Las Vanguardias Literarias y Ramón Gómez de la Serna

1. Introducción

El término vanguardias surge en Francia durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Su origen está en el vocablo francés avant-garde, término de origen militar y político, que reflejaba el espíritu de lucha y confrontación que el nuevo arte del siglo XX oponía al arte decimonónico o académico.
Desde el principio, el arte vanguardista adquiere una impronta provocadora contra lo antiguo, lo que se relacionaba con el arte burgués. Las primeras manifestaciones de estos vanguardismos están repletas de actos y gestos de impacto social, como expresión de un profundo rechazo a la cultura burguesa. Los llamados ismos se sucederán uno tras otro hasta la década de 1940. Sus restos o serán enterrados o derivarán en el arte moderno.

2. Principales Movimientos

En esta exposición, solo desarrollaremos aquellos ismos que afectaron en gran medida a las letras, obviando algunos tan famosos como el cubismo (destacando los caligramas de Apollinaire) o el expresionismo alemán (destacando la figura del poeta Rilke).

2.1 Futurismo

Movimiento literario y artístico surgido en Italia en el primer decenio del siglo XX. El 20 de febrero de 1909, F.T. Marinetti publicó en París un primer Manifiesto en el que proclamó como formas de expresión del futurismo la agresividad, el salto mortal, el puñetazo… Frases del tipo «matemos el claro de luna» o la daliniana «Es más hermoso un coche de carreras que la Victoria de Samotracia» son ejemplos.
En 1912, el mismo Marinetti, con el Manifiesto técnico de la literatura futurista, apuntó como medio específico de expresión literaria las «palabras en libertad». Esto comportaba la abolición de la sintaxis, de la puntuación, de las partes calificativas del discurso (adjetivos, adverbios). Las nuevas teorías se aplicaron a todas las artes. De todos modos, el futurismo fue una escuela de polémica y de moral; con el tiempo, los temas iniciales de la máquina y la velocidad derivaron con Marinetti en el fascismo.
En España, el futurismo se introduce gracias a Ramón Gómez de la Serna, que lleva a cabo la proclama futurista. Otros escritores españoles participantes fueron Alberti (con su poema al portero de fútbol Platko) o Pedro Salinas (con poemas dedicados a la bombilla eléctrica o a la máquina de escribir titulado Underwood Girls).

2.2 Dadaísmo

El movimiento Dadá surgió a la vez en Suiza y Estados Unidos en 1916.

2.2.1 El Grupo de Zúrich

Suiza, a partir del estallido de la guerra en 1914, se convierte en un centro de refugiados pacifistas de toda Europa. Allí se encontraron todos los disidentes de otras escuelas previas, tales como el expresionismo alemán, el futurismo italiano o el cubismo francés. Y se reunieron en una cervecería de un pequeño cabaret, al que bautizaron como «Cabaret Voltaire». A partir de ese encuentro, comenzaron una serie de actividades y editaron la revista «Dadá». Tristán Tzara pronto se convirtió en el promotor y principal exponente del movimiento Dadá.
El origen del término Dadá es confuso y controvertido. Según la versión de Tzara, la palabra surge de la casualidad: abriendo las páginas de un diccionario con la ayuda de un cuchillo, el primer término señalado fue ese: Dadá. Según otras versiones, fueron los camareros del Café Terrasse quienes identificaron primeramente al grupo como Dadá: para esos camareros, las lenguas habladas por aquellos emigrados eran incomprensibles, salvo la sílaba «da-da» («sí, sí», en ruso y otras lenguas).

2.2.2 El Grupo de Nueva York

También la declaración de guerra llevó a la ciudad americana a grupos de artistas refugiados. Entre ellos hay que destacar a Duchamp, cuya obra El urinario es a día de hoy la obra más importante del arte moderno.
Sus principales notas pueden ser éstas:

  • Protesta continua contra las convenciones de su época.
  • Actitud de burla total y humor. Se basan en lo absurdo y en lo carente de valor.
  • Medios de expresión irónico-satíricos, a través del gesto, el escándalo, la provocación.
  • Poesías ilógicas o de difícil comprensión (El poema dadaísta suele ser una sucesión de palabras y sonidos).
  • Promoción por el cambio, la libertad del individuo, la espontaneidad, lo inmediato, lo aleatorio, la contradicción, el caos, lo imperfecto, la intuición.
  • Negativo y en contra del modernismo, el expresionismo, cubismo, futurismo y abstraccionismo.
  • Quieren volver a la infancia.
  • Consideran más importante al acto creador que al producto creado.
  • Montaje de fragmentos y de objetos de desecho cotidiano presentándolos como objetos artísticos.
  • Collage de diversos materiales (papeles, etiquetas, prospectos, telas, maderas, etc.).

2.3 Surrealismo

Surrealismo significa el arte que está más allá de la realidad. De hecho, en un principio, la traducción española citaba «Superrealismo» o «Sobrerrealismo». Hoy día ha permanecido el término Surrealismo.
El Surrealismo puede dar sentido por sí solo al movimiento vanguardista. La capacidad imaginativa y la sugerencia de sus construcciones mentales significaron, sin duda, una verdadera revolución en el arte posterior a la Primera Guerra Mundial.
Aunque se haya dicho muchas veces que el Surrealismo viene directamente del dadaísmo, es importante destacar los orígenes autónomos y propios del primero. Lo cual no quita que tengan entre sí líneas de contacto y reflexiones comunes. Pero si el Dadá es un arte que propugna destruir, provocar el caos y aniquilar, el Surrealismo construye de veras una concepción del arte y de la vida.
Freud ejerce una influencia decisiva en el movimiento. Sus teorías acerca del mundo autónomo de los sueños, de la capacidad automática de la psiquis, del profundo y oscuro mundo interior de la mente (el subconsciente o inconsciente) aparecen como reveladoras de una nueva naturaleza del arte humano.
También la liberación del hombre propugnada por Marx ejercerá en los surrealistas.
Todo lo anterior implica superar los formalismos en el arte, así como abrir este a la colectivización, a la democratización. Todos los humanos manejamos un mismo lenguaje de los sueños; el poeta surrealista (como «portador de llaves» que es, según Bretón) lo que hace es conectar los planos real y surreal de la realidad. Los símbolos y mitos son esas claves.
La escritura automática será instrumento para hacer patente el mundo surreal: «Escribid rápidamente, sin tema preconcebido, lo bastante rápido para no sentir la tentación de releeros… la frase vendrá por sí sola, solo pide que se la deje exteriorizarse«.
Otros mecanismos de lenguaje son la ensambladura fortuita de palabras (collage de frases recortadas de periódicos).
Los poetas surrealistas mezclan objetos, sentimientos y conceptos que la razón mantiene separados; aparecen asociaciones libres e inesperadas de palabras, metáforas insólitas, imágenes oníricas y hasta delirantes en la que libera al propio lenguaje del peso de las pasiones reprimidas. A través del lenguaje se desvela el subconsciente libre de cada uno y de todos.
A partir de 1925, el movimiento se expande y politiza. Se publican cartas-denuncias dirigidas al Papa, al Dalai Lama, contra la guerra, a favor de libertad para los delincuentes y para los locos y la voluntad de los artistas surrealistas de militar en el comunismo.
En España, el surrealismo llega fundamentalmente con la charla que tuvo lugar en la Residencia de Estudiantes por parte de Gabriel Aragón y la influencia posterior en las obras de Dalí, Buñuel o el propio García Lorca; baste mencionar El Gran Masturbador de Dalí, Un perro andaluz de Buñuel o Poeta en Nueva York de García Lorca.

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