El teatro es un género literario que necesita ser representado para estar completo. Por lo que tiene dos fuertes condicionamientos comerciales:
- Por un lado, la necesidad de locales apropiados para la representación. En este periodo son de propiedad privada y están orientados hacia el negocio.
- Por otro lado, el público que en esta época asiste a las representaciones es mayoritariamente burgués y acomodado.
Estos dos condicionamientos traen dos consecuencias:
- Una consecuencia ideológica: la escasa crítica social y compromiso político de las obras que buscan el éxito comercial.
- Una consecuencia estética: casi inexistente innovación técnica en las obras que buscan el éxito comercial.
Debido a estos condicionantes y sus consecuencias nos encontramos con dos tendencias teatrales muy marcadas:
- Un teatro comercial, dirigido al público burgués, escasamente crítico y que aporta pocas novedades técnicas. Es la que triunfa en las salas teatrales.
- Un teatro innovador, que pretende ofrecer un nuevo tipo de obras, bien por su carga crítica, bien por sus innovaciones técnicas, o bien por ambas. Fue en su mayoría un fracaso comercial.
Teatro comercial: Formas teatrales
La comedia burguesa
Se encuadra dentro de la corriente realista-naturalista y su máximo representante es Jacinto Benavente. Algunas de sus obras fueron: El nido ajeno (1894), Comedias de salón, Los intereses creados (1907) y La malquerida (1913).
El teatro de humor
La comedia de costumbres
Es un género heredero de los entremeses del Siglo de Oro. Características principales: ambientación popular, historia amorosa, final feliz, humor y lenguaje sencillo. Autores destacados son Carlos Arniches y los hermanos Álvarez Quintero.
El humor renovador
Tendrán bastante éxito de público, pero los que renuevan la forma de hacer teatro humorístico serán aquellos que se basan en la utilización del lenguaje y las situaciones absurdas. Entre los autores más destacados se encuentra Enrique Jardiel Poncela.
Teatro de parodia
Imitación burlesca de obras «serias» de éxito. Destaca Pedro Muñoz Seca.
Teatro en verso
Se puso muy de moda. Algunas características son: la ideología conservadora y tradicionalista, estilo modernista y la imitación del teatro clásico español del siglo XVII. Autores más significativos: Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa.
Teatro innovador
Los autores, en la mayoría de los casos, fracasaron con sus obras.
El teatro de los autores del 98
Pretenden hacer un teatro que sirva como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales. Se trata de un teatro intelectual y complejo que enlazará con las tendencias filosóficas y teatrales más renovadoras del panorama occidental de la época. Intentarán romper con las formas realistas de la representación. Destaca Ramón Valle-Inclán.
Ramón Valle-Inclán:
Su obra teatral se agrupa en tres ciclos:
- El mito: Comedias bárbaras, Divinas palabras.
- La farsa: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza.
- Esperpento: Luces de Bohemia, Martes de Carnaval.
El esperpento es un intento de representar la realidad española, pero dando no una visión natural y real, sino presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca. Se presenta en el escenario un mundo insólito y sorprendente, para que el espectador lo relacione con su propia realidad cotidiana.
El teatro de los autores del 27
Se propusieron tres objetivos: incorporar elementos vanguardistas que rompieran con la representación realista, acercar el teatro a la población para que no fuera un género exclusivo de las clases altas e incorporar la poesía al teatro. Los autores más destacados fueron Max Aub, Rafael Alberti y Federico García Lorca.
Federico García Lorca (1898-1936)
Es el mejor representante de la tendencia teatral de esta generación. Sus obras se siguen representando en la actualidad y con el mismo éxito.
En sus obras presta una especial atención al mundo femenino, así como a la frustración amorosa o al amor imposible. Sus primeras obras están escritas bajo la influencia de autores modernistas como Villaespesa o Marquina, de los cuales toma los siguientes elementos:
- Distribuye el argumento en estampas.
- Detiene el desarrollo argumental para introducir elementos líricos y pequeños poemas.
- Le da a su teatro un carácter popular basado en la ambientación rural.
- Influencia del teatro clásico español del que toma la fusión de la música, la representación, la danza, etc.
Fundó la compañía teatral «La Barraca» en 1931. Con ella se propuso dar a conocer el teatro clásico español en ciudades y pueblos.
1ª Etapa: inicial
Comienza su obra teatral con El maleficio de la mariposa (1920), obra que supuso un gran fracaso. Lorca escribe farsas dirigidas a la representación con marionetas o guiñoles: Los títeres de Cachiporra, Retablillo de Don Cristóbal (1931), El amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín (1929) y la mejor de ellas: La zapatera prodigiosa (1930).
2ª Etapa: plenitud
Se desarrollan en la tierra natal del autor (Granada): Mariana Pineda (escrita en 1923, drama de la heroína granadina que murió ajusticiada un siglo antes por bordar una bandera liberal). Doña Rosita la soltera (1935) es la tragedia de la frustración por el paso del tiempo, Bodas de sangre (1933) narra el amor imposible por causas sociales, Yerma (1934) se centra en la frustración por la maternidad insatisfecha de la protagonista y La casa de Bernarda Alba (1936). Se trata de su obra maestra, inspirada en un suceso real (al igual que Bodas de sangre). En ella se retoma el conflicto entre la autoridad y el ansia de libertad. Toda la obra se desarrolla en un espacio cerrado y único: la casa familiar, que es la cárcel en la que viven las hijas de Bernarda.