionario de la lengua. «Este proyecto, conocido como Diccionario de Autoridades, apoya sus definiciones con una cita, que sirve como autoridad o ejemplo.»

Etapas del Periodismo

Hasta el siglo XVIII no se produce el desarrollo de la prensa en España. Este hecho constituye uno de los cauces más importantes por el que penetraron las ideas ilustradas en España.

Etapas de la prensa:

  • Primera etapa: hasta 1750 se considera una prensa sin desarrollar aunque aparecen los primeros periódicos como «El Diario de los Literatos de España«.
  • Segunda etapa: entre 1750 y 1770 la fundamental es la del periodista Francisco Mariano Nipho que en 1770 creó el Correo General de España. Hasta 1767 las publicaciones periódicas no encontraron grandes obstáculos para su edición; pero a raíz de las revueltas populares que dieron lugar al motín de Esquilache, el rey Carlos III y sus ministros tomaron medidas, entre ellas la censura de la prensa.
  • Tercera etapa: desde 1770 el periodismo alcanza la época de madurez. Es un periódico de prensa polémica aunque también podemos encontrar periódicos cultos y eruditos. La agresividad política de El Censor durante la década de 1780 hizo que fuese prohibido en varias ocasiones. Esta situación se agravó durante el reinado de Carlos IV: los gobernantes, atemorizados por los sucesos revolucionarios ocurridos en Francia, impusieron una férrea censura. En 1791 se prohibieron todos los periódicos salvo La Gaceta, el Mercurio y el Diario de Madrid.

Tipos de publicaciones:

  • La prensa culta: (La Gaceta y el Mercurio Histórico y Político) a través de los cuales se difundía la información política. Pero las publicaciones privadas difundían temas culturales o económicos, defendiendo una ideología avanzada. Sus lectores pertenecían a la minoría ilustrada.
  • Prensa popular: la burguesía solo creó publicaciones de carácter popular que ya existían desde el siglo XVII y se desarrollaron a lo largo del siglo XVIII: los llamados almanaques y pronósticos. Incluían temas variados y se distribuían por toda España. Torres Villarroel renovó el género en su Ramillete de Astros.

Periódicos:

  • La Gaceta de Madrid
  • El Diario de los Literatos de España
  • El Diario Noticioso, Curioso, Erudito, Comercial y Político, que pasó a llamarse Mercurio de España
  • El Duende Crítico
  • El Semanario Económico
  • El Pensador
  • El Correo de los Ciegos, que después pasa a llamarse El Correo de Madrid

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