Introducción
A finales del siglo XIX, España vivía una grave crisis general: el sistema político no funcionaba, se acrecentaban los desfases sociales y comenzaban a surgir los primeros conflictos sociales violentos. Todo se agudizó con la independencia, en 1898, tras varios años de guerra, de Cuba y Filipinas, últimas colonias de España. El «desastre» provocó cuantiosas pérdidas económicas y humanas. Surgió también entonces un grupo de escritores e intelectuales preocupados por los problemas del país, por el «Tema de España». Son los hombres de la Generación del 98.
Novela Noventayochista
Un grupo de autores preocupados por los problemas existenciales y la situación general del país formaron la Generación del 98. Estos escritores, comprometidos con los principales movimientos y del pensamiento de su época, vivieron una época dominada por una sensación de crisis y decadencia cultural, con rechazo al realismo y al racionalismo positivista. Autores como Azorín, Unamuno, Baroja y Valle-Inclán introdujeron cambios en la narrativa, marcando un nuevo camino, con los siguientes rasgos:
- Influencia de la filosofía: Los planteamientos existencialistas de Kierkegaard y Schopenhauer (el escepticismo, la vida como algo absurdo y carente de sentido).
- El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo casticista.
- Renovación estética o del estilo:
- El subjetivismo o antirrealismo: No se persigue, como en la estética realista, la reproducción exacta de la realidad, sino la expresión de la realidad interior.
- Concepción totalizadora: La novela se convierte en un género multiforme, en el que tienen cabida también la reflexión filosófica, el ensayo y el lirismo.
- Rechazo de las tendencias barrocas y retóricas características de la novela del siglo XIX.
- Búsqueda de la precisión y la claridad en el lenguaje literario.
La temática de estas obras se podría agrupar en dos tendencias principales:
- Temas religiosos y existenciales relacionados con el existencialismo, preocupación por problemas humanos, tono pesimista y angustia vital presentes en obras con protagonistas caracterizados por estos rasgos filosóficos.
- El tema de España: La preocupación por España hace que sean conocedores de sus costumbres e historia, ante la que toman una actitud pesimista al apreciar el desmoronamiento que sufre la sociedad y, paralelamente, denuncian los males que observan: ignorancia, hambre, caciquismo.
Principales Novelistas Noventayochistas
- Miguel de Unamuno: Trata temas como la tradición, la intrahistoria, el concepto de España, la conciencia trágica de la existencia y la sed de eternidad en sus «nivolas». Sus obras incluyen Amor y pedagogía, Niebla, La tía Tula, San Manuel Bueno, mártir y el ensayo Cómo se hace una novela.
- Valle-Inclán: Explora el esperpento en la narrativa, basado en la burla, crítica y animalización de los personajes. Su trayectoria novelística abarca el modernismo inicial con Sonatas, seguido por la fase intermedia de novelas sobre la Guerra Carlista, y finalmente la etapa del esperpento con el ciclo de novelas El ruedo ibérico como Tirano Banderas y La corte de los milagros.
- Pío Baroja: Escritor cuya narrativa combina pesimismo y vitalismo, con tonos moralistas, radicales e individualistas. Sus obras exploran el aprendizaje de la vida de los personajes a través de la experiencia y el diálogo. Baroja ve la novela como un género donde todo cabe, con la aspiración de escribir con sencillez. Su vasta producción se divide en trilogías como La lucha por la vida, Tierra vasca y La raza.
- José Martínez Ruiz, conocido como «Azorín»: Tiene un estilo narrativo impresionista, con lirismo y sintaxis nominal. Prefiere frases cortas, usa el presente como tiempo verbal y sus novelas tienen estructura fragmentada, predominio descriptivo y tramas mínimas. Además, emplea diálogos y pocos detalles. Obras: La voluntad, Las confesiones de un pequeño filósofo, Doña Inés.
Novela Novecentista
Se caracteriza por su anti-realismo, anti-romanticismo y anti-noventayochismo. Los escritores son cosmopolitas y europeístas, defienden la pureza formal y estilística de sus obras, buscan configurar un arte selectivo y minoritario.
- Gabriel Miró: En sus novelas se observa la prioridad de la forma sobre el contenido: Las cerezas del cementerio, El obispo leproso, Nuestro padre San Daniel.
- Ramón Pérez de Ayala: Se caracteriza por su intelectualismo, lirismo, reflexión crítica, estilo retórico y academicista: Tinieblas en las cumbres, La pata de la raposa, Troteras y danzaderas, A. M. D. G., Belarmino y Apolonio, Tigre Juan.
Conclusión
En el periodo anterior a la Guerra Civil, surgieron tendencias narrativas como la novela vanguardista, la generación del 27 y la novela humorística, que junto con otras muestran la diversidad en las formas narrativas del siglo XX.