El Teatro de la Generación del 27 y la Guerra Civil Española

El Teatro Comercial y los Intentos de Renovación

A finales de los años 20 y durante la Segunda República, el teatro comercial seguía dominando la escena española con características similares a las de las décadas anteriores. Los empresarios teatrales ofrecían una programación que incluía comedias, teatro poético, piezas cómicas y espectáculos musicales.

Entre 1930 y 1935, el Teatro Español de Madrid se destacó por llevar a escena obras de Federico García Lorca, convirtiéndolo en el dramaturgo más importante del periodo de la Segunda República. Paralelamente, se llevaron a cabo intentos de renovación dramática, en muchos de los cuales la figura de Rivas Cherif fue clave como director o autor. También cabe destacar la participación de Valle-Inclán en algunos grupos innovadores.

Las Misiones Pedagógicas y la Búsqueda de un Nuevo Público

Con la llegada de la Segunda República, se inició un acercamiento de la cultura y del teatro a otros sectores sociales, como los de la España rural. Con este fin, se crearon las Misiones Pedagógicas, formadas por grupos de universitarios que desarrollaron campañas de alfabetización y organizaron bibliotecas. Además, exhibían un pequeño museo circulante con copias de cuadros del Museo del Prado y llevaban a cabo representaciones teatrales dirigidas por el dramaturgo Alejandro Casona.

Teatralmente, se pretendía encontrar un público burgués que comprendiera la crítica que se les hacía, un público selecto.

Dramaturgos Destacados del Periodo

Entre los dramaturgos de este periodo destacan:

  • Alejandro Casona
  • Max Aub
  • Enrique Jardiel Poncela
  • Otros autores de la Generación del 27
  • Federico García Lorca

Max Aub

Dramaturgo y narrador, escribió numerosas obras desde inicios de los años 20. Su primer teatro se centra en el conflicto entre las verdades objetivas y subjetivas, en la imposibilidad de comprenderse a uno mismo y en la falta de comunicación entre los hombres. Durante la guerra, continuó escribiendo obras dramáticas y, después del exilio, compuso sus obras más importantes.

Enrique Jardiel Poncela

Destacó dentro del género cómico, combinando el humor de la comedia convencional con rasgos propios del arte vanguardista. La imaginación y la posibilidad son pilares en los que fundamenta su deseo de superar el teatro cómico de su tiempo. Como su teatro no rompía por completo con las convenciones teatrales ni con el gusto de los espectadores, sus comedias obtuvieron gran éxito de público. Destaca Cuatro corazones con freno y marcha atrás. Con anterioridad, también había publicado narraciones cómico-eróticas.

Alejandro Casona

Fue un conocido dramaturgo durante la República. Escribió piezas cortas para su grupo teatral y obtuvo gran éxito con el estreno de su obra Nuestra Natacha. Al estallar la Guerra Civil, se marchó de España y en el exilio siguió escribiendo numerosas obras teatrales.

Federico García Lorca

Aunque no escribió mucho teatro, es uno de nuestros mayores dramaturgos. Es el autor español que más fama internacional ha alcanzado y el único que ha conquistado los escenarios internacionales. Además de sus obras, cabe destacar su decisiva experiencia como director de escena en la compañía teatral La Barraca.

De Lorca conocemos no sólo sus obras, sino también algunas declaraciones que hizo sobre el teatro en general y sobre el suyo en particular, como la progresión hacia un teatro más esencialmente humano. Para él, el teatro debía ser emoción y poesía. Creía que había que volver a la tragedia y que ya habría tiempo después para hacer comedia. Consideraba al teatro un medio de expresión para la edificación de un país y el barómetro que marca su descenso o grandeza.

El universo de Lorca está situado sobre el enfrentamiento entre dos fuerzas: el principio de la autoridad y el principio de la libertad.

Evolución de su Teatro

Las primeras creaciones de Lorca, tanto en teatro como en lírica, están marcadas por la influencia del Modernismo, lo que implica el dominio de lo lírico sobre lo dramático. En la década de los años 20 y el inicio de la siguiente, realizó una serie de obras inspiradas en las formas populares del teatro de títeres.

Durante los años 30, su deseo de experimentación lo llevó por dos caminos distintos: el teatro vanguardista próximo al Surrealismo y el teatro realista.

Comedias Irrepresentables

Obras vanguardistas son El público y Así que pasen cinco años. De complejo simbolismo es Poeta en Nueva York. Lorca las considera irrepresentables.

Obras que Retoman la Escenificación Clásica

Bodas de sangre, Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores y La casa de Bernarda Alba. Las cuatro tienen en común el tema de la marginación de las mujeres.

El Teatro Durante la Guerra Civil

La Guerra Civil no supuso la interrupción de la producción teatral. En las grandes ciudades bajo control del Gobierno republicano, continuaron representándose los mismos espectáculos de años anteriores. La propia dinámica de la guerra impulsó la creación de otros grupos teatrales que llevaban las obras de un lado a otro. Para estos grupos se escribía un teatro de circunstancias con fuerte contenido militante, conocido como teatro de urgencia.

Mucho menor fue la actividad teatral durante la Guerra Civil en la España nacional.

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