1. La Situación del Español en la Red
El español se enfrenta a determinados riesgos como su escasa presencia en Internet, que lo sitúa detrás del inglés, alemán, japonés o el chino. Y este campo hay que trabajarlo porque en un mundo globalizado, la lengua se ha convertido, en cuanto símbolo de una comunidad cultural, en un valor económico. La tecnología es el gran reto de nuestra lengua de cara a aumentar su difusión en el mundo. Esta es la meta que tendrá que alcanzar nuestra lengua.
La causa de la escasez de páginas web en castellano es de origen económico; haría falta un incentivo para incluir contenidos propios en la red y muchos países hispanoamericanos no disponen de fondos. Es imprescindible la ampliación de infraestructuras que aseguren el suficiente ancho de banda para la transmisión a alta velocidad. Las redes de banda ancha que soportan sonidos, datos e imágenes en sus diferentes modalidades (cable ADSL, satélite o radio) deben llegar a todos los hispanohablantes cuanto antes y a un precio asequible, adaptándolo a las situaciones socioeconómicas de cada país.
Si el acceso a Internet se extiende, llegando a convertirse en algo habitual, la demanda de contenidos en español crecerá de forma vertiginosa y con ella surgirán nuevos productores de información dispuestos a cubrir esa demanda. Si queremos crecer en las redes, deberíamos crear herramientas digitales propias para manejar el español, en vez de pagar por usar las ajenas y así frenar el monopolio del inglés. En este sentido trabajan la AHCIET y el Instituto Cervantes. Sus objetivos principales son:
- El Plan de actualización del español en la sociedad de la información.
- La creación de un buscador panhispánico que localice contenidos en español.
2. La Lengua Española de Internet
Las nuevas tecnologías ejercen una influencia clara en el código. El desarrollo de la informática, la telefonía móvil e Internet han favorecido la difusión de extranjerismos, nuevas formas de expresión y la aparición de nuevas palabras. El español se halla invadido por anglicismos, palabras y siglas. El campo léxico-semántico se ve muy afectado por el lenguaje informático y algunos de los fenómenos que se producen son:
- Algunas palabras adquieren nuevas acepciones: navegar, red, bajarse, descargar, internauta, se visitan sitios, hay portales, gusano, virus.
- Se introducen extranjerismos: web, chip, hardware, software, chat.
- Se introducen siglas, acrónimos y signos: bit, www, PC.
- Se crean nuevas palabras con prefijos procedentes del mundo informático como ciber, hiper… También hay sufijos utilizados para formas palabras nuevas.
Uno de los problemas que surgen es la cuestión del género y el número de determinadas palabras. Así, la palabra Internet se presenta como ambigua en cuanto al género porque puede aparecer con el artículo en femenino (la Internet) o en masculino (el Internet).
El Subcódigo de Internet
El código utilizado en los mensajes ha sufrido modificaciones, de tal manera que podemos hablar de un subcódigo propio de los usuarios de Internet. La lengua que se usa en Internet se caracteriza por ser un nivel informal y muy cercano a la lengua oral. Escribir en un soporte electrónico no provoca en el emisor el mismo grado de responsabilidad que cuando escribe ante un soporte convencional. Predomina el interés por el contenido y el descuido de la forma. En el chat se utilizan:
- Recursos propios de la función apelativa y expresiva como vocativos, imperativos, interrogaciones, interjecciones, etc.
- Al tratarse de un género intermedio entre lo oral y lo escrito, abundan las frases entrecortadas, incompletas y las elipsis de información.
- La sintaxis tiende a ser sencilla; hay menos conectores de los usuales.
- El léxico incluye términos de la jerga juvenil.
- La necesidad de suplir la falta de contacto visual ha llevado al desarrollo de un nuevo sistema de ‘símbolos de expresión’.
3. Instituciones al Servicio del Español en la Red
La institución más importante para el cuidado y difusión del español es la RAE. La Academia dispone de una página web en la que disponemos de información, al tiempo que podemos consultar el Diccionario de la Lengua Española, el Diccionario Panhispánico de Dudas y otros recursos de interés como son el CREA y el CORDE, que pasamos a explicar:
- El CREA (Corpus de Referencia del Español Actual) contiene textos escritos en español contemporáneo, recogidos desde 1975 hasta la actualidad. Los textos escritos se obtienen del escaneado de libros y de la prensa y los textos orales se obtienen de la radio, de la televisión.
- El CORDE (Corpus Diacrónico del Español) contiene textos de todas las épocas, desde el primitivo romance hasta 1975.
Otra institución muy importante para la enseñanza y la difusión del español en el mundo es el Instituto Cervantes.
Importancia del Español en la Red
Debido a causas principalmente económicas, la información en Internet en lengua española es tan solo de un 5%. Posiblemente, la solución a esta situación sería la creación de un software de libre acceso en castellano que pudiera frenar el monopolio inglés. Aun así, en los últimos años, se han multiplicado por ocho el número de dominios “.es” al tiempo que se han aceptado grafías como “ñ” o “ç” y nombres como “España” y “español”.
Conclusión
Nuestra lengua vive su momento de máximo empuje histórico, precisamente cuando un instrumento como Internet puede consagrarla como segunda lengua occidental a todos los efectos. El gran error de nuestra lengua sería el que se quedase reducida al ámbito de lo literario y no participara de la emergente sociedad del conocimiento y en la nueva economía. Las lenguas ya son una industria y el peso de una lengua ya no depende de su producción literaria, su legado histórico o su número de hablantes, sino de su representación económica basada en criterios de industria, ciencia y técnica. También señala que los peligros de una lengua proceden de que pierda funciones para tal o cual campo del pensamiento, de la actividad empresarial, de la ciencia, de la técnica, de las comunicaciones.
Las Variedades Socioculturales
Introducción
El ser humano se relaciona continuamente con los demás. En esas relaciones, la lengua es el vehículo principal de comunicación y, por tanto, debe adecuarse a la realidad social de sus hablantes. La sociedad presenta una gran variedad. Y esa variedad se refleja en la lengua. Los continuos cambios dan lugar a nuevas necesidades comunicativas a las que la lengua debe dar respuesta. La aparición de términos como teletienda, videojuegos, airbag… refleja la adaptación de la lengua a las nuevas realidades que surgen en la sociedad.
Las Variedades Socioculturales
Las variedades socioculturales de la lengua (sociolectos) se estudian dentro de las variedades diastráticas. Recordemos que existen tres variedades lingüísticas: las diatópicas, relacionadas con la diversidad geográfica; las diafásicas, relacionadas con la situación comunicativa del hablante y el oyente; y las diastráticas, relacionadas con la distribución y la estratificación social de los hablantes. La diversificación de los sociolectos de una lengua viene determinada por causas sociales y culturales, entre ellas señalamos:
A. El Hábitat
El lenguaje rural es más relajado en la entonación, menos cuidado en la pronunciación y más conservador en el léxico. Por otro lado, se encuentra el lenguaje urbano, que es más renovador. También destacamos el lenguaje de los inmigrantes que suelen agruparse en las grandes ciudades según su procedencia geográfica y constituyen lo que pueda llamarse un dialecto de barrio.
B. La Edad
La edad también determina los hábitos lingüísticos de los hablantes. Por ejemplo, los usos lingüísticos de los adolescentes son un reflejo de su actitud de rebeldía hacia lo establecido. No emplean la lengua igual los niños, los adolescentes y los adultos.
C. El Sexo
Los estudios recientes demuestran que cada vez hay menos diferencias entre la forma de hablar de los hombres y de las mujeres, por lo que ‘el sexo’ dejará de ser una constante determinante. Pero lo cierto es que hasta hace muy poco, los hombres y las mujeres mostraban diferencias al hablar; así, el lenguaje de las mujeres era más cuidado.
D. El Nivel Sociocultural
El nivel cultural del hablante es el factor que más contribuye a un uso distinto de la lengua. Junto a esto, la clase social a la que pertenece condiciona en gran medida la forma de hablar de cada individuo.
Los Niveles del Lenguaje
Podemos distinguir las siguientes variedades o niveles del uso de la lengua: nivel culto, nivel coloquial, nivel vulgar y nivel formal, medio o estándar.
Nivel Culto
Es propio de las personas instruidas y de gran nivel cultural. Es el nivel más preciso, pero sólo se utiliza en contextos formales: conferencias, charlas… Sus características fundamentales:
- Corrección fonética y gramatical.
- Sintaxis elaborada con uso de subordinadas.
- Un léxico muy rico.
A esto se le une la capacidad de abstracción; habla de términos abstractos con facilidad. Cuida la belleza formal del texto.
Nivel Coloquial
Es el que se usa en el ámbito de la vida cotidiana: con la familia, los amigos, en el trabajo…, no en actividades intelectuales o culturales. Es propio tanto de las personas instruidas como de las que tienen un nivel medio de competencia lingüística. Sus características fundamentales:
- Espontaneidad, dinamismo y expresividad.
- Es comprensible para la mayoría de los hablantes.
- Abundan las interjecciones.
- Los elementos se ordenan en la oración en función de las palabras que se quieren resaltar.
Nivel Vulgar
Es utilizado por las capas más modestas y, sobre todo, peor escolarizadas de la sociedad. Un hablante de este nivel no es capaz de cambiar de registro, ni de adecuar sus mensajes a distintos tipos de receptor. Sus características fundamentales:
- Los hablantes de este nivel utilizan una serie de particularidades lingüísticas que se conocen como vulgarismos y que alteran las normas de la lengua en sus distintos niveles.
Nivel Formal, Medio o Estándar
Es el nivel que respeta la norma y las instrucciones de la Real Academia de la Lengua. Es lo que se toma como modelo a seguir. Su uso lo encontramos en los medios de comunicación y en los libros de texto.
El Registro: Concepto y Clases
Llamamos registros lingüísticos a los distintos niveles de uso del idioma que dependen, principalmente, de la formación cultural del hablante y del contexto comunicativo en que se produce la comunicación. Es evidente que cada situación comunicativa requiere un registro idiomático propio. Nosotros tenemos que adecuar nuestro modo de expresarnos, nuestro lenguaje, a cada circunstancia. Este uso individual que cada hablante hace de su lengua en cada situación da lugar a las variedades diafásicas, que no son más que la elección que el hablante realiza para adecuar su lenguaje. Así, por ejemplo, nosotros no vamos a elegir la misma forma de expresarnos para hablar con nuestros amigos un sábado que para hablar con el director de una empresa.
Hay diversos factores que condicionan nuestra forma de hablar en cada situación:
- El receptor: la relación existente entre el receptor y el emisor es determinante en la selección de los elementos lingüísticos. No vamos a hablar igual con nuestros amigos que con nuestros abuelos.
- El canal empleado: hay una diferente actitud y expresión cuando escribimos y cuando hablamos.
- El tema: no es igual hablar sobre cosas de la vida cotidiana que de la teoría de la subordinación.
- El ambiente: el factor espacio-temporal también es fundamental, pues si estamos con nuestros amigos en un bar un sábado, no vamos a expresarnos igual que si estamos con nuestros mismos amigos en un funeral.
Clases de Registros
Podemos distinguir dos registros:
- Registro formal: es el que empleamos en situaciones en las que predomina la preocupación por seleccionar la forma correcta. Es el que predomina en los ámbitos especializados: científico, literario, técnico… Se caracteriza por utilizar un lenguaje cuidado en todos los planos.
- Registro informal: es el que empleamos en situaciones de comunicación relajadas como las familiares o amistosas. Se caracteriza por ser directo y espontáneo; no estamos pendientes de la norma lingüística y prima la expresividad.
Teatro Español: Introducción
El desarrollo del teatro español durante el primer tercio del siglo XX ofrece una clara dicotomía. De una parte, un teatro que triunfa porque goza del favor del público burgués y de unos empresarios atentos a sus gustos. De otra parte, repetidos intentos de renovación que se estrellan contra las barreras comerciales o con el gusto establecido. Valle-Inclán y Lorca se alzan como las dos cumbres indiscutidas.
Visión de Conjunto
Pesan sobre él unos condicionamientos comerciales muy fuertes: predominan los locales privados, cuyos empresarios han de tener muy en cuenta los gustos del público de la sala. Esto tiene consecuencias en dos terrenos. En lo ideológico, por una parte, son escasas las posibilidades de un teatro que vaya más allá de donde puede llegar la capacidad de autocrítica del público. En lo estético, habrá fuertes resistencias ante las experiencias que se salgan de las formas tradicionales: a las nuevas tendencias les será mucho más difícil llegar a los escenarios. Así se explica que el teatro español del primer tercio del siglo XX se reparta en dos frentes:
El Teatro que Triunfa
En esta línea se sitúan:
- Una comedia burguesa, con Benavente y sus seguidores, en la que hay atisbo de crítica social.
- Un teatro en verso, neorromántico y con aportaciones formales del Modernismo. Destacan: Eduardo Marquina, Francisco Villaespesa y los hermanos Machado.
- Un teatro cómico, con predominio de un costumbrismo tradicional.
El Teatro que Pretende Innovar
Sea aportando nuevas técnicas, sea adoptando nuevos enfoques ideológicos, o ambas cosas a la vez. En esa dirección se hallan:
- En la primera generación, las experiencias teatrales de algunos noventayochistas o coetáneos. Caso especial es el de Valle-Inclán.
- Más tarde, nuevos impulsos renovadores, debidos a las vanguardias y a la generación del 27. La obra de Lorca será síntesis y cima de las inquietudes teatrales del momento.
El Teatro que Triunfa
La Comedia Benaventina
Jacinto Benavente es la figura más representativa de las posibilidades y limitaciones del momento. Tuvo un comienzo audaz con El nido ajeno (1894), sobre la actuación opresiva de la mujer casada en la sociedad burguesa. Un renovador del lenguaje teatral. Pero la comedia fue un fracaso: tuvo que retirarse del cartel ante la indignación del público. Se vio entonces Benavente ante el citado dilema: mantener la carga crítica y verse rechazado o aceptar los límites impuestos y limar asperezas. Escogería lo segundo. Sus obras siguientes: entre otras, Rosas de otoño (1905)… Sigue retratando a las clases altas, con sus hipocresías y convencionalismos; no sólo es tolerado, sino cada vez más aplaudido.
Sus obras se mantenían en la línea de la llamada “comedia de salón”, salvo excepciones. La excepción más notable es Los intereses creados (1907), su obra maestra, deliciosa farsa que utiliza el ambiente y personajes. También intentó el drama rural. Su mayor éxito sería La malquerida. En conclusión, resumimos que el teatro de Benavente compone una crónica, casi siempre amable, de las preocupaciones y los prejuicios burgueses, por medio de una suave ironía y que gozó del favor de su público habitual, la burguesía.
El Teatro en Verso
“Teatro poético” combinaba resabios posrománticos con rasgos de estilo modernista. Exaltan hechos del pasado (mitología hispánica). De esta línea destacan:
- Francisco Villaespesa (1877-1936) es autor de poemarios de un modernismo fácil y superficial. La leona de Castilla.
- Eduardo Marquina (1879-1946) alternó también la lírica y el teatro. Las hijas del Cid. Dentro del teatro en verso cabe situar las obras escritas por los hermanos Machado. También se inspiraron en personajes históricos como en Juan de Mariana. Otras obras son de tema moderno, como La Lola se va a los puertos.
El Teatro Cómico
El teatro cómico se divide en los siguientes géneros:
- Obras con música: la opereta, la revista y el vodevil.
- Obras sin música: el juguete cómico, el sainete y el astracán.
Entre estos géneros triunfa el sainete. Los hermanos Álvarez Quintero. Para ellos todo el mundo es bueno y reina la gracia salerosa. De su extensa producción, sobresalen los sainetes y “juguetes cómicos en un acto” o ciertas comedias.
Carlos Arniches ha merecido mayor interés de la crítica. Algunos títulos: El santo de la Isidra. Su otra vertiente, dominante, es lo que él llamó “comedia grotesca”. Son obras en las que se funden lo risible y lo conmovedor, con una observación de costumbres más profunda y una actitud crítica ante las injusticias. Ejemplo de ello es La señorita de Trévelez. La visión social alcanza cierta agudeza en Los caciques.
En un nivel inferior de calidad situemos el género cómico “astracán”, cuyo creador es Pedro Muñoz Seca. Son piezas descabelladas, sin más objetivo que arrancar la carcajada, pero no puede olvidarse un título como La venganza de Don Mendo.
Algunas Tentativas Renovadoras
Unamuno (Teatro Desnudo)
Cultivó el teatro para presentar los conflictos humanos que le obsesionaban. No era un teatro que podía triunfar. Destaquemos dos títulos: Fedra y El otro.
Azorín (Antirrealismo)
Hizo tardíamente unos experimentos teatrales que iban en la línea de lo irreal y lo simbólico. Por ejemplo (La arañita en el espejo, El segador), unidas por el sentimiento de angustia ante la muerte. Luchó por un teatro antirrealista.
Jacinto Grau
Constituye un caso aparte. Se dedicó exclusivamente al teatro, un teatro “distinto”, denso, culto, que despertó interés en el extranjero, pero fracasó en España. Su obra, poco extensa, se interesa especialmente por grandes mitos o temas literarios. Su obra maestra es El señor de Pigmalión.
Ramón Gómez de la Serna
Escribió piezas polarmente distantes de lo que se podía ver en las tablas y que, en su mayoría, se quedaron sin representar. Compuso obras como La utopía, El laberinto.
Valle-Inclán (Teatro en Libertad)
En su trayectoria dramática se observa una constante voluntad de renovación formal y temática y una pretensión de romper con el teatro de su época. Inicia su andadura en el Modernismo en obras como El marqués de Bradomín. Después continúa con dramas de ambiente galaico: Divinas palabras. Todas ellas están relacionadas por sus temas, personajes y atmósferas, significado, y se localizan en una Galicia mítica, intemporal. También cultivó cuatro farsas: como La marquesa Rosalinda. En sus farsas introduce personajes de farándula, el uso de disfraces y el teatro dentro del teatro.
La producción dramática de Valle culminó en el esperpento. Él mismo denominó así a cuatro de sus obras: Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán (Martes de carnaval). La realidad es destruida de forma sistemática, transformando por completo su imagen aparente y revelándola tal y como es. Es una deformación estética de la realidad.
El Teatro en la “Generación del 27”
Tres facetas destacan en la dramática de la generación: a) una depuración del teatro poético; b) la incorporación de las formas de vanguardia; y c) el propósito de acercar el teatro al pueblo. Estas facetas pueden confluir, en ocasiones: el ejemplo máximo es García Lorca.
Rafael Alberti había estrenado antes de la guerra dos obras muy distintas. Una, El hombre deshabitado, de tipo surrealista. Alberti seguirá cultivando un teatro político, cuya obra más importante es la posterior Noche de guerra en el Museo del Prado.
Alejandro Casona es un dramaturgo puro. La dama del alba…
Max Aub es un importante dramaturgo. Su tema central es la incapacidad del hombre para comprenderse, para comprender la realidad y para comunicarse: obras como Una botella.
Federico García Lorca y el Espectáculo Total
Lorca creó el verdadero teatro poético. Sus primeros dramas están emparentados con el texto modernista: El maleficio de la mariposa. Le siguen las composiciones imposibles: El público, en la que se observa la influencia del surrealismo. Terminamos con tragedias y dramas. Las tragedias lorquianas se desarrollan en un ambiente rural en el que las fuerzas naturales imponen un destino trágico. En estos dramas, el argumento tiene escasa importancia. La casa de Bernarda Alba.
La Narrativa Española de 1936 a 1975
1. Introducción
La novela española de la posguerra arranca con la pérdida de numerosas referencias literarias, motivada por diversas razones: la muerte de algunos escritores (Unamuno, Valle…) y el exilio de otros (Sender, Aub, Ayala…), la censura y la imposibilidad de importar textos de autores extranjeros, Malraux y Hemingway. Después de la Guerra Civil, los narradores retomaron los modelos de la narrativa realista de autores como Galdós o Baroja. Se rompió así la continuidad con la línea de vanguardismo y experimentación iniciada en las décadas de preguerra. Desde el punto de vista del contenido, en la novela de posguerra apareció pronto la actitud de compromiso con la realidad. La censura fue una circunstancia omnipresente en la inmediata posguerra y también en la década de los cincuenta, en la que se mantuvo una novela de contenido social y de crítica al régimen imperante. Hacia los años sesenta, el contenido dejó de ser fundamental y los autores empezaron a preocuparse más por la forma de narrar.
2. La Década de los 40: La Inmediata Posguerra
Se da un ambiente de desorientación cultural y sólo la obra de Galdós y Baroja parecen servir de ejemplo. Se cultivaron otras líneas: la novela psicológica, la poética y simbólica, la novela fantástica y de humor. Se intentaba así la superación del realismo tradicional con una visión desencantada y escéptica.
Tres fechas suelen señalarse como indicios de un nuevo arranque del género:
- 1942 con La familia de Pascual Duarte de Cela.
- 1945 con Nada de Carmen Laforet.
- 1947 La sombra del ciprés es alargada de Miguel Delibes.
Cela, con su agria visión de la realidad, inauguró una corriente que se llamó tremendismo y que consistía en una selección de los aspectos más duros de la vida. El reflejo amargo de la vida cotidiana. Su enfoque se realiza desde lo existencial. De ahí que los grandes temas sean la soledad, la inadaptación, la frustración, la muerte… Es sintomática la abundancia de personajes marginales y desarraigados, o desorientados y angustiados. Todo ello revela el malestar del momento. Destacamos a García Serrano que canta la victoria militar en novelas como La fiel infantería.
En cuanto a la actividad en el exilio, los novelistas exiliados desarrollaron su obra de formas diversas: desde el realismo tradicional hasta el vanguardismo. Abordaron temas de contenido social y de recuperación de la realidad española. Entre los novelistas citamos a Ramón J. Sender, Arturo Barea y a Rosa Chacel.
3. La Novela de los Años 50: El Realismo Social
De la angustia existencial pasamos a las inquietudes sociales. La novela social será la tendencia dominante entre 1951, fecha de La colmena de Cela. Los rasgos propios de esta tendencia son: