Literatura Española: Fin de Siglo, Modernismo y Posguerra

1. La Crisis de Fin de Siglo

1.1. Desastre del 98

La Guerra de Cuba y la pérdida de las últimas colonias españolas, el avance del capitalismo y la importancia de los avances técnicos marcaron este periodo. Se experimentó una crisis de valores como consecuencia de la visión optimista de la realidad imperante en la segunda mitad del siglo XIX. Contra ella, surgió un fuerte escepticismo que desembocó en diversas corrientes de opinión:

1.1.1. Irracionalismo y Existencialismo

La realidad humana se reflejó en el dolor (Schopenhauer), en la angustia (Kierkegaard) o en un mundo sin dios, nihilista (Nietzsche).

1.1.2. Impresionismo

Manifestado en la filosofía de Henri Bergson y en su interpretación del tiempo: la irrepetibilidad del momento (le temps: tiempo cronológico frente a la durée: tiempo psicológico).

1.1.3. Psicoanálisis

Freud interpretó el fenómeno del autoengaño y estableció que detrás de la conciencia está el subconsciente, auténtico motor de las actitudes humanas.

1.2. Nuevas Manifestaciones Artísticas

1.2.1. Impresionismo

Destaca la importancia de los sentidos y del instante corporal.

1.2.2. Esteticismo

Búsqueda de la belleza en lo artificial (la bohemia).

1.2.3. Decadentismo

Búsqueda de lo prohibido y lo tétrico.

2. La Modernidad Europea

Es imposible entender el modernismo hispánico sin conocer la literatura francesa de la segunda mitad del siglo XIX, donde destacan:

2.1. Parnasianismo

Defiende el arte por el arte y postula la indiferencia ante los sentimientos. Charles Baudelaire (1821-1867), prototipo de persona amoral, con su obra Las Flores del Mal, fue determinante para el futuro de la lírica europea. Paul Verlaine (1844-1896), obsesionado por la musicalidad de las composiciones poéticas, fue quien más influyó en Rubén Darío y en los demás autores modernistas hispanos. Su obra se recogió en Poesías Saturnianas.

2.2. Simbolismo

Defiende la idea como sustituto de la realidad, plasmándose en el descubrimiento de la metáfora como recurso fundamental de la poesía. Este movimiento está en el origen de la poesía de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Stéphane Mallarmé (1842-1898), buscador de la belleza absoluta y de la perfección poética, recogió su obra en un volumen titulado Poesías Completas. Jean Arthur Rimbaud (1854-1891) es el mejor representante de la bohemia, siendo un autor anti todo. Verlaine publicó sus poemas en 1895 con el título de Poesías Completas.

3. Modernismo

Nueva concepción vital que reacciona contra el sistema burgués. Forma parte del proyecto social, económico, cultural y poético de la empresa liberadora que supone la descolonización hispanoamericana, con su reclamo de una nueva sociedad, en un clima semejante al de París de la época.

3.1. Características

  • Temáticas: Evasión, exotismo, cosmopolitismo.
  • Formales: Renovación del lenguaje poético y de la versificación. Se manifiesta en la métrica por la recuperación de viejas formas (hexámetros, cuaderna vía, versos más largos), recuperación del encabalgamiento, creación de versos nuevos, normalmente largos, sin medida ni rima.

3.2. En España

La llegada del modernismo español coincide con el llamado Desastre del 98. Un grupo de intelectuales reaccionan ante las circunstancias políticas y sociales que se vivían en el país. Estos autores, que se han conocido erróneamente como Generación del 98, son en su mayoría modernistas. Tres fueron los antecedentes culturales de este grupo de intelectuales: la Institución Libre de Enseñanza, el Regeneracionismo y la nostalgia del pasado. Desde un punto de vista estrictamente poético, la sombra de Bécquer comienza a dar un nuevo aire a la lírica con autores como Salvador Rueda y Francisco Villaespesa. Pero será con Juan Ramón Jiménez, los hermanos Machado y Valle-Inclán cuando se inicie el modernismo español, cuyos rasgos principales son: individualismo, escasa duración.

4. Rubén Darío (1867-1916)

Poeta nicaragüense, es el principal poeta modernista, autor de tres libros fundamentales para la poesía en español de esta época:

  • Azul (1888): Se trata de un libro exótico, basado en un mundo sobrenatural y simbólico, lleno de imágenes y metáforas, con dos símbolos fundamentales: el azul, que representa el ensueño y el arte, y el cisne, que significa el amor carnal y lo legendario.
  • Prosas Profanas (1896): Destaca por las innovaciones métricas y verbales, la preocupación social, el exotismo y el erotismo.
  • Cantos de Vida y Esperanza (1905): Se trata de una minoración de los recursos métricos y verbales del libro anterior, con una inclinación hacia el existencialismo y una reflexión acerca del futuro del mundo hispánico en relación con Estados Unidos.

5. Miguel de Unamuno (1864-1936)

La novela es un medio para la interpretación de la realidad que permite al autor expresar sus preocupaciones fundamentales.

5.1. Características

  • Conflicto íntimo de los personajes.
  • Crítica de la realidad provinciana española.
  • Acumulación de datos para narrar la historia.
  • Crea el “bufo trágico”: mezcla de bufón y personaje trágico.
  • Crea la “nivola”: novela de reflexión existencial, sin argumento previo, sino que este va apareciendo conforme avanza el texto.

5.2. Obras Más Importantes

  • Amor y Pedagogía (1902)
  • Niebla (1914)
  • San Manuel Bueno, Mártir (1930)

5.3. Teatro

Presenta los llamados “dramas del alma” o “teatro desnudo”, donde se desentiende de la tramoya y la escenografía. Sus obras más importantes son El Otro y El Hermano Juan.

5.4. Lírica

Coincide en el tiempo con la de otros poetas, pero no en las ideas y en las formas:

  • De carácter metapoético: Poesías y Rosario de Sonetos Líricos.
  • De reflexión religiosa: El Cristo de Velázquez.
  • De carácter intimista: Rimas de Dentro y Teresa.
  • De carácter filosófico: Romancero del Destierro y Cancionero.

6. Antonio Machado (1875-1939)

Su obra poética se centra en un conjunto de temas fundamentales: el tiempo, el sueño reflejado en el símbolo del hastío, el amor excluido de la sensualidad, la muerte (la vida es un transcurso hacia ella), la influencia del existencialismo y la preocupación por España: el cainismo y las dos Españas.

6.1. Producción Literaria

  • Soledades, Galerías y Otros Poemas (1903): Destaca la importancia de la naturaleza y el tema de la muerte relacionado con el tópico literario del tempus irreparabile fugit. Para ello, usa como símbolos la tarde, el agua, la fuente, el huerto, el camino (la muerte). Conviene señalar las abundantes personificaciones que dan lugar al diálogo del yo poético con los símbolos citados.
  • Campos de Castilla (1912): El poeta abandona los símbolos modernistas en favor del río=vida y el mar=muerte, así como en favor de una mayor objetividad, producto de las referencias directas al paisaje castellano y al hecho de que las descripciones se convierten en meditaciones. Se pueden distinguir cuatro grupos temáticos: poemas castellanos, poemas a la muerte de Leonor, proverbios y cantares, y La Tierra de Alvargonzález.

7. Ramón del Valle-Inclán (1866-1936)

Su producción literaria constituye una evolución progresiva que culmina en el esperpento, con el que el autor realiza la deformación grotesca y sistemática de la realidad. Se trata de una caricatura de los individuos, subrayando las contradicciones existentes, tanto a nivel individual como colectivo, entre lo que se quiere ser y lo que se es realmente. En el esperpento, los personajes se convierten en muñecos que son manipulados por el narrador, y la realidad convive con los sueños, las pesadillas y el mundo bohemio. El esperpento da lugar a distintos tipos de personajes: el dictador agresivo (que también es burlado por su pueblo), la reina ridícula, el intelectual sin ideas y el ciego que ve con su pensamiento.

7.1. Narrativa

  • Las Sonatas (de Primavera, Otoño e Invierno): La mejor manifestación del modernismo en prosa.
  • La Guerra Carlista: Trilogía compuesta por Los Cruzados de la Causa (1908), El Resplandor de la Hoguera (1909) y Gerifaltes de Antaño (1909). El intervalo de tiempo de la historia que abarca es muy reducido: seis días en la primera, cinco en la segunda y una semana en la tercera. Narran episodios bélicos entre carlistas y liberales.
  • Tirano Banderas (1926): Se inicia en el subgénero de la novela histórica para convertirse en el punto culminante del esperpento y punto de partida de la novela de dictador.
  • El Ruedo Ibérico: Compuesto por La Corte de los Milagros (1927) y Viva mi Dueño (1928).

8. Literatura Previa a la Guerra Civil

8.1. Panorama General

La literatura del último tercio del siglo XIX estuvo dominada por la novela y por el realismo, que retrató a la sociedad española de la época. El nuevo siglo supone una reacción contra el realismo, derivada del clima de insatisfacción y angustia que se vivía tras la crisis del 98. Los nuevos novelistas (Azorín, Unamuno, Baroja, Valle-Inclán) añaden a sus textos las inquietudes morales, éticas y sociales del hombre contemporáneo, iniciándose una nueva forma de novelar, en la que influyeron las ideas de Schopenhauer en torno al dolor y el sufrimiento humano.

8.2. Características de la Novela de esta Época

  • La historia cede importancia en favor de la forma de narrar.
  • Se desprecia el deseo del lector de saber qué pasa y de imaginarse los hechos como reales.
  • La novela pierde su tradicional secuencia narrativa y se comienza a narrar hacia atrás o hacia adelante.
  • Centralización en la problemática del héroe: la acción y la realidad se sustituyen por el retrato interior del personaje, quien remodela e interpreta el mundo.
  • Momentaneidad y fragmentarismo: los detalles mínimos del realismo son sustituidos por impresiones rápidas con las que se pretende describir las sensaciones que los hechos producen en los personajes.
  • Dramatización mediante una estructura similar al drama: el narrador pierde terreno y se permite a los personajes hablar por sí mismos.
  • Metanovela: se reacciona contra las limitaciones tradicionales de la novela, anteponiéndose la invención a la mímesis.
  • Perspectiva degradada: algunos autores degradan tanto la realidad que se ridiculiza a los personajes, que se convierten en una caricatura grotesca de la realidad.

8.3. La Generación del 27

Tras el auge de la literatura a principios del siglo XX, gracias a los escritores modernistas y a los del 98, la lírica tuvo un nuevo impulso de la mano de los autores vanguardistas y de los poetas de la Generación del 27. La gran diferencia entre los autores del 27 y los del 98 se encuentra en que aquellos sí reconocen la existencia de rasgos generacionales comunes a todos ellos.

8.3.1. Rasgos de la Generación del 27

  • Coetaneidad: entre el mayor y el menor existen 15 años de diferencia, periodo de tiempo aceptado por la crítica como máximo intergeneracional.
  • Góngora: estos autores se reunieron en Sevilla en 1927 para celebrar el III centenario de la muerte del poeta cordobés y así reivindicar tanto a él como a los modos clásicos de hacer poesía.
  • Compañerismo y amistad: siempre tuvieron conciencia de grupo y muchas de sus actividades fueron expresamente comunes.
  • Influencia y convivencia mutuas: las lecturas que hacían de sus obras, la traducción de escritores franceses e ingleses, la crítica literaria común, fueron creando un trasfondo cultural, vital y personal común que tuvo como punto de encuentro la Residencia de Estudiantes de Madrid.

La nómina de autores de la Generación del 27 la forman: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda… Todos ellos significaron la síntesis de corrientes poéticas anteriores, como la del Siglo de Oro (Góngora).

8.4. El Teatro de Preguerra

En esta época hubo diversos tipos de manifestaciones teatrales:

  • Teatro comercial: Se trata de obras escritas para espectáculos amenos y rentables, dirigidas a un público burgués, como el teatro escrito por Jacinto Benavente, autor de La Malquerida y Los Intereses Creados.
  • Teatro cómico: Se divide en obras con música (opereta, revista y vodevil) y obras sin música (sainete y astracán). Los autores más importantes son los hermanos Álvarez Quintero, autores de obras como Malvaloca; Pedro Muñoz Seca, con La Venganza de Don Mendo; y Carlos Arniches, autor de sainetes como La Señorita de Trevélez.
  • Teatro en verso: Se trata de un teatro de carácter modernista cultivado por los hermanos Machado (La Lola se va a los Puertos) o Eduardo Marquina.
  • La renovación dramática: Se trata de intentos de cambios en los escenarios que culminarán con Valle-Inclán y García Lorca. Con anterioridad, otros autores, como Jacinto Grau, que vuelve a la tragedia y a los temas históricos como Don Juan, así como a la crítica de la sociedad española. Su principal obra es El Señor de Pigmalión. Miguel de Unamuno presenta los llamados “dramas del alma” o “teatro desnudo”. Azorín plantea un teatro simbólico donde se ocupa de temas como la felicidad, el tiempo o la muerte. Su obra más importante es Trilogía de lo Invisible: La Arañita en el Espejo, El Segador y Doctor Death, de 3 a 5.

9. Federico García Lorca (1898-1936)

Su obra dramática es la de mayor importancia escrita en español en el siglo XX. Se trata de un teatro poético con tres símbolos esenciales: la sangre, el cuchillo y la rosa. Además, se entrelazan la música, la escenografía y la coreografía. Llevó a cabo la renovación teatral en dos campos: autoría y dirección. Al frente del grupo La Barraca, recorrió toda España representando tanto sus propias obras como las de autores clásicos españoles.

9.1. Producción Dramática

  • Dramas modernistas: El Maleficio de la Mariposa (en un mundo de insectos, la muerte se disfraza de amor) y Mariana Pineda.
  • Farsas (entre 1921 y 1928):
    • Piezas de guiñol: Tragicomedia de Don Cristóbal y la Señá Rosita.
    • Piezas canónicas o de personas: La Zapatera Prodigiosa y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su Jardín.
  • Comedias irrepresentables o imposibles (1930-1931): Obras herméticas próximas a los postulados de Freud y al surrealismo: El Público, Así que pasen cinco años.
  • Tragedias: Consciente del éxito de los dramas rurales, el autor elabora sus tragedias donde lo menos importante es el argumento y los personajes, siendo lo sustancial el drama que plantean: Bodas de Sangre (1933), Yerma (1934), La Casa de Bernarda Alba (1936).

10. La Narrativa de Posguerra

10.1. Panorama General

Las circunstancias que se dan en la narrativa de posguerra son comunes a los demás géneros literarios: la muerte o el exilio motivaron la desaparición de algunos de los principales narradores. Por otra parte, la fuerte represión que vino a instaurar la censura fue mayor en este género que en la lírica. A todo esto hay que unir el retraso en llegar a España la renovación de las técnicas narrativas que se venían dando décadas atrás en la narrativa de otras lenguas. Por todo ello, la narrativa de posguerra se inicia con una vuelta a los modelos realistas con dos puntos de vista: el de los vencedores (Gironella, Torrente Ballester) y el de los vencidos (Sender, Andújar). El inicio de la nueva novela viene marcado por la publicación de La Familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, en 1942, y la de Nada, de Carmen Laforet, en 1945: ambos textos pudieron esquivar los rigores de la censura. Pese a esta, en la década de los 50, llegaron a España las principales nuevas técnicas narrativas y se inicia la conocida como novela del realismo o del compromiso social: La Colmena, de Cela, o El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio. Pero la auténtica renovación de las técnicas narrativas llegará una década más tarde, cuando los jóvenes autores españoles asimilen las obras de James Joyce (Ulises), William Faulkner (¡Absalón, Absalón!) y Marcel Proust (En Busca del Tiempo Perdido). Asimismo, se empieza a conocer la obra de algunos autores hispanoamericanos que contribuirán a una revolución en la novela escrita en español. En nuestro país, la obra fundamental de este periodo es Tiempo de Silencio, de Luis Martín-Santos. Esta novela se caracteriza por el abandono de los temas en favor de la forma de escribir: monólogo interior, estilo indirecto libre, fluir libre de conciencia, etc.

10.2. La Novela en los Años 40

Se caracteriza por el regreso a la realidad como tema literario, aunque vista desde diferentes perspectivas ideológicas. Las principales tendencias son:

  • Novela nacionalista: Caracterizada, en un primer momento, por la exaltación de la autarquía y, más tarde, por la tendencia al desarrollismo. Obras: La Fiel Infantería, de Rafael García Serrano.
  • Novela en el exilio: Trata de la añoranza y la angustia que tienen los novelistas que se han visto obligados a abandonar su patria: Réquiem por un Campesino Español, de Ramón J. Sender.
  • Novela humorística: El Bosque Animado, de Wenceslao Fernández Flórez.
  • Realismo tradicional o decimonónico: El Barco de la Muerte, de Juan Antonio Zunzunegui.

10.3. La Novela del Realismo Social (Años 50)

Se inicia un pequeño cambio tanto desde el punto de vista temático (la pobreza de la posguerra, la falta de ocio de los trabajadores, la falta de conciencia social de las clases poderosas, el compromiso ético de los novelistas) como desde una perspectiva formal (influencia de La Colmena), como de las influencias extranjeras (el conductismo estadounidense –Ernest Hemingway–, el neorrealismo italiano –representado sobre todo en el cine– o el objetivismo francés –Alain Robbe-Grillet–). La sociedad española contemporánea se convierte en el tema central de esta narrativa, donde se refleja la dureza de la vida de posguerra y la inconsistencia vital de la burguesía. Hay tres tendencias principales:

  • Novela social o del realismo crítico: La Zanja, de Alfonso Grosso; Dos Días de Septiembre, de José Manuel Caballero Bonald.
  • Novela neorrealista u objetivista: El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio, obra fundamental en este periodo gracias a estas características: reducción de la historia (relato del tiempo libre de unos jóvenes), reducción del tiempo (todo transcurre en dieciséis horas de un fin de semana), protagonismo colectivo (dividido en dos grupos), punto de vista de la cámara cinematográfica, importancia del diálogo, importancia de lo interno frente a lo externo.
  • Novela intimista: Entre Visillos, de Carmen Martín Gaite. Esta novela, basada en la monotonía de la vida provinciana de un grupo de chicas, supone la primera experiencia en esta época de la técnica del contrapunto, mediante la cual el lector conoce los sucesos narrados desde distintos puntos de vista.

10.4. Renovación de las Técnicas Narrativas (Años 60 y 70)

La novela incorpora muchas de las innovaciones de la narrativa occidental producida en las décadas anteriores e iniciadas, entre otros, por James Joyce, William Faulkner, Franz Kafka y Marcel Proust:

  • Perspectiva narrativa: El narrador utiliza la segunda persona y crea un diálogo ficticio con los personajes. Aparece el punto de vista múltiple, así como distintos tipos de omnisciencia: autorial (predomina el autor), neutral (el autor intenta mantenerse al margen), selectiva (predomina uno de los personajes) y multiselectiva (varios personajes narran el mismo suceso).
  • Ruptura de la linealidad temporal: Se diluyen las referencias temporales y se utiliza habitualmente la técnica del flash-back y las pausas digresivas.
  • Análisis introspectivo: Los personajes aparecen analizados desde su propio yo, que constantemente busca la identidad a través del recuerdo. Este análisis dará lugar al predominio del monólogo interior.
  • Riqueza lingüística: Predomina un lenguaje muy elaborado con múltiples recursos expresivos (diferentes registros de lengua, supresión de signos de puntuación).
  • Influencia de la narrativa hispanoamericana.

11. La Poesía de Posguerra

11.1. Panorama General

La década de los 30, marcada por la II República y por la Guerra Civil, supone un vuelco en la lírica hacia la poesía social, que se había comenzado a fraguar con algunos poetas del 27. En el inicio de esta nueva situación tendrá una gran importancia la figura de Miguel Hernández, poeta puente entre dos concepciones poéticas: la vanguardista y la social. Desde la Guerra Civil hasta el inicio de la Transición, la crítica ha establecido una periodización por décadas:

  • Década de los 40: Marcada por la censura, vive la pugna entre la poesía oficialista (Garcilaso y Generación del 36) y la poesía existencial (influida por la obra de Dámaso Alonso, Hijos de la Ira).
  • Década de los 50: España comienza a cambiar sus hábitos tímidamente (incipiente turismo, cierto desarrollo industrial, programas de alfabetización). Los poetas comienzan a denunciar las injusticias mediante la llamada poesía social.
  • Década de los 60: Las reformas del régimen franquista apenas si avanzan. Ante esta situación, los poetas del grupo de los 50 realizan la conocida como poesía del conocimiento (marcada por la poesía social, pero con mayor preocupación por cuestiones más íntimas e individuales), que tendrá una clara predilección por la elaboración estilística.
  • Década de los 70: La periodización, en este caso, no coincide con la década, debido a dos razones: la importancia del grupo conocido como los Novísimos (que supone un cambio respecto a la lírica anterior en busca de una poesía más estética y basada en la experiencia individual) y la fecha emblemática de 1975, inicio de la llamada Transición democrática (marcada por la pugna entre la poesía de la experiencia y la de la nueva sentimentalidad).

11.2. Poesía Social

Se corresponde con la década de los 50. En esta poesía destaca la actitud ética de los poetas y el cambio de objetivos en cuanto a la misión de la poesía. Surge así en España la literatura del compromiso, iniciada en Europa tras la publicación del libro ¿Qué es la literatura?, de Jean-Paul Sartre, quien dio consistencia ideológica a este compromiso. En cuanto a los temas preferidos de esta poesía, destacan: la situación de España tras más de una década de dictadura, la solidaridad, la lucha por la libertad, la crítica de la represión y de la injusticia social existentes. Por lo que se refiere al estilo, los poetas sociales consideran que la lírica debe dirigirse a la inmensa mayoría, al hombre de la calle, de ahí que se promueva el uso de un tono sencillo y coloquial y un lenguaje cotidiano, si bien deben usarse símbolos para salvar la censura. Los principales poetas son:

  • José Hierro (1922-2002): Cuya poesía se centra en dos vertientes: el reportaje y las alucinaciones, dando mucha importancia a la expresión de vivencias personales. Quinta del 42 (1952), Cuanto sé de mí (1957).
  • Gabriel Celaya (1911-1991): Autor clave de esta poesía social, su obra se divide en tres épocas: existencial, representada por la inseguridad frente al mundo (Movimientos Poéticos, 1947); social, exigida por el compromiso ético, basado en la solidaridad (Tranquilamente Hablando, 1947); vanguardista, que inicia nuevos caminos literarios: el amor, la lógica, la autobiografía.
  • Blas de Otero (1916-1979): Es el autor más importante de la poesía social. Su producción se inicia con dos obras de carácter existencial: Ángel fieramente humano y Redoble de conciencia, ambas de 1950, publicadas más tarde de forma conjunta con el título de Ancia (1958). En ellas, el hombre se encuentra sometido irremediablemente a la muerte, lo que provoca un enfrentamiento entre este y Dios. Con Pido la paz y la palabra (1955) inicia su poesía social dirigida a la inmensa mayoría.

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