La Narrativa del Siglo XX hasta 1939
La Generación del 98
La Generación del 98 pone de manifiesto la angustia vital propia de la época de crisis que viven. Se impone la preocupación existencial, social y filosófica. La trama se centra en el mundo interior de un solo personaje del que se realiza un retrato introspectivo que permite conocerlo al detalle. Así, pues, la acción de la novela se rige por la lucha interna que sufre el protagonista y no tanto por los hechos externos al mismo. Además de la angustia vital, hay otros temas recurrentes como el de la preocupación por España y el de la historia, en la cual buscan las raíces del “alma española”.
En cuanto al estilo, los noventayochistas huyen del costumbrismo y la retórica antigua, por eso tienen un estilo sobrio, sencillo y natural. Son comunes el uso de palabras tradicionales, la técnica impresionista y los diálogos densos a través de los cuales los personajes exponen sus conflictos existenciales.
A pesar de estos rasgos comunes, cada autor tiene su individualidad. Entre ellos destacan: Valle-Inclán, Azorín, Unamuno y Baroja.
Valle-Inclán
Evoluciona desde el modernismo de sus Sonatas hasta el expresionismo degradente de sus esperpentos en los que deforma grotescamente la realidad con personajes fantoches, para retratar una sociedad sin las virtudes de la nobleza, valor, justicia, generosidad, etc., en otras como Tirano Banderas.
Azorín
Posee un estilo narrativo impresionista, con fuertes dosis de lirismo; una sintaxis nominal, una preferencia por la frase corta, el tiempo verbal suele ser el presente, hace un uso abundante del diálogo y una mínima acumulación de detalles. Cabe destacar su obra La Voluntad donde se describe la lucha interior de un personaje por encontrar el porqué de su existencia. En ella se refleja su peculiar visión de la vida, esa típica desazón existencial. En efecto, Azorín sentía una profunda melancolía por la fugacidad de la vida.
Unamuno
Dará a sus novelas un nombre nuevo, nivola, cambio de nombre que obedece a su afán renovador. Es el autor más intelectual. Busca la esencia española en el paisaje y la historia anónima de sus gentes (la intrahistoria). La angustia vital y los conflictos religiosos provienen de su imposibilidad de encontrar sentido a su existencia y a la de Dios. Él quiere creer pero no puede, al igual que le ocurre al protagonista de su obra San Manuel Bueno, mártir, cura que sin tener fe sigue ejerciendo como tal para que sus feligreses crean y vivan felices. Concebía la vida como una búsqueda incansable que es siempre amenazada por la muerte como fin de todo. En cuanto a su estilo, éste se caracterizaba por la parquedad descriptiva y la importancia de los diálogos, destacando por encima de la propia narración.
Baroja
Hombre solitario, pesimista y escéptico, mezcla en sus novelas el pesimismo y el vitalismo. Sus obras nos presentan el proceso de aprendizaje de la vida de sus protagonistas a través de la experiencia y el diálogo. En ellas utiliza una prosa rápida con preferencia por la frase corta y el párrafo breve. Destacan también sus descripciones con detalles significativos que producen la impresión de realidad. En conclusión, Baroja piensa que la novela es “un saco donde cabe todo”. Su extensa producción novelística puede dividirse en las trilogías “La lucha por la vida”, “Tierra vasca” y “La raza”.
Novecentismo
La narrativa del Novecentismo se caracterizaba por el antirrealismo y el antinoventayochismo. Los escritores defienden la pureza formal y estilística de sus obras que pretenden configurar un arte selectivo y minoritario. Poseen una sólida formación universitaria y un marcado talante liberal. Se decantan por una novela alejada del sentimiento; pretenden reflexionar sobre la inteligencia del hombre.
Gabriel Miró
Destaca por la sensibilidad, la musicalidad y el lirismo de su prosa hasta el punto de hacer de la acción algo secundario. Por tanto, cultiva una novela lírica. Nuestro padre San Daniel y El obispo leproso son sus obras maestras a través de las cuales vierte una mirada crítica. Ambas transcurren en Oleza.
Ramón Pérez de Ayala
Se caracteriza por su intelectualismo, lirismo, reflexión crítica, estilo retórico y academicista. Evoluciona de un relato autobiográfico a una novela intelectual. La novela se aproxima, por tanto, al ensayo. Obra: Belarmino y Apolonio.
Por otro lado, la influencia de las vanguardias se manifestó también en el campo de la prosa con autores como Ramón Gómez de la Serna, cuyas novelas se caracterizaban por la yuxtaposición de elementos anecdóticos, la ausencia de dramatismo y la presencia de situaciones absurdas y personajes extravagantes. Entre sus novelas destaca El torero Caracho que distorsiona la visión de la fiesta de los toros.
A finales de los años 40, la novela se politiza y encontramos los novelistas sociales de la posguerra.
En definitiva, la novela del siglo XX hasta 1939 se opone a la copia de la realidad y el barroquismo del realismo decimonónico.
El Teatro
1. El Teatro como Texto Literario
Como texto literario que es, desarrolla una historia que se presenta directamente a través de las palabras y las acciones de los personajes y debe ser contada en el breve tiempo de una representación.
Dicho texto, además, puede ser escrito en prosa o en verso. Por otro lado, en el texto dramático o teatral hay que distinguir el texto principal y el texto secundario.
a) El Texto Principal
Adopta diversas formas:
1. Diálogo
Es el verdadero soporte de la acción. Corresponde a las conversaciones que mantienen entre sí los personajes, que actúan alternativamente como emisores y receptores. Cada intervención aparece precedida por el nombre del personaje correspondiente. El diálogo puede ser de varios tipos:
- Diálogo narrativo: cuando un personaje relata a otros hechos que han sucedido fuera de escena, antecedente de una situación, reacciones de los implicados en un suceso, etc. Este tipo de diálogo era más frecuente en el teatro actual, pueden sugerirse con diversos recursos escénicos.
- Otras veces, el diálogo sirve para que unos personajes hablen de otros que no están presentes, permitiendo de esta forma que el lector o el espectador conozca mejor tanto a los que intervienen como a los aludidos.
- Pero el más propiamente considerado “diálogo teatral” es el que se produce entre los personajes que con sus réplicas y contrarréplicas hacen que el conflicto dramático alcance momentos sucesivos de tensión y distensión.
- Además, a través del diálogo, los personajes se describen a sí mismos al manifestar sus sentimientos, estados anímicos, etc.
2. Monólogo
Es el parlamento en el que un personaje expresa en voz alta sus pensamientos y sentimientos. El discurso no se dirige a ningún interlocutor, sino a sí mismo, acercándose al estilo del monólogo interior narrativo. Se utiliza en momentos en que la acción se concentra y gana intimidad.
3. Apartes
Son intervenciones breves, muchas veces cómicas, que un personaje formula de manera que parezca que los demás personajes no lo oyen, aunque sí el público.
Por otro lado, el texto principal puede presentar la siguiente división:
- Acto: unidad temporal y narrativa, marcada por la subida y bajada del telón. El teatro griego no conocía las subdivisiones en actos. Fueron los autores latinos, y sobre todo los renacentistas, quienes dividieron las obras en cinco actos: presentación, intensificación, clímax, declinación y desenlace. El teatro de Lope redujo el número de actos a tres: exposición, nudo y desenlace. El teatro moderno suele estructurarse también en tres actos. La distinción entre actos se suele señalar de diversas maneras: caída del telón, intervención del coro, cambio de luces, etc.
- Cuadro: parte del texto que está marcada por el cambio total o parcial del decorado.
- Escena: parte de la obra que viene determinada por la entrada o salida de actores.
b) El Texto Secundario
Está formado por acotaciones. Son indicaciones sobre aspectos de representación, pueden ser visuales y auditivos. No son pronunciadas por ningún personaje y aparecen al principio del drama, acto o intercaladas como aclaración.
2. El Teatro como Representación Teatral
Su fin es ser representado por actores ante unos espectadores. Los actores estarán organizados por un director y este transformará el texto escrito en un espectáculo. La escenografía es fundamental: sitúa la representación en un tiempo y espacio concreto, dentro de la escenografía se encuentra los decorados, vestuario, iluminación y sonido.
Los Principales Subgéneros Dramáticos son:
Mayores
- Tragedia
- Comedia
- Drama
Menores
- Auto sacramental: escrito en verso y tiene un solo acto. Temas religiosos.
- Sainete: pieza dramática cómica en un acto, que se presenta como intermedio de una función.
- Entremés: obra de carácter cómico que se presenta en el intermedio de dos actos de una obra extensa.
- Farsa: obra breve de carácter cómico y satírico.
- Ópera: obra dramática cantada de tema trágico.
El Teatro del Siglo XX hasta 1939
1. El Teatro Tradicional
El teatro tradicional se difunde a través de tres corrientes: el drama romántico, la comedia burguesa y el teatro cómico.
1.1 El Drama Romántico
El drama romántico es una mezcla de Romanticismo y Modernismo, ideológicamente muy conservador y tradicional, intentando rememorar el pasado glorioso español. Destacan:
- Eduardo Marquina, que también centró gran parte de su obra en la temática histórica (La leona de Castilla).
- Los hermanos Machado, cuyas obras están también inspiradas en personajes históricos como en Juan de Mañara, sobre el famoso “don Juan” sevillano.
1.2 La Comedia Burguesa
La comedia burguesa, llamada así porque Jacinto Benavente es su máximo cultivador, se caracteriza por sus ambientes de alta burguesía o campesinado acomodado. Es un teatro que no ahonda en las preocupaciones o prejuicios burgueses. Tras ser duramente criticado con El nido ajeno, donde reflejaba una situación opresiva de la mujer casada en una sociedad burguesa, Benavente optó por un teatro con una carga menos crítica y un teatro más conservador. Su mejor obra es Los intereses creados, comedia con influencias de la comedia dell’arte italiana, en la que dos pícaros fingen ser amo y criado para poder ascender en la escala social.
1.3 Teatro Cómico
Los Esperpentos
Su última etapa, la más lograda, es la de los esperpentos, donde destacan obras como Luces de Bohemia y Martes de Carnaval. El esperpento es una deformación sistemática de la realidad española, injusta y opresiva. Además, se produce una degradación de personajes mediante procedimientos como la animalización, la cosificación o la muñequización de los mismos.
2.2 Federico García Lorca
García Lorca impulsa el teatro total con el cual pretende llevar a cabo tres principios: depurar el teatro poético, incorporar las tendencias vanguardistas y acercar el teatro al pueblo. Para ello, creó una compañía de teatro universitario, La Barraca, con la que viajó por España. Por otro lado, incorporó a su espectáculo otros componentes como la música, la danza, la escenografía, configurando así un espectáculo total.
La obra dramática de Lorca puede agruparse en tres grandes bloques:
Primeras Piezas Teatrales
- El maleficio de la mariposa: obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa cuyo tema es la insatisfacción amorosa.
- Mariana Pineda: drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal.
- La zapatera prodigiosa y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín: obras trágicas sobre amores desgraciados.
- Los títeres de cachiporra: varias piezas breves de teatro de marionetas donde se desarrolla el conflicto autoridad/libertad.
Teatro Vanguardista: Las Comedias Imposibles o Misterios
Dio este nombre a las comedias surrealistas. La técnica surrealista le vale para explorar en los instintos ocultos del hombre. En El público defiende el amor como un instinto ajeno a la voluntad que se manifiesta de formas muy diversas y critica a una sociedad que condena a todo el que es diferente.
La Etapa de Plenitud
Escribe durante los años treinta obras teatrales que alcanzan el éxito comercial que tienen en común el protagonismo de las mujeres y la situación de marginación social.
Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias de aire clásico, en las que mezcla la prosa y el verso, maneja elementos simbólicos y alegóricos… En Bodas de sangre aparecen temas como el amor, la violencia, la muerte… Yerma aborda temas como la esterilidad, la opresión de la mujer. Las obras presentan la tragedia de toda persona condenada a la frustración en sus deseos más íntimos y a la marginación.
Otros Autores
Otros autores que también plantearon un teatro distinto son:
- Unamuno: desarrolló un teatro de ideas donde lo fundamental es el texto y el conflicto de los personajes, también refleja sus angustias existenciales.
- Jacinto Grau: que se dedicó exclusivamente al teatro y sus obras se interesan por grandes mitos o temas literarios. Su obra maestra es El señor de Pigmalión.
- Azorín: teatro onírico y lo fantástico.
- Y otros como Rafael Alberti o Miguel Hernández.