La novela hispanoamericana y la Generación del 27

1. Novela anterior al siglo XX: Realismo y Regionalismo

El género novelístico tuvo un desarrollo tardío. En 1816, el mexicano José Joaquín Fernández de Lizardi publicó El Periquillo Sarniento, considerada la primera novela hispanoamericana. Obras románticas como María del colombiano Jorge Isaacs, o Amalia del argentino José Mármol, marcaron el inicio del protagonismo de la naturaleza hispanoamericana en la literatura. Los planteamientos modernistas dieron lugar a dos tendencias novelísticas: una preciosista, con novelas artísticas, y otra comprometida con la realidad americana, que produjo novelas de índole realista.

2. Primera mitad del siglo XX

Hasta los años 20, la novela hispanoamericana, siguiendo la influencia española, profundizó en sus tradiciones, surgiendo dos bloques temáticos: problemas político-sociales y las novelas de la tierra.

2.1. Novelas de problemática político-social

Las inmensas riquezas explotadas por extranjeros, con obreros indígenas mal pagados, y la presencia de dictadores surgidos de la oligarquía, fueron temas recurrentes en la novela. Un narrador omnisciente expone los hechos con fidelidad, sin intervenir en ellos. Encontramos dos vertientes:

  • Novelas de la Revolución Mexicana: La Revolución (1910-1920), con figuras como Emiliano Zapata y Pancho Villa, prometía cambios profundos que no se llevaron a cabo. La traición a estos ideales justifica el interés de los escritores, quienes, escépticos, se identifican con el pueblo marginado. Destacan Mariano Azuela (Andrés Pérez, Las moscas, Los de abajo, Los caciques) y Martín Luis Guzmán (La sombra del caudillo, La serpiente).
  • Novela indigenista: Denuncia los problemas de la sociedad indígena, con autores como Jorge Icaza (Barro en la sierra, Huasipungo), Alcides Arguedas (Raza de Bronce) y Ciro Alegría (El Mundo es ancho y ajeno).

2.2. Novelas de la tierra

Presentan la lucha desigual del hombre entre la civilización (progreso, cultura, dominio) y una naturaleza americana inmensa (la pampa, los Andes, la selva amazónica). Se divide en dos tendencias:

  • Novela regionalista: Iniciada con José Eustasio Rivera (La vorágine), destaca también Rómulo Gallegos (Doña Bárbara).
  • Novela gauchesca: Don Segundo Sombra, de Ricardo Güiraldes, presenta al gaucho como símbolo de libertad en una naturaleza poetizada, con una perspectiva añorante.

3. La superación del realismo

«La novela ya no sirve a la realidad; ahora se sirve de la realidad». Los temas son preocupaciones de alcance más universal. Se abandona la visión del narrador omnisciente. Se da una doble renovación:

  • Renovación temática: Junto a los grandes espacios naturales, aparecen los espacios urbanos; el tema de los sueños, tras el descubrimiento freudiano; la relatividad del tiempo; la indagación en la realidad del propio «yo», sin abandonar los temas sociales.
  • Renovación formal: Influencias del surrealismo, el existencialismo y las grandes renovaciones de europeos y norteamericanos.

3.1. El realismo mágico

La imaginación y la fantasía se hacen presentes en la novela hispanoamericana. La realidad hispanoamericana, de por sí maravillosa, ofrece elementos mágicos. Lo irracional se añade a la narración de hechos cotidianos con naturalidad. Destacan autores como Miguel Ángel Asturias (Leyendas de Guatemala, Señor presidente), Alejo Carpentier (El reino de este mundo, Los pasos perdidos, El siglo de las luces, La consagración de la primavera, Concierto barroco), Jorge Luis Borges (Ficciones, El Aleph, El hacedor, El informe de Brodie, El libro de arena, Historia de la eternidad) y Juan Rulfo (El llano en llamas, Pedro Páramo, El gallo de oro).

4. El «boom» hispanoamericano

En los años sesenta, surge con el objetivo de romper el bloqueo político-económico al régimen cubano. Un grupo de escritores (Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez), simpatizantes de la revolución castrista, creyeron que sería un buen ejemplo para sus pueblos. La política editorial española, para abrirse mercado en Latinoamérica, creó el Premio Biblioteca Breve. Esta corriente se caracterizó por tratar temas urbanos y existenciales, la búsqueda de identidad y la presencia de lo fantástico. Destacan autores como Ernesto Sábato (El túnel, Sobre héroes y tumbas, Abaddón el exterminador), Julio Cortázar (Bestiario, Las armas secretas, Rayuela), Carlos Fuentes (La muerte de Artemio Cruz), Mario Vargas Llosa (La ciudad y los perros, La tía Julia y el escribidor, La casa verde, Conversación en la catedral, La guerra del fin del mundo, Lituma en los Andes) y, sobre todo, Gabriel García Márquez (Cien años de soledad, La hojarasca, Isabel viendo llover en Macondo, El coronel no tiene quien le escriba, Los funerales de la Mamá Grande, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada, El otoño del patriarca, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera).

5. La Generación del 27

Poetas nacidos entre 1891 y 1905, conocidos como «Generación de la dictadura», «Generación de la Revista de Occidente» o «Nietos del 98». Luis Cernuda acuñó el nombre de «Generación del 27», por la fecha de aparición de obras importantes como Libro de poemas (Lorca, 1921) y Cántico (Guillén, 1928). Dámaso Alonso propuso «Grupo del 27», ya que ningún hecho los aglutinaba, salvo el tricentenario de la muerte de Góngora. No tuvieron un caudillo común. Sus componentes son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre. También se les llamó «Generación de la amistad», por sus contactos en la Residencia de Estudiantes, el Centro de Estudios Históricos y revistas como La Gaceta Literaria o Revista de Occidente.

6. Características del grupo

Tendencia al equilibrio entre extremos opuestos:

  1. Entre lo intelectual y lo sentimental.
  2. Entre una concepción casi mística de la poesía y una lucidez rigurosa en su elaboración.
  3. Entre la pureza estética y la autenticidad humana.
  4. Entre lo minoritario y la inmensa mayoría.
  5. Entre lo universal y lo español, tradición y renovación.
  6. En el ámbito estético: estética culta y veneración por las formas populares (Romancero y Cancioneros tradicionales).

7. Evolución o etapas del grupo

Según Dámaso Alonso y Luis Cernuda, se diferencian tres etapas:

  1. Hasta 1927: Tanteos iniciales con tonos becquerianos, rechazo del Modernismo e influjos vanguardistas. Juan Ramón Jiménez les condujo hacia la poesía pura, que originó un arte deshumanizado, contrarrestado con poesía popular (Marinero en tierra de Alberti, Libro de poemas de Lorca).
  2. Desde 1927 hasta la Guerra Civil: Cima y descenso de los ideales estéticos. Comunicación más íntima con el mundo y el lector. Con el Surrealismo, aparecen los sentimientos del hombre (amor, ansia de plenitud, problemas existenciales). Poesía humana y apasionada. Acentos sociales y políticos.
  3. Posguerra: Tras la Guerra Civil y la muerte de Lorca (salvo Aleixandre y Gerardo Diego), el grupo se exilia. Poesía testimonial, con nostalgia por la patria perdida y el desarraigo. El Premio Nobel a Vicente Aleixandre en 1977 confirmó la plenitud poética del grupo.

8. Innovaciones métricas

  1. Desechan metros y estrofas del Modernismo. Desarrollan el verso libre, por influencia de Juan Ramón Jiménez, el Surrealismo, César Vallejo y Pablo Neruda.
  2. Medidas y pausas variables. Importancia del ritmo, que surge de la reiteración de ideas (anáforas, paralelismos).
  3. Recursos métricos tradicionales: esquemas métricos, repeticiones sintácticas.

9. Autores

9.1. Federico García Lorca (1898-1936)

Personalidad vitalista con sentimiento de frustración. Fusión de lo culto y lo popular, la pasión y la perfección. Obras: Impresiones y paisajes, Libro de poemas, Canciones, Poema del Cante Jondo, Romancero gitano, Poeta en Nueva York, Diván del Tamarit, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

9.2. Rafael Alberti (1902-1999)

Participación política y exilio. Obras: Sobre los ángeles, Sermones y moradas, Poeta en la calle, De un momento a otro, Entre el clavel y la espada, Poemas del destierro y de la espera, Los ocho nombres de Picasso, Abierto a todas horas, La arboleda perdida.

9.3. Emilio Prados (1899-1962)

Tendencia a la reclusión. Obras: La voz cautiva, Andando, andando por el mundo, Llanto en la sangre, Cancionero menor para los combatientes, Jardín cerrado.

9.4. Manuel Altolaguirre (1905-1959)

Obras: Las islas invitadas, Poesía, Soledades juntas, Fin de un amor, Poemas de América.

9.5. Luis Cernuda (1902-1963)

Carácter solitario y gran sensibilidad. Temas: separación entre deseo y realidad, soledad, ansia de belleza, amor. Estilo: escapa de las «modas», tono coloquial. Obras: La realidad y el deseo, Perfil del aire, Égloga, elegía, oda, Un río, un amor, Donde habite el olvido, Invocaciones, Las nubes, Como quien espera el alba, Vivir sin estar viviendo, Con las horas contadas, Desolación de la quimera, Ocnos, Variaciones sobre un tema mexicano.

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