La Ilustración. Siglo XVIII
El siglo XVIII se inicia bajo la influencia de la Ilustración, movimiento racionalista que supone una revisión crítica de las ideas y valores imperantes hasta entonces. Un excelente vehículo de difusión de las ideas ilustradas fue la Enciclopedia. Los ilustrados consideraban que las reformas impuestas desde el poder mediante leyes o decretos conducían al progreso y que ello comportaría la justicia y la felicidad de los pueblos. Este dominio de la razón se quebró con la Revolución Francesa en 1789.
Sociedad y Cultura
En el terreno de las ideas y la cultura se produce la mayor renovación. Se valora la ciencia y la filosofía. Se difunden ideas sobre el bienestar social que aspiran a mejorar la organización de la sociedad. Los descubrimientos científicos ayudarán mucho: la vacuna, la máquina de vapor…
Aparece el concepto de filantropía o humanitarismo, es decir, amor al ser humano.
Las artes, según los ilustrados, han de ser un vehículo de las nuevas ideas y su objetivo es ser útil y didáctica para la sociedad, contribuir a su mejora y modernización; es lo que se conoce como utilitarismo. Se dará una gran importancia a las instituciones públicas. Así, desde el poder se fundan y gestionan academias, teatros, museos, etc.
La Estética. El Neoclasicismo
El estilo estético del siglo XVIII es el Neoclasicismo. Este arte aspira a ser elegante, simple y razonable. Es didáctico y sigue las normas clásicas. En el arte y la literatura, se revalorizan el Renacimiento y se rechaza el Barroco y la Edad Media.
El Neoclasicismo se impuso con distinta intensidad en cada país. En las últimas décadas del siglo, aparece una nueva sensibilidad, más sentimental y emotiva que se conoce como prerromanticismo. Esta nueva corriente huye de la estética neoclásica y sus normas y reivindica la primacía de los sentimientos sobre la razón.
La Lengua
Se critica la lengua del barroco, llena de complicaciones retóricas. Se apuesta por un lenguaje sencillo, claro y conciso. Por influencia francesa se incorporan múltiples galicismos, lo que provocó críticas entre los sectores más puristas.
La Literatura Española en el Siglo XVIII
El Neoclasicismo y la influencia del pensamiento ilustrado provocan el auge de un género poco cultivado hasta ahora: el ensayo. Se distinguen tres periodos:
- Posbarroco: se desarrolla durante la primera mitad de siglo. No aporta nada nuevo. Se repiten temas y formas del siglo anterior. Su influencia se ve en todos los géneros.
- Neoclasicismo: se consolida en la época de Carlos III (1759-1788) con el auge de las ideas de los ilustrados.
- Prerromanticismo: se insinúa en las dos últimas décadas, donde aparecen dosis de subjetivismo y emotividad.
La Poesía (Lírica)
- Poesía neoclásica: valoran la poesía didáctica y utilitaria, por tanto se cultivan la oda, la sátira, y sobre todo la fábula. La fábula será el género didáctico por excelencia en el que destacan Tomás de Iriarte y Félix María de Samaniego.
- Poesía prerromántica: plantea temas metafísicos, pedagógicos o sociales con un tono de intensa emotividad. Es cultivada por J. Meléndez Valdés entre otros.
La Prosa
Como en otros géneros, encontramos prosa posbarroca, neoclásica y prerromántica. Pero lo más significativo es el desarrollo del ensayo, con Feijoo y Jovellanos, que emplean un nuevo lenguaje natural, preciso y funcional. En la narrativa, el novelista más representativo es Cadalso.
El Teatro en el Siglo XVIII
El teatro vivió una época convulsa, ya que se produjeron polémicas entre los partidarios del teatro barroco y los defensores del teatro ilustrado.
Los ilustrados defendían un teatro didáctico y verosímil, pero al público seguía gustándole las obras barrocas y posbarrocas. Los ilustrados y neoclásicos rechazan el teatro barroco porque no se respeta la regla de las tres unidades (de lugar, tiempo y acción) que aporta realismo a la obra. Tampoco les gustaba la falta de didactismo, la violencia y la inmoralidad de los contenidos, ya que abundan las muertes, raptos, violaciones y duelos. Se prohibió la representación de los autos sacramentales, lo que provocó reacciones airadas.
- Teatro posbarroco: la comedia posbarroca triunfa durante la primera mitad de siglo. Se imita sobre todo la comedia de capa y espada. Aparece en escena la magia, los monstruos… con una sorprendente escenografía.
- Teatro neoclásico: destaca Leandro Fernández de Moratín.
- Teatro prerromántico: el sentimentalismo romántico aparece en algunos autores que se habían iniciado en el neoclasicismo. Por ejemplo, Jovellanos con la obra El delincuente honrado.
Leandro Fernández de Moratín (1760-1828)
Es el dramaturgo más sobresaliente del teatro neoclásico, aunque también escribe poesía y prosa.
Pretende educar con sus obras al espectador y critica algunas costumbres sociales como hace en sus obras: El viejo y la niña y El sí de las niñas.
La Celestina: Personajes
- Celestina: Vieja con un pasado difícil, era prostituta y en la obra manipula a todos, intenta sacar tajada del amor entre Calisto y Melibea, muere asesinada por los criados de Calisto al no querer dar el dinero que les correspondía.
- Calisto: Joven acomodado, tiene una buena situación económica, tiene como criados a Pármeno y a Sempronio, pero posteriormente tendría a Sosia y a Tristán, es inseguro y lo único que pretende es conseguir el amor de su amada Melibea, no tiene confianza en sí mismo.
- Melibea: Muy humana, rechaza, duda, vacila, teme por su honra y por agraviar a sus padres, pero se entrega al amor y disfruta con mucha pasión. No es una mujer ingenua, y se nota que es sincera en el amor.
- Pármeno: Sólo entiende el amor como algo físico, no espiritual. En la obra padece un cambio de comportamiento muy importante, pasa de ser un criado fiel a ser cínico y desleal, cuya única importancia es el dinero y el placer sexual. (Criado de Calisto)
- Sempronio: Resentido, ambicioso, cobarde, tiene completa aversión a las mujeres. (Criado de Calisto)
- Elicia y Areusa: Dos jóvenes prostitutas, instrumentos de la malvada Celestina.
- Padres de Melibea: Ingenuos, confiados en la educación que han dado a su hija.
- Alisa: Cierto orgullo, soberbia por su riqueza y su posición social. Autoritaria.
- Pleberio: Cálidamente humano. Ama a su hija con ternura, comprensivo, no autoritario.
- Lucrecia: Criada de Melibea, odia a su amado Calisto.
- Sosia y Tristán: Criados de Calisto que aparecen en la obra después de la trágica muerte de Pármeno y Sempronio. Estos dos criados le sirven de gran ayuda a Calisto.