Federico García, Fuentevaqueros 1898, estudió la carrera de letras y derecho, aunque acabó la 2ª. Estudió música en Madrid, donde entra en contacto con el Grupo del 27, al que pertenece. En 1929-1930 se va a Nueva York, algo que le marca. En 1932, funda un grupo teatral, La Barraca, con el que recorre España. En 1933 va a Buenos Aires, donde tiene un gran éxito. De nuevo en España, prosigue su labor de poeta. Su trabajo le dio mucha admiración, pero también envidias. Su acercamiento al pueblo lo lleva a la muerte. En agosto de 1936 muere asesinado a principios de la Guerra Civil. La situación que le tocó vivir a Lorca es un tiempo de preguerra y descontento entre las clases sociales, e importantes movimientos artísticos vanguardistas con los novecentistas y la Generación del 27.
La Generación del 27
La forman un grupo de poetas entre los que se citan: Alberti, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Aleixandre, Cernuda, Altolaguirre y Emilio Prados. Celebraban tertulias y realizaban actividades en la Residencia de Estudiantes. Otro lugar de encuentro fue el Centro de Estudios Históricos, en el que profundizaron con la lectura de los autores medievales y clásicos. Fueron artistas amigos que convivieron estrechamente hasta que la Guerra Civil lo deshizo.
Los escritores del 27 tenían en común una tendencia entre una serie de polos en apariencia opuestos: entre lo intelectual y lo sentimental, la pureza estética y la autenticidad humana, lo minoritario y la inmensa compañía, el hermetismo y la claridad, lo oculto y lo popular, lo universal y lo español. Lo mejor que los caracteriza es el equilibrio entre lo tradicional y lo vanguardista.
Principales obras de Federico García Lorca
- Libros de poesía: Canciones, Poema del cante jondo, Suites, Romancero gitano, Poeta en Nueva York, Diwan de Tamarit, El llanto por Ignacio Sánchez Mejías, y Los once sonetos del amor oscuro.
- Producción teatral: Los experimentos y ensayos de los comienzos, La experiencia vanguardista, La plenitud.
Los comienzos
- El maleficio de la mariposa (1920)
- Títeres de la cachiporra (1922-23)
- Mariana Pineda (1925)
- El amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín (1928)
- El ratón de Don Cristóbal (1931)
Experiencia Vanguardista
- El público (1930)
- Así que pasen cinco años (1931)
La Plenitud
- Dos tragedias: Bodas de sangre (1933), Yerma (1934)
- Dos dramas: Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935), La casa de Bernarda Alba (1936)
Técnicas Dramáticas y Personajes
Estudio del tiempo y del espacio
La acción transcurre en un espacio cerrado, la casa. Es el mundo del luto, del silencio. Se elude a la casa con palabras como convento, presidio, infierno. En ese espacio se adquiere una gran importancia la utilización del color como motivo simbólico. Este valor del blanco es la luz, la vida, la fuerza; en el negro, la represión, el luto, la tragedia, la muerte. El mundo exterior llega a ser eco de pasiones elementales, de un erotismo destacado. Es el extremo opuesto de las represiones en que viven las hijas de Bernarda. A la vez, el mundo exterior es un mundo del que dirán.
Hay un detalle con mucho significado simbólico que resume esa atmósfera: aquellas palabras que hablan de este maldito pueblo sin río, pueblo de pozos, donde siempre se bebe el agua con miedo de que esté envenenada. El río, en Lorca, es símbolo de fuerza vital, de erotismo; el pozo simboliza la muerte.
Tiempo dramático
En La casa de Bernarda, el tiempo se desarrolla en unos días de caluroso verano. La historia se inicia en la mañana de un entierro y el duelo del marido de esta. El 2º acto representa el inicio de la tarde y el desarrollo de los hechos. El 3º representa el anochecer, el fin del día y de los problemas. La obra no sigue la norma aristotélica del tiempo, ya que ocho años de duelo se comprimen en un solo día.
Análisis del diálogo y de las acotaciones
Se observa la maestría del diálogo, su fluidez, su nervio, su intensidad, el predominio de réplicas cortas y rápidas. Ha de insistirse en esa asombrosa unión de realidad y poesía. Es decisivo el papel del lenguaje.
Personajes
- Bernarda: representa la autoridad, el poder, la tiranía, las convenciones morales y sociales más arcaicas; sus celos incluyen los aspectos más externos: las apariencias, el qué dirán.
- Angustias (39): hija del primer matrimonio y hereda una fuerte fortuna que no tarda en atraer a Pepe el Romano. Ya no hay en ella pasión o ilusión.
- Magdalena (30): da muestras de sumisión, pero sorprende con protestas. Hubiese preferido ser un hombre.
- Amelia (27): es el personaje más desdibujado, se muestra resignada, medrosa y tímida.
- Martirio (24): es un personaje más complejo, su actitud ante los hombres es turbia; se pudo haber casado. Es ardiente de pasión.
- Adela (20): es la encarnación de la rebeldía, es hermosa, apasionada y franca. Su vitalismo se manifiesta en el símbolo de traje verde. Es dispuesta a ser la querida de Pepe y destaca en el momento en el que rompe el mando de Bernarda.
- M.ª Josefa: en sus palabras se mezclan locura, verdad y poesía; se convierte en la portavoz de un deseo común y agranda los problemas centrales: la frustración de las mujeres, el anhelo de matrimonio y de maternidad, el ansia de libertad.
- La Poncia, criada: sus relaciones con Bernarda son curiosas, interviene en las conversaciones, en los conflictos, hace advertencias, da consejos, hasta tutea a Bernarda. Asume su condición, pero está llena de un rencor contenido.
- Otra criada: personaje de menos relieve, participa en el rencor hacia el ama, es altanera y ruda con la mendiga.
- Las vecinas: dos mujeres de luto que asisten al duelo.
- Pepe Romano: es un personaje que no aparece en escena, es la encarnación del oscuro objeto de deseo. Su fuerza es ponderada hiperbólicamente por diversas voces.