Análisis de La Casa de Bernarda Alba

Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, entre otros, forman la llamada “Generación del 27”.

La Generación del 27 alterna poesía y teatro con el objetivo de transmitir emoción y poesía gracias a la fusión de la palabra, la acción y el gesto. El conflicto entre dos fuerzas (autoridad/libertad) es la base del teatro lorquiano y el germen de su literatura: el deseo del ser humano por alcanzar su realización personal y social.

La última obra dramática, estrenada en Buenos Aires en 1945, ahonda en las obsesiones y la personalidad conflictiva de un grupo de mujeres obligadas a vivir un encierro sofocante.

La Casa de Bernarda Alba versa sobre la realidad humana, pero vista desde la poética lorquiana. En síntesis, el título alude a un mundo interior, cerrado y hermético, dentro del cual un personaje -Bernarda- mantiene sometidos a otros personajes femeninos.

TEMAS

1) El tema central: el enfrentamiento entre la moral autoritaria y el deseo de libertad. El enfrentamiento entre un modelo de conducta autoritario y rígido y otro abierto y progresista. La opresión y el autoritarismo de Bernarda provocan dos respuestas en búsqueda de la libertad: la locura de Ma Josefa y el suicidio de Adela.

2) El amor sensual: la búsqueda del varón. La ausencia de amor en sus vidas y el temor a permanecer solteras. Pepe el Romano desencadenará las pasiones de estas mujeres solteras que desean casarse para liberarse de la tiranía de Bernarda y vivir alegres y felices.

3) La hipocresía (el mundo de las falsas apariencias). La preocupación por la opinión ajena, el temor a la murmuración, el deseo de aparentar lo que no se es y la hipocresía que enmascara y oculta la realidad constituyen uno de los temas recurrentes. La obsesión por la limpieza y el temor a la murmuración son rasgos característicos.

4) El odio y la envidia. Los deseos de amar y ser libres, y la imposibilidad de alcanzarlos, impulsan a las hijas a alimentar fuertes sentimientos de odio y envidia. También la desigualdad y la injusticia social provocan el odio de las criadas hacia Bernarda. La injusticia social denuncia las diferencias sociales, la conciencia y orgullo de clase, y la crueldad que preside las relaciones de la sociedad.

5) La injusticia social. Denuncia la injusticia y las diferencias sociales, la conciencia y orgullo de clase, y la crueldad que preside las relaciones de la sociedad. Plantea una jerarquía social bien definida, donde las relaciones humanas están jerarquizadas y dominadas por la crueldad y la mezquindad del estrato superior.

6) La marginación de la mujer. Se enfrentan dos modelos de comportamiento femenino: uno basado en una moral relajada y otro en una determinada concepción de la decencia, a la que Bernarda somete a sus hijas. La sumisión a las normas sociales y convencionales discrimina a la mujer en beneficio del hombre.

7) La honra. Ligado al tema de las apariencias y vinculado al tema del amor. Bernarda se mueve guiada por unos principios convencionales y rígidos, apoyados en la tradición, que exigen una imagen social u honra limpia e intachable.

ESTILO

1) EL LENGUAJE TEATRAL. LAS FORMAS DE EXPRESIÓN

Toda obra dramática se distingue entre texto dramático primario (lo que escuchan los espectadores en la representación de boca de los actores) y texto dramático secundario (aquellas indicaciones que el autor considera necesarias para una mejor puesta en escena de su obra acotaciones). Las acotaciones nos proporcionan información esencial acerca de la puesta en escena.

a) Las acotaciones. Indicaciones espaciales y ambientales, vestuario y los objetos caracterizadores de los personajes, observaciones sobre el tiempo, aclaraciones sobre los gestos y los movimientos de los personajes, entradas y salidas de personajes, intención comunicativa y al tono de voz.

b) Los apartes. Palabras que dice un personaje, pero que no son percibidas por su interlocutor, en la visita de las Mujeres del duelo, que insultan a Bernarda sin que esta se aperciba; en el segundo acto, cuando Martirio, que está a punto de descubrir a Amelia todo lo que sabe sobre Adela, opta por callar para insultar a otro personaje.

c) Los monólogos.

Criada al principio de la obra. Este monólogo consta de dos partes: en la primera, critica a Bernarda -por su riqueza- y al difunto Antonio Ma Benavides -por sus impulsos lujuriosos- y al advertir la presencia de las mujeres, disimula e inicia una lamentación por el fallecimiento del marido de Bernarda, se utiliza para criticar.

d) Los diálogos. Breves, rápidos y muy incisivos. Diálogos informativos, historias anecdóticas u opiniones sobre personajes y situaciones, diálogos de acotación, que son aquellos en los que se hace alguna indicación sobre el tiempo o el espacio, diálogos de acción, enfrentamiento entre los personajes o a través de los cuales progresa la acción dramática, con tendencia a diálogos de personajes emparejados.

2) EL LENGUAJE COLOQUIAL

1. Insultos, maldiciones y amenazas, rasgo que afecta a todos los personajes.
2. Vulgarismos.
3. Habla rural y campesina.
4. Uso de refranes, frases hechas y dichos populares.
5. Insinuaciones, alusiones, indirectas, frases de doble sentido.

3) LENGUAJE POÉTICO. FIGURAS LITERARIAS

1. Comparaciones.
2. Imágenes y metáforas. La identificación de la casa con un convento, un presidio, un infierno y la guerra son definitorias del ambiente de la casa. 3. Hipérboles, que algunas veces se combinan con la metáfora. 4. Paralelismos semánticos, relativos a la maldad de Martirio y paralelismos en la expresión de la fuerza y la pasión de Adela.

SÍMBOLOS

CABALLO Pasión sexual, deseo amoroso, instinto.
OVEJA Imagen del niño, felicidad/sacrificio.
PERRO Sumisión.
ÁRBOL Fuerza y virilidad.
FLORES Amor, pasión.
LUNA Muerte/erotismo.
SOL Vida/alegría.
AGUA Río: vida, erotismo; Pozo: muerte.
COLOR BLANCO Vida, libertad, amor.
COLOR NEGRO Tristeza, prisión, muerte.
COLOR VERDE Rebeldía/muerte.

EL LENGUAJE DE LOS PERSONAJES

En Bernarda intervenciones rápidas, secas y cortantes, autoritarias, bruscas y agresivas, constantemente de la modalidad oracional imperativa, en segundo lugar, uso de la interrogativa, función apelativa. Caracterizamos, en consecuencia, a Bernarda por el uso constante y continuo del mandato a través de:

• Imperativos verbales: «¡vete!», «¡contesta!», «matadla»…
• Sustantivos con valor interjectivo: «¡silencio!», «¡a la cama!».
• Uso de fórmulas del tipo adverbio de negación + presente de subjuntivo: «Magdalena, no llores».
• Uso de fórmulas del tipo que + presente de subjuntivo: que no te vea llorar».
• Preguntas inquisitoriales (que deben entenderse como un mandato y no se formulan en demanda de una respuesta): «¿Hay que decir las cosas dos veces?»
• Empleo del infinitivo en lugar del imperativo (es un vulgarismo): «Sentarse», «ayudarla vosotras».
• Locuciones adverbiales que carecen de verbo: «¡Fuera de aquí todas!»
• Presente de indicativo: «puedes sentarte», «¡aquí no se vuelve a dar un paso que yo no sienta!»
• Futuro imperfecto de indicativo: «¡nadie dirá nada!»

Angustias, Magdalena y Amelia presentan monotonía y tedio en sus palabras. Martirio, amenazas e insinuaciones. Adela muestra fuerza y violencia verbal, empleando imperativos y frases cortantes y enérgicas. Poncia tiene un lenguaje rico y variado, con la gracia del lenguaje popular y encanto poético. Ma Josefa utiliza un lenguaje infantil y perturbado, con disparates y juegos lingüísticos absurdos, expresiones infantiles y sentencias graves.

ESPACIO

La acción se desarrolla en la casa de Bernarda, un espacio cerrado que representa el mundo del luto, del silencio, de la ocultación, propicio para situaciones límite. Este lugar transmite una atmósfera sofocante, comparado a lo largo de la obra con un

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