El Romanticismo español

1. Orígenes y desarrollo

Aunque las Noches lúgubres de Cadalso puede considerarse un antecedente, a España el Romanticismo penetró por Cádiz y Barcelona (El Europeo). Fue un movimiento súbito y efímero (1834-1850), que eclosionó al regresar los exiliados liberales, tras la muerte de Fernando VII.

2. Actitudes

Más que un movimiento artístico, el Romanticismo es una actitud ante la vida que:

  • Antepone los sentimientos a la razón, y ensalza la fuerza creadora de la imaginación.
  • Antepone la libertad individual a las leyes, y se declara partidario de la rebeldía.

Conlleva una actitud de insatisfacción, de desasosiego, y una huida de la realidad a través de la imaginación.

Ideológicamente ofrece dos variantes:

  • Conservadores: defienden las tradiciones, la monarquía y el cristianismo (Duque de Rivas, Zorrilla y Bécquer).
  • Liberales: defienden al individuo, las libertades democráticas y el progreso (Larra, Espronceda).

3. Temas

  • El yo y los sentimientos personales del autor (la libertad y el amor).
  • Lo castizo, lo genuino: asuntos, leyendas y tradiciones (frecuentemente medievales y barrocos), recogidos en novelas históricas, cuadros de costumbres y romances.
  • Temas exóticos, alejados de la realidad inmediata.
  • La ineludibilidad de la muerte, el más allá, la fugacidad del tiempo.

4. Escenarios

  • La Naturaleza en plenitud, en libertad, salvaje (en espejo del alma).
  • Cementerios, edificios antiguos y ruinas.
  • Lugares remotos y exóticos.
  • España se convierte en país romántico por excelencia: por su historia (lo musulmán), su literatura (romancero, Quijote, etc.) y su paisaje (seco y agreste).

5. Estilo

  • Vivo. Busca impresionar y sobrecoger al lector, trasladándole con energía los sentimientos del autor.
  • Antepone la espontaneidad y la inspiración a la perfección formal.
  • Recursos: exclamaciones, interrogaciones retóricas, hipérboles (exageraciones), metáforas, y abundante adjetivación.
  • Mezcla hallazgos expresivos con expresiones retóricas y artificiosas.

6. La poesía

Aportó una profunda renovación del lenguaje poético: rehabilitó el romance e inventó nuevas combinaciones métricas de gran musicalidad.

6.1. Poetas

  • Un verdadero romántico: Espronceda (bastante ampuloso y carente de sinceridad).
  • Dos románticos rezagados, pero auténticos: Bécquer (Rimas y Leyendas) y Rosalía de Castro (En las orillas del Sar, Follas novas); ambos son sinceros, intimistas y melancólicos.

6.2. Bécquer

Es un romántico «rezagado». Se educó en un ambiente refinado, conservador y culto: pintura, literatura y música, que le familiarizó con el folclore andaluz (coplas, peteneras, seguirillas, soleares, etc.).

Su temperamento le inclinaba a la tristeza y al pesimismo, pero sabía sobreponerse. Tuvo grandes amigos y fue un gran conversador. Su carácter enamoradizo le abocó a varios fracasos sentimentales.

Su producción puede reducirse a dos títulos: Rimas y Leyendas.

6.2.1. Las Rimas

Son unas ochenta composiciones, que giran sobre estos temas: la poesía y la creación literaria; el amor; el desengaño amoroso y el desengaño ante la fugacidad de la vida y la ineludibilidad de la muerte.

Combatió el tono elevado y grandilocuente de la poesía anterior y lo sustituyó por la expresión de los sentimientos íntimos con formas breves y sencillas que le conferían un aire de sinceridad. Esto hace de él el primer poeta moderno, claro precursor de Juan Ramón Jiménez y de la Generación del 27.

6.2.2. Las Leyendas

Son una veintena de breves relatos en prosa. Muchas recogen historias populares; otras son de su invención. Frecuentemente están ambientadas en lugares y épocas remotos, y nos introducen en el mundo de lo sobrenatural, lo misterioso (La cruz del diablo, El monte de las ánimas, El rayo de luna, El Miserere, El Cristo de la calavera, La corza blanca, Los ojos verdes, Maese Pérez el organista).

7. El teatro

Se rebelaron contra las normas neoclásicas y conectaron de nuevo con el Barroco. Propugnaron: la libertad (lugar, tiempo y de acción), la mezcla de géneros (lo trágico y lo cómico), de estilos y registros (lo sublime con lo chocarrero y vulgar), la mezcla de verso y prosa, de diferentes tipos de versos y estrofas, y la variación en el número de actos de las piezas (3, 5, 7).

El escenario y los recursos escénicos cobraron gran importancia para crear la atmósfera adecuada.

7.1. Personajes

  • El protagonista no es un arquetipo, genérico, sino un ser individual, cargado de virtudes, pero inclinado a los excesos, a la rebeldía y a enfrentarse a la sociedad, por la que suele ser rechazado.
  • La mujer adquiere la condición de heroína romántica: sufre y ama apasionadamente.

7.2. Obras

  • La conjuración de Venecia (Martínez de la Rosa).
  • Don Álvaro o la fuerza del sino (Duque de Rivas).
  • Los amantes de Teruel (Hartzembusch).
  • Don Juan Tenorio (Zorrilla) presenta un protagonista, creado por Tirso de Molina (en El burlador de Sevilla) y recreado por Espronceda (en El estudiante de Salamanca), que es un libertino, seductor, cínico, asocial y demoníaco, pero es capaz de redimirse por el amor de una mujer (Inés), capaz de morir de pena por él y de rogar a Dios por su salvación.

8. La narrativa

Se desarrolló en torno a tres subgéneros:

  • La novela histórica (Gil y Carrasco).
  • Los cuadros de costumbres (Mesonero Romanos y Estébanez Calderón).
  • La leyenda (Bécquer).

9. El ensayo periodístico

El periodismo, nacido de mano de los ilustrados en el siglo XVIII, se desarrolló con Larra, autor de numerosos artículos políticos, de costumbres y literarios.

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