El Renacimiento
1. Introducción
El Renacimiento es el período cultural que sigue cronológicamente a la Edad Media. El concepto “Renacimiento” fue establecido por los tratadistas italianos de los siglos XV y XVI, que llamaban a su época “Rinascimiento” o “Rinascita” (=nuevo nacimiento de la cultura). Pretendía ser una recuperación o un “renacer” de la cultura clásica (griega y latina). Se produjo un rescate de conceptos idealistas y clasicistas: armonía, equilibrio, orden, claridad, estatismo, serenidad…
2. La crisis ideológica del Renacimiento
Europa sufre hondas conmociones en el siglo XVI, con la Reforma Protestante y el Humanismo.
2.1. La Reforma
La Reforma rompe la unidad cristiana de la Edad Media, apartando de la Iglesia Católica a países como Alemania, Inglaterra, Suiza y Países Bajos. La Reforma surge en la Europa germánica, con el alemán Martín Lutero. Comparte su ideología con Erasmo de Rotterdam, pero este no se incorporó a la Reforma. Ellos afirmaban que Roma prolongaba la ignorancia y la superstición medievales, que habían conducido a un olvido de las esenciales verdades cristianas y propugnaban la vuelta a la pureza evangélica.
Simultáneamente, el catolicismo emprende la Contrarreforma en los países que siguieron fieles a Roma. Se persigue cualquier atisbo de herejía y se endurece la Inquisición. Por todo ello, en España se funda la Compañía de Jesús por Ignacio de Loyola, y es reformada la orden de los carmelitas por Teresa de Ávila y Juan de la Cruz. Además, se celebra el Concilio de Trento (1545-1563), donde se reafirma la doctrina católica tradicional.
2.2. El Humanismo
El Humanismo es un movimiento cultural que promueve el estudio de las lenguas clásicas griega y latina con el fin de conocer y difundir la obra de los filósofos y escritores del mundo grecolatino. El Humanismo no constituye una doctrina concreta, sino más bien una actitud que coloca al hombre en el centro mismo de la reflexión intelectual. De aquí deriva el concepto de antropocentrismo.
Conviene resaltar dos aspectos del Humanismo:
- La influencia religiosa y cultural del erasmismo.
- La creación del modelo de hombre renacentista: el cortesano (el nuevo hombre moderno debe conseguir un desarrollo armónico y equilibrado de las virtudes del alma y las facultades del cuerpo, el cultivo conjunto de las armas y las letras, y una manifestación de la elegancia basada en la naturalidad y la sencillez).
El estudio de las lenguas clásicas es el camino que conduce a la recuperación de la dignidad del hombre que se proponen los humanistas. Junto al latín, los humanistas también potencian el estudio de las lenguas vernáculas, unido esto al nacimiento de la noción de Estado: surgen en Europa las naciones, que aspiran a ser “nuevas Romas”.
3. La España renacentista
Tras la conquista de América (1492), España ya vive su época imperialista, pero con dos etapas marcadas por los dos reinados que se reparten en el siglo XVI:
- Carlos I (1517-1556): época de apertura y comunicación con Europa. Renovación italianizante o petrarquista en el campo de la lírica (temas, métrica y estilo), introducida por Juan Boscán y consolidada por Garcilaso de la Vega (1501-1536).
- Felipe II (1556-1598): época de cerrazón:
- Incomunicación con Europa (no intercambio cultural).
- Lucha contra el Protestantismo (Contrarreforma – Inquisición).
- Censura inquisitorial.
- Literatura ascético-mística: Fray Luis de León (1527-1591) y San Juan de la Cruz (1542-1591).
A pesar de esto último, el siglo XVI, el primero de nuestros Siglos de Oro, ofrece un deslumbrante panorama de todas las artes y, de modo especial, en la literatura.
4. Idealización en la lírica renacentista
4.1. Amor
- Deseo de poseer lo bello, pues la belleza es espiritual, un reflejo de la mayor belleza de Dios (neoplatonismo).
- Amor: dolor (por la ausencia de la amada), melancolía (por su no correspondencia), reserva, silencio intimista, amor callado, servicio, vasallaje espiritual.
Amor cortés / Petrarquismo / Vasallaje de amor
Amor | Dolor | Melancolía | Conflicto razón/sentimiento | Callado | Vasallaje espiritual |
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- Amor cortés: servicio de vasallaje espiritual de un poeta (vasallo) hacia su dama (señora), aunque no espera ser correspondido.
- Dama: Es la obra maestra del Creador, debido a su belleza sublime, reflejo de la de Dios.
4.2. Rasgos físicos idealizados
- Perfección física de la dama / carácter esquivo, áspero, cruel, gélido (“belle dame sans merci”, bella dama sin gracia).
- Carpe Diem / Collige, virgo, rosas (invitación a disfrutar de la juventud): “Coged las rosas…”
- Naturaleza: reflejo de la belleza divina:
- “Locus amoenus” o “vergel de amor”: auge de temas pastoriles y bucólicos; “Beatus Ille”.
- Marco de aislamiento y soledad del poeta: único testigo y confidente de sus penas.
- Paisaje simbólico: acorde con los sentimientos y el estado de ánimo del poeta. Ejemplos: Orgullo y prejuicio. Ejemplo: declaración de amor fallida – naturaleza hostil. Ej.: A tres metros sobre el cielo / Tengo ganas de ti.
- Mitología grecolatina: los mitos grecolatinos sustituyen las personificaciones alegóricas medievales.
- Proceden de las Metamorfosis de Ovidio.
- Reflejan la situación amorosa del poeta y ennoblecen sus sentimientos.
5. Métrica renacentista
Renovación, afecta al verso, la estrofa y los géneros.
- Verso: octosílabo tradicional y otros metros del siglo XV (alejandrino o dodecasílabo) / endecasílabo italiano (armonía, mesura, equilibrio, uniformidad…), a veces combinado con el heptasílabo.
- Estrofa: perviven los Cancioneros castellanos del siglo XV / soneto, terceto, lira, octava real, canción, silva → nexo unión: poesía provenzal.
- Géneros: églogas, elegías, odas, epístolas (grecolatinos).
- Estilo:
- Naturalidad, sencillez / afectación del siglo XV.
- Concepto de poesía más elevado / mero entretenimiento o habilidad celebrada en las cortes (poesía de Cancionero siglo XV).
- Uso abundante de la adjetivación (epítetos que destacan las cualidades) → visión platónica de la belleza natural perfecta.
Lírica del segundo Renacimiento
La Contrarreforma impulsó los valores religiosos y morales cristianos. Existen dos corrientes:
1. Ascética (Fray Luis de León)
Se ocupa de los esfuerzos que el espíritu debe realizar para alcanzar la perfección moral y la salvación. Se trata de un esfuerzo de purificación del alma por medio del sacrificio, la oración, el alejamiento de los placeres terrenales e, incluso, la mortificación del cuerpo. Jesús aceptó libremente la mayor mortificación, la muerte en la Cruz, porque sabía que era su camino para redimir a todos los hombres y cumplir la voluntad de Dios Padre.
2. Mística (Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz)
Describe el proceso íntimo del alma, al conseguir la unión con Dios (éxtasis divino). La mística es un don divino, un regalo de la gracia que se concede a unos pocos elegidos. Pero para lograr esta unión del alma con Dios, se sigue un proceso de interiorización y renuncia (importancia de la fase ascética previa), que pasa por tres fases o vías: purgativa, iluminativa y unitiva.
- Vía purgativa (prenoviazgo, conocimiento, noviciado): apartar el pecado del alma. El alma humana, a través del sacrificio y la penitencia, se aleja de todo lo mundano y exterior para centrarse en la búsqueda de Dios. Es una vía esencialmente activa, de esfuerzo, para lograr apartar el pecado del alma y prepararla para algo superior.
- Vía iluminativa (quietud, desposorios): aficionar el alma al Bien. Mediante la oración y la meditación se produce una purificación de los sentidos y comienza a percibirse una luz, un saber que acerca el alma a la divinidad. El alma se aficiona al Bien y comienza a vislumbrar los bienes eternos. Estas dos fases (purgativa e iluminativa) son racionales, intelectuales (hecho que comparten con la ascética).
- Vía unitiva (matrimonio espiritual): el alma logra la perfección. Se produce la unión del alma con Cristo, lo que San Juan llama “matrimonio espiritual”. En dicha fusión se produce el momento del éxtasis, gracia especial de Dios que solo alcanzan algunos elegidos. En él se anulan todos los sentidos y el elegido carece de capacidad para expresar lo que siente (es una experiencia inefable).
Aquí se produce la diferencia entre la Ascética (racional, intelectual) y la Mística (lo intuitivo, lo inefable). Aquí se da una contradicción:
- Por un lado, existe el problema de la imposibilidad de explicar lo inefable.
- Por otro, existe también la necesidad de expresar y compartir la grandeza de Dios, debido al estado de goce que se experimenta.
Poesía mística (= relación amorosa entre dos enamorados)
Ante esto, se abandona el lenguaje lógico y racional de la prosa y se prefiere el lenguaje irracional y exaltado de la poesía. La experiencia mística (inefable) se intenta explicar identificándola con una relación amorosa entre dos amantes y se llenará de figuras retóricas como la metáfora, el símbolo, la antítesis, la aliteración, el símil, etc.
El éxtasis de Santa Teresa (Bernini, Iglesia de Santa María de la Victoria) / La transverberación de Santa Teresa
La palabra transverberación proviene del latín “transverberare”, que quiere decir “traspasar de un golpe, hiriendo”. Los teólogos lo definen como una gracia espiritual especial por la que la persona que la recibe, llena de amor divino, y que tiene el corazón traspasado por una espada. Es un signo de comunión sublime con Jesucristo sufriente.
Renacimiento en España
Aparece con características propias y hace coexistir lo tradicional religioso con la nueva valoración del mundo y lo nacional con las nuevas corrientes europeas.
Rasgos peculiares (dos factores políticos y culturales)
- El reinado de Carlos I de España y V de Alemania es símbolo de esplendor, plenitud política y prosperidad económica, y permite una apertura a las corrientes europeas.
- El reinado de Felipe II sigue el espíritu de la Contrarreforma y, para evitar el contagio con las ideas protestantes, ejerce una férrea censura con la Inquisición.
Nuevas formas de métrica
La poesía de cancionero había utilizado dos tipos de verso: el octosílabo y el verso mayor castellano. El cambio en la métrica renacentista emplea, combinando con el heptasílabo, el verso endecasílabo. Su flexibilidad rítmica resulta muy apta para la expresión de ese nuevo lirismo más hondo y conmovedor.
Estrofas
- Poemas estróficos:
- La canción renacentista: estaba constituida por un número variable de estancias, pero el esquema métrico de la primera estrofa debía repetirse en las demás.
- El soneto: 14 endecasílabos distribuidos en dos cuartetos (ABBA/ABBA) y dos tercetos variable: CDC/DCD u otras. La rima es consonante.
Poesía petrarquista
Con el petrarquismo culmina el proceso de espiritualización que experimenta el amor cortés de los trovadores provenzales. Ese proceso lo inicia el Dolce Stil Novo a finales del siglo XIII. Petrarca, a mediados del siglo XIV, incorpora elementos innovadores: el análisis minucioso de las galerías del alma, la fusión lírica con la naturaleza y la sinceridad en la expresión del sentimiento. Por último, los seguidores italianos de Petrarca de principios del siglo XVI enriquecen esa tradición poética con componentes neoplatónicos.
Varios temas son recurrentes en esta tendencia poética: amor, carpe diem, naturaleza, mitología.
Amor
Es anhelo de belleza: según la filosofía neoplatónica, Dios, que es la belleza y la bondad supremas, se proyecta sobre todas las criaturas. La amada es, pues, un reflejo de la divinidad: su belleza y bondad son destellos de la belleza y la bondad divinas. Esa divinización de la amada conduce a la consideración del amor como un acto de adoración, de veneración, de culto casi religioso que impulsa al poeta a proclamar las perfecciones físicas y espirituales de la dama, mediatizado por el principio de la discreción cortés. Ante los requerimientos del poeta, la amada responde con la indiferencia: adopta una actitud esquiva, distante. El enamorado, afligido por la condición inalcanzable de su amor y consciente de la imposibilidad de dejar de amar (porque ese es su destino), experimenta un dolor insufrible, pero al mismo tiempo gozoso. Y reacciona, según las circunstancias, de las siguientes maneras:
- Entre lamentos, le reprocha a su amada su condición esquiva.
- Rehúye toda compañía y se refugia en la naturaleza.
- Se recluye en sí mismo y analiza minuciosamente sus estados de ánimo (introspección amorosa).
Plasmación de la belleza
La exaltación de la belleza femenina se plasma en un retrato poético de la amada, generalmente circunscrito al busto y ajustado a unos cánones estéticos preestablecidos. De este modo, queda acuñado un modelo de mujer (por ejemplo, cabello rubio de oro, frente tersa y blanca, comparado con el sol o el día). Se trata de un retrato físico. Se produce la sustitución metafórica de la cualidad aplicada al rasgo corporal por un elemento de la naturaleza (metales o piedras preciosas, luz, flores…). Así, los cabellos rubios de la dama son “cabellos de oro”. Se trata de metáforas estéticamente ascendentes: el elemento de la naturaleza que sustituye a la cualidad es más hermoso que esta. La repetición incesante de este retrato poético conduce necesariamente al tópico: los poetas renacentistas no solo describen a la dama de la misma manera, sino que, además, utilizan las mismas imágenes para referirse a la belleza femenina (metáforas lexicalizadas).
Carpe diem
(“Aprovecha el día”), que adapta al ámbito amoroso el precepto horaciano del disfrute del momento presente. Su concreción literaria se formula en estos términos: el poeta se dirige a una joven, instándola a gozar de la juventud antes de que el tiempo marchite su belleza.
Naturaleza
Es apacible, agradable, armoniosa, poéticamente idealizada con arreglo a los presupuestos estéticos del Neoplatonismo, que ve reflejada en ella la belleza del Creador. Los elementos que conforman ese paisaje estilizado (locus amoenus) son habitualmente: una espesa arboleda poblada de sauces, pinos y encinas. Ese remanso de paz y armonía, cuyos referentes literarios más directos están en las Bucólicas y las Geórgicas del poeta latino Virgilio, se erige en testigo del sufrimiento amoroso del poeta, disfrazado de pastor; en su presencia, el enamorado eleva sus quejas por el rechazo y la indiferencia de la amada. La naturaleza se muestra, unas veces, impasible y distante, ajena al dolor humano; otras, en cambio, se conmueve y resulta la confidente ideal de su aflicción.
Mitología
Impresiona al hombre renacentista por su desbordante vitalismo, su sensualidad y su belleza, y así descubre en las Metamorfosis de Ovidio una fuente inagotable de motivos de inspiración. Los mitos clásicos cumplen, pues, una función estética, ornamental, pero no solo eso: cuando acude a ellos para inspirarse, el poeta escoge aquellos episodios cuyo significado mantenga alguna relación con su propio conflicto sentimental (función simbólica).
Poesía ascético-moral
Hay una amalgama de corrientes filosóficas cuyo tratamiento literario se centra en la huida del hombre de este mundo y en su deseo de transcender y de fundirse con la eternidad. Ese contenido poético se articula en torno a las siguientes ideas generales:
El hombre vive encarcelado en la prisión del mundo, donde imperan el caos y la discordia, los vicios y los bienes engañosos, la inquietud y el desasosiego. Para evadirse de la cárcel terrenal debe iniciar un recorrido purificador a través de:
- La práctica de la virtud (fortaleza, prudencia, templanza).
- La dedicación al estudio y al trabajo intelectual, en busca del conocimiento último de las cosas (el “ocio santo”, como diría Fray Luis).
- El contacto directo con la naturaleza, que constituye el refugio acogedor para aquel que, huyendo del mundanal ruido, busca en ella el sosiego y la paz espiritual. Exalta la dorada medianía (aurea mediocritas) de quien, apartándose de las intrigas y ambiciones mundanas, se recluye en el campo, donde disfruta de una vida placentera y sosegada.
(Beatus ille), con la que el poeta latino Horacio inicia esa conocida obra y cuyo significado es “feliz aquel”, ha dado nombre a un motivo que cobró rápidamente gran auge en España en el siglo XVI: Garcilaso y Fray Luis.
- Y la percepción del arte musical, que, según los pitagóricos, purifica el espíritu, como la medicina purga el cuerpo.
Todas esas realidades participan de la divinidad: son destellos de las realidades supremas y absolutas: el Bien, la Verdad, la Belleza y la Armonía universales. De esa manera, cuando el hombre se desentiende del mundo y, de acuerdo con la naturaleza, ejercita la virtud y cultiva su espíritu, atisba, vislumbra esas realidades supremas que le hacen recordar. Ese proceso de purificación ascética, que conduce a un apacible estado de quietud, sosiego y concordia, propicia la elevación hasta la contemplación de las ideas de Bien, Verdad, Belleza y Armonía, que se identifican con Dios.
El Quijote
Originalidad
Presenta varios elementos de confluencia con la narrativa anterior, sobre todo con los libros de caballerías:
- Recrea el tema de la locura.
- Utiliza motivos novelescos, tópicos en la época.
- Mantiene el tema del amor cortés en su concepción más original: la amada es el cúmulo de perfecciones, el caballero se siente ligado a ella por una relación de vasallaje y de este amor recibe fuerza para sus actuaciones.
También presenta contradicciones con los géneros anteriores:
- El protagonista es un personaje viejo, hidalgo y pobre, frente a los caballeros andantes, que eran vigorosos, nobles y heroicos.
- Los libros de caballerías ofrecían un mundo mítico y remoto, mientras que Cervantes se sirve de la realidad inmediata.
- La obra identifica el heroísmo, el más alto valor de la época, con la locura, el más lamentable de los estados.
- El creador emplea como elemento narrativo la transformación de la realidad, fusionando lo real y lo ideal.
Temas
- Caballeresco: llena la novela y es objeto de parodia. Con él, Cervantes hace una crítica de los libros de caballerías por su excesiva imaginación y su mala calidad literaria. Se muestra en los episodios y referencias a la caballería andante.
- Amor: está enfocado desde la óptica del amor cortés, mediante la relación de vasallaje y espiritualización. Se manifiesta no solo en la adoración del protagonista por Dulcinea, sino también en los personajes de algunos relatos intercalados.
- Literario: ofrece una crítica de autores, obras y tendencias de la época. Se aprecia en las reflexiones sobre la comedia, que muestran el desacuerdo de Cervantes con las ideas dramáticas de Lope de Vega.
- Los grandes valores del ser humano y las conductas egoístas e innobles.
- El prestigio de las armas o de las letras: debate temático vivo en todo el Renacimiento.
- El humor, que hace indistintamente de la faceta ingeniosa o de la paródica y burlesca.
Estructura
Se organiza en dos partes que abarcan tres salidas, con diferente extensión. Ambas tienen dedicatoria, prólogo y sucesivos capítulos (52 la primera parte y 74 la segunda, que ofrecen la tercera salida). Entre las dos partes existe paralelismo creativo: al principio de ambas, tras unos capítulos, al protagonista le suceden una serie de aventuras y, hacia la mitad, se detienen; y en ambas ocurren diversos hechos de carácter literario. El final, también simétrico entre ellas, muestra a don Quijote desengañado y derrotado. Pero también hay diferencias, tanto de elaboración como de planteamiento. La segunda, antes del desenlace, contiene un conjunto de capítulos sin paralelo con la primera y responde a la publicación de El Quijote de Avellaneda. Este falso Quijote es mediocre, pero revela la indignación que la publicación de la primera parte de la obra cervantina había causado en el círculo de Lope de Vega, cuyas comedias Cervantes satiriza, y permite a este una réplica en la segunda parte de su verdadero Quijote.
Personajes
Son una imagen de lo que era España a principios del siglo XVII; el mundo de la obra lo forman muy variados tipos sociales y étnicos.
Personajes centrales
- Don Quijote: es un modesto hidalgo de un pueblo manchego. Loco debido a la lectura de libros de caballerías, decide convertirse en caballero andante. Su extraña figura resulta anacrónica para la sociedad, pero, fuera de su locura, muestra buen juicio y expone opiniones precisas sobre temas muy diversos, incluidos los literarios. El rasgo esencial de su carácter es la pertinaz defensa de sus ideas, incluso las que se refieren al mundo de los caballeros andantes.
- Sancho Panza: es el escudero que en los libros de caballerías acompaña al caballero. Sus rasgos básicos están configurados en la tradición folclórica y literaria, pues en obras breves de teatro y en desfiles carnavalescos eran comunes el simple, rústico, bobo, enano, gracioso, criado. Se transfieren rasgos de uno al otro, tanto que se puede hablar de “quijotización” de Sancho o de la “sanchificación” de don Quijote.
El resto de los personajes se mueven entre lo real (o fingido) y lo literario e histórico.
Intención y sentido del Quijote
El propósito es la parodia de los libros caballerescos. Se leyó como obra cómica y en el Renacimiento destacó otros valores del protagonista: el amor a la dama, el ansia de libertad, la búsqueda de la justicia, por lo que la novela representaría la defensa de unos ideales en un mundo en el que dichos ideales ya no tienen sentido. Es un retrato de la sociedad de la época: a la vez que parodia las ilusiones caballerescas y pastoriles, ofrece el inicio del declive del poder político de España a través de un hidalgo que trata de cambiar su vida triste y mediocre por otra que considera más perfecta, pero propia de un esplendor pasado. Y es también una obra de crítica literaria y de teoría literaria, pues los personajes hablan de literatura y aportan valoraciones sobre autores, obras y géneros de la literatura de su tiempo.
Lenguaje y técnicas estilísticas
Es un resumen de la variedad de registros que existían en el Renacimiento. Sigue, en principio, la norma clásica de “escribo como hablo” y, a la vez que parodia el estilo pretenciosamente culto y arcaizante de los libros de caballerías, armoniza distintos lenguajes: combina el estilo elevado con el habla cotidiana, o los razonamientos eruditos con el uso de refranes y dichos del saber popular. Por eso, abundan en la obra, junto a múltiples recursos literarios, rasgos propios del lenguaje oral: el empleo de deícticos, el apóstrofe, la dramatización del relato, la duplicidad de narradores, la atención a las inflexiones de voz, o los ritmos y sonoridades. En cuanto al desarrollo narrativo, parte del artificio del manuscrito encontrado, un truco que le permite el empleo de sucesivos narradores. Además, emplea técnicas novedosas, que hacen del Quijote la primera novela moderna:
- El contrapunto o movimiento simultáneo de dos acciones que, sin tener relación, se desarrollan a la vez, en equilibrio narrativo.
- El perspectivismo, con interferencia de puntos de vista de varios personajes que, sobre una misma realidad, ofrecen distintas impresiones.
- La metanarración o metanovela, que muestra, dentro del relato de una historia, las dificultades que su elaboración ha planteado.
- La intertextualidad, que, mediante la comparación con otros textos literarios, facilita la parodia, la crítica literaria o el análisis de la obra dentro de la obra misma.