La Generación del 27
Características, Autores y Obras Principales
La Generación del 27, un grupo de escritores y poetas que se dieron a conocer a partir de 1920, surge durante la vigencia de las grandes figuras del 98, la Vanguardia (introducida por Gómez de la Serna) y el Novecentismo. De las vanguardias, el Surrealismo fue la que más les influyó. El homenaje a Góngora en el Ateneo de Sevilla en 1927 unió a estos autores, cuya producción lírica es una referencia literaria internacional.
Características Fundamentales
Los miembros de este grupo comparten cuatro aspectos fundamentales:
- Rasgos generacionales: Edad similar, formación intelectual semejante (cultos y cosmopolitas), actividades comunes en la docencia y revistas literarias, y figuras influyentes como Góngora, Juan Ramón Jiménez y Ramón Gómez de la Serna.
- Influencias estéticas: Poesía tradicional y clásicos del Siglo de Oro (especialmente Góngora), Bécquer, Modernismo (rigor artístico, actitud minoritaria y concepción misteriosa de la poesía), Juan Ramón Jiménez (pureza estética y poesía como conocimiento), Ortega y Gómez de la Serna, y vanguardias europeas (deshumanización del arte, modernidad temática, tratamiento de imágenes y metáforas, cosmopolitismo).
- Rasgos estilísticos: Cultivo de la metáfora e imagen visionaria (reflejo de su concepción del mundo, sin realismo), uso de recursos expresivos irracionales (sinestesia y símbolo), experimentación métrica y rítmica, uso del verso libre y versículo, visión de la realidad desde la experiencia interior, y temática centrada en el amor, la muerte, la plenitud, las frustraciones y las inquietudes existenciales/sociales.
- Estética: Equilibrio y síntesis entre polos opuestos: lo intelectual y lo sentimental, inspiración y técnica, pureza estética y autenticidad humana, lo culto y lo popular, lo universal y lo español, tradición y renovación.
Tendencias y Etapas Poéticas
En la poesía de la Generación del 27, se distinguen dos tendencias: la pureza poética (perfección técnica) en los años 20 y el compromiso en los años 30 (rehumanización, influenciada por el Surrealismo). Estas tendencias se traducen en tres etapas:
- Juventud (hasta 1929): Poesía pura, influenciada por Juan Ramón Jiménez y Góngora, donde se excluye la anécdota humana, sentimental y realista.
- Crisis personal y estética (1929-1936): El Surrealismo impulsa el cambio de la pureza a la solidaridad. La estética cede a la ética, la evasión al compromiso. Se produce una rehumanización poética, explorando el yo y las emociones. Influencia de Bécquer, Machado y Neruda (poesía impura, comprometida).
- Desintegración y Exilio (1939 en adelante): Marcada por el compromiso, con trayectorias diversas. En el exilio, la nostalgia de la patria perdida. En España, un humanismo angustiado, con tonos existenciales (Hijos de la ira de Dámaso Alonso).
Autores Principales
Los autores principales son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados y Miguel Hernández (considerado el «Genial epígono»).
Pedro Salinas:
Poesía sencilla en lenguaje y forma, con el amor como tema principal. Obras maestras: La voz a ti debida (1933) y Razón de amor (1936).
Jorge Guillén:
Máximo representante de la poesía pura. Lenguaje elaborado y condensado. Obra principal: Aire nuestro.
Gerardo Diego:
Poesía variada en temas, tonos y estilos. Manual de espumas (1924) y Alondra de verdad (1941).
Dámaso Alonso:
Poesía pura, sencilla y transparente. Hijos de la ira (1944), poesía existencial.
Vicente Aleixandre:
Poesía compleja con metáforas visionarias. La destrucción o el amor (1935) y Sombra del paraíso (1944).
Luis Cernuda:
Temas de deseo, realidad frustrante e inconformismo. Los placeres prohibidos (1931), Donde habite el olvido (1934) y Desolación de la quimera (1962).
Rafael Alberti:
Variedad temática y estilística. Marinero en tierra (1924) y Sobre los ángeles (1929).
Federico García Lorca:
Equilibrio entre poesía pura y componente humano. Temas: amor, muerte, frustración. Romancero gitano (1928) y Poeta en Nueva York (1930).
Miguel Hernández:
«Epígono» del grupo. Poesía vigorosa y angustiada. Perito en lunas (1934), El rayo que no cesa (1936), Viento del pueblo (1937) y Cancionero y romancero de ausencias.
Además de poetas, la Generación del 27 incluye dramaturgos (Rafael Alberti, Max Aub, Alejandro Casona y Federico García Lorca) y novelistas (Benjamín Jarnés, Francisco Ayala y Rosa Chacel).