Este periodo, también llamado la Edad de Plata por el resurgir de la cultura hispánica, destaca por los siguientes movimientos y autores:
- Modernismo (1880-1914 aprox.): Introducido en España por Rubén Darío, inicialmente contó con la adhesión de Juan Ramón Jiménez y Antonio Machado. Influenciado por la literatura francesa, introduce la estética escapista del “arte por el arte” y un lenguaje rico en nuevos ritmos, efectos sensoriales y musicales, símbolos y alusiones míticas. Su temática intimista, de inspiración romántica, expresa estados de ánimo como la tristeza, melancolía o el hastío, asociados a paisajes otoñales y crepusculares, jardines solitarios y atardeceres tristes. Destacan autores como Rubén Darío, Manuel Machado, Salvador Rueda o Francisco Villaespesa.
- Noventayochismo: La poesía de Unamuno y Antonio Machado: Se caracteriza por una mayor preocupación por la profundidad de las ideas y sentimientos, introduciendo en sus poemas problemas existenciales y religiosos. Interpretan el paisaje castellano relacionándolo con la decadencia de España y la necesidad de “regeneración”. Introducen reflexiones derivadas de sus vivencias personales y del diálogo íntimo del poeta consigo mismo y con su tiempo, en busca de lo que A. Machado llamó los “universales del sentimiento”, presentes en temas como el amor, el paso del tiempo, Dios o la realidad. Comparten la simpatía por lo filosófico, el uso de símbolos y la escasa importancia dada al ornamento poético. Los poemas de Machado han impresionado por su autenticidad, hondura y fidelidad ideológica.
- Novecentismo: La poesía de Juan Ramón Jiménez: La poesía no es solo la búsqueda de la belleza, sino un camino para alcanzar la eternidad, el conocimiento y la plenitud. Juan Ramón Jiménez distingue tres épocas en su obra:
- Época sensitiva (hasta 1915): Influencia de Bécquer y el Modernismo. Pertenecen a esta etapa obras como Arias tristes y Jardines lejanos.
- Época desnuda o intelectual (1916-1936): Se inicia con Diario de un poeta recién casado. El poeta elimina lo que considera no esencial.
- Etapa suficiente o verdadera (1936-Muerte): Evidencia la obsesión del autor por alcanzar la trascendencia y la eternidad a través de su obra. Con una limpieza de elementos ornamentales y un perfeccionismo obsesivo, su poesía se vuelve cada vez más abstracta, mística y hermética, tendiendo a la prosa poética.
- Vanguardias y poesía de la Generación del 27: El deseo de experimentar y renovar radicalmente el lenguaje poético se manifiesta en Europa durante el primer tercio del siglo XX en los movimientos de vanguardia: Cubismo, Dadaísmo, Expresionismo, Futurismo y Surrealismo. En España, muchos de estos “ismos” llegan a través de la obra de Ramón Gómez de la Serna y adoptan formas hispánicas en el Creacionismo y Ultraísmo, influyendo en la Generación del 27. Poetas como Jorge Guillén, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Gerardo Diego, Pedro Salinas, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Emilio Prados rinden homenaje a Góngora en el tricentenario de su muerte. Destaca la síntesis entre la tradición poética española y los nuevos lenguajes de vanguardia, así como su evolución desde una “poesía pura” hacia una poesía más rehumanizada.
- La poesía de Miguel Hernández: Cabrera en su infancia y luego poeta, murió en la cárcel en 1942. Considerado un “genial epígono del 27”, se caracteriza por la perfección formal de sus versos y su fuerza emotiva, centrada en temas esenciales como la vida, el amor y la muerte. Su poesía evoluciona del neobarroquismo inicial al surrealismo y la “poesía impura”, implicada con la realidad sociopolítica, recogiendo la influencia de Pablo Neruda. En El hombre acecha, muestra la guerra con crudeza, imponiendo un tono triste y decepcionado. De su última etapa, ya encarcelado, es Cancionero y romancero de ausencias, obra significativa de la posguerra, donde recupera el poema corto y la poesía tradicional para expresar la terrible situación del hombre bajo los efectos de la guerra y la privación de libertad.